viernes, 11 de marzo de 2011

ONCE DE MARZO


HOY ES ONCE DE MARZO. SOBRAN LAS PALABRAS. TODOS TENEMOS EN EL RECUERDO LO SUCEDIDO HACE SIETE AÑOS. RECUERDO, CARIÑO Y SOLIDARIDAD CON LAS VICTIMAS. DESPRECIO A LOS CONSTRUCTORES DE MAQUIAVELICAS E INTERESADAS TEORIAS CONSPIRATIVAS.

lunes, 7 de marzo de 2011

DE CORRER....A NADAR

Me ha costado bastante escribir esta entrada. Ha sido duro, muy duro el tener que dejar de correr de forma absoluta, cuando menos durante mínimo de seis meses. CONDROPATIA ROTULIANA GRADO IV ese fue el diagnostico. "Olvidate de correr por el momento" fue la prescripción del traumatólogo. Brutal, directa y de momento parece que definitiva. Medicación (condrosan) durante dos meses, descanso de otros dos y vuelta a medicarme otros dos meses, antes de realizar una nueva resonancia magnética.
El diagnostico me dejó fuera de sitio. Completamente descolocado.No tenía nada que decir, no tenía nada que contar, y es más, no tenía en perspectiva nada que decir y nada que contar. La moral absolutamente por los suelos. Las molestias en la rodilla presentes. El miedo a que fueran a mas, casi me llevan a la desesperación. La perspectiva, no solo de estar parado, sino de no encontrar alternativa, pues correr es una de las cosas que mas me gustan, me llevaron a una profunda desazón y a no tener gana alguna de contar mis sensaciones.
Ahora que ya han pasado casi tres meses, vuelvo a encontrarme más motivado y con ganas de de contar algo. No, no he estado parado. Tras el desconcierto inicial, me rebelé. Por suerte, pude esquiar y así lo hice en mi refugio pirenaico durante las navidades, disfrutando bajísimas temperaturas (algún día la sensación térmica fue de -20 grados centígrados). Y desde diciembre, comencé a nadar.
Nadar fue la única alternativa viable (la bicicleta de momento también prohibida) y que de alguna manera podía ser el sucedáneo perfecto para la carrera. Busque una piscina, me aboné a la misma y comencé a nadar. Al principio, como todo, fue duro, muy duro, pues solo puedo nadar a estilo libre. La braza o la espalda estaban terminantemente prohibidos por la rodilla (consejo del traumatologo).
Hoy, después de casi tres meses nadando cinco días a la semana, hago en cada sesión 2.500 metros, esto es 100 largos. El peso lo tengo en 76 kilos. La rodilla casi ya ni me molesta y físicamente mi cuerpo algo ha cambiado. Mi estado de forma es bueno. yo diría que incluso muy bueno.Pero sigo añorando las salidas a correr. El anudarme las zapatillas y salir a entrenar. La gorrilla puesta. El sudor campando a su gusto por mi frente. El terminar al límite. El estirar en el jardincillo al lado de mi casa. Las tiradas largas del sábado o domingo por la mañana.
Tengo que conformarme con la alternativa que tengo, al menos de momento. Sueño, confío, deseo en que dentro de tres o cuatro meses, el traumatologo me diga que puedo volver a correr.
Eso es en lo que confío.