lunes, 25 de mayo de 2009

CURANDO LAS HERIDAS


Curando heridas. Esa creo que es la mejor descripción que se puede hacer de la situación por la que estoy transitando en estas últimas semanas. Tras los momentos iniciales, tras el estado de derrota emocional, no queda mas remedio que seguir caminando, aún cuando sea de forma renqueante, con las heridas sin cicatrizar y notando a cada instante el resquemor de las mismas.
Tras unos días sin ganas de hacer nada, la semana pasada decidí nuevamente retomar la actividad correril. La verdad es que lo necesitaba. Era la espita por la que la ansiedad, la frustración y en cierta medida la rabia contenida y acumulada en grandes dosis, debía de salir de forma necesaria. Así que el pasado lunes, decidí salir a correr. Físicamente me costó menos de lo que pensaba, pero aún así y todo supuso sobre todo un autentico esfuerzo mental. Poco a poco, a medida que avanzaban los minutos, mi mente se fue vaciando. De alguna manera deje de pensar y simplemente me limité nuevamente a sentir. Intente vaciar mis pensamientos y durante unos minutos, mi cabeza se aletargó. No puedo decir que disfrutase de la salida, pero si que la misma sirvió como un pequeño detonante para buscar una cierta tranquilidad interior, que sirviese de fundamento a los intentos de retomar la habitualidad de las costumbres más ordinarias. Así que invertí 47 minutos en recorrer los nueve kilómetros del circuito pequeño por el que estos días he decidido retomar mi marcha. El miércoles nuevamente salí a correr. La misma distancia, el mismo circuito y la sensación de exigirme más físicamente, presente en todo momento, lo que se notó al final del recorrido, cuando por simple costumbre miré el reloj. 40 minutos y una sensación de agradable cansancio y mortificación física me acompañaban al final del entrenamiento. Y finalmente, nueva salida el viernes. En las mismas condiciones de distancia y tiempo que el jueves. Poco a poco, recobrando la forma. Poco a poco, recobrando las ganas de correr. El fin de semana no hice nada. El tiempo lluvioso y gris que nos acompaño francamente no despertó mis ganas de correr. Poco a poco iré recobrando el disfrute de la carrera. Hoy lunes, nuevamente, volveré a salir. Voy a repetir este semana el mismo plan que en la anterior.
Ciertamente, mis planes de entrenamiento se han visto trastocados y me veo en la obligación de retrasar en el tiempo, el objetivo que tenia previsto para finales de junio, esto es, afrontar la distancia de una media para ver como respondo.
Creo que, tras estos días de forzoso parón, necesariamente voy a tener que retrasar esa prueba personal, unas semanas. Aún así, espero intentarlo. Pero, al menos hoy por hoy, el sentido de mis salidas, no es primordialmente el alcanzar esa meta, sino simplemente buscar el desahogo, el seguir curando y cicatrizando las heridas del alma.

Pd.- Gracias Sau, Commedia. Y para Covadonga, ya lo sabes, un fuerte abrazo.

Lunes: 9, 200 47 minutos
Miércoles: 9,200 40 minutos
Viernes: 9,200 40 minutos

1 comentario:

Nombre dijo...

Medias hay más que estrellas en el cielo así que ya encontrarás una que te cuadre con tu estado de forma y agenda (familiar, mayormente).

Esta semana aprendiste a "correr dentro de tu mente".