viernes, 30 de julio de 2010

RUSOS......


...Alemanes e ingleses integran mayoritariamente el animalario humano que conformamos la clientela del complejo vacacional en el que me encuentro disfrutando de ésta quincena. La verdad es que desde hace muchos años la conformación del turismo que visita esta zona de la isla, ha ido variando de forma ostensible.

Dejando siempre al margen el turismo nacional, la evolución de los visitantes ha pasado desde un alto número de turistas alemanes que, practicamente coparon la zona, hasta el momento en que los ingleses fueron comiéndoles el terreno. La diferencia entre ambos era notable. La discreción y rutina que acompañaba a los primeros, dio paso al bullicio no siempre agradable ni correcto de los segundos.

Pero desde hace tres o cuatro temporadas, las cosas han cambiado notablemente. Se impone un nuevo tipo de turista: el ruso.

Efectivamente, en los últimos años se ha producido, primero de una forma imperceptible y después ya ostentosa, el arribo a esta zona de turistas procedentes de la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Sovieticas.

Este cambio, no deja de sorprenderme y la sorpresa radia en la forma tan rápida en que ésta gente ha abandonado los sagrados principios del comunismo soviético para abrazar de forma absolutamente desbordada el capitalismo más salvaje.

La verdad es que, nunca he encontrado una explicación coherente a esta evolución tan rápida y rádical, pero en el fondo a nadie nos puede escapar como ha sido posible ese cambio, sobre todo en determinadas clases sociales rusas que, hasta hace muy poco eran los guardianes de las esencias mas puras de la Revolución de Octubre de 1.917 y que hoy circulan por las calles de Moscú a bordo de potentes vehículos de gran cilindrada y disfrutan de vacaciones a todo lujo en lugares como éste.

Este cambio se denota en esta zona de forma evidente. Es perceptible en toda la isla. Los otrora letreros en alemán o en inglés han dejado paso a otros en los que los caracteres cirílicos imponen sus normas gramaticales. Las tiendas de gran lujo están dirigidas practicamente a este tipo de clientela, siendo habitual observar como en los establecimientos más ordinarios como supermercados, farmacias y demás, estos antiguos hijos de la revolución, pretenden abonar cuentas minúsculas con billetes de quinientos euros.

En general y salvo contadas excepciones, resulta evidente su prepotencia en el trato con el personal del hotel, al menos en los que he podido observar, su control de la situación su evidente carácter excluyente y como poco a poco se han venido adueñando de los sitios y lugares en los que hasta hace poco se reunían los habitantes de Berlín, Munich, Londres o Liverpool.

Eso es lo que hay. No se si ello es bueno, malo o regular y aún cuando la presencia de estos visitantes suponga un nuevo impulso a la economía local de las islas, en estos tiempos de zozobra económica, ello no deja de hacerme reflexionar en éste sentido.

Por lo demás, sigo con mis salidas disfrutonas, relajadas y tranquilas. Como siempre el tiempo acompaña y mientras disfruto a la hora de escribir estas lineas de una hermosa puesta de sol, como todos los días una familia rusa cena en la terraza colindante a la mía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pasaba a saludarte betren...

que sigas bien
besines!!!

:)= sauvi

Tortuga dijo...

yo ahora estoy en Cantabria en casa de la familia, pero a ver si nos vemos por Oviedo.LLevo dos días de buenas sensaciones con el pie, pero en agosto de momento lo de correr tiene que ser en sueños...
disfruta de las vacaciones y la familia.