sábado, 27 de noviembre de 2010

RESONANCIA MAGNETICA

Ayer viernes por la tarde, me hice la resonancia. Casi dos horas tumbado en la máquina. El miércoles, tendré los resultados y después nuevamente al traumatólogo. Espero tener en la semana que viene el diagnostico definitivo e iniciar la recuperación. Mientras tanto, las molestias, van remitiendo poco a poco.De momento solo me queda, esperar.

viernes, 26 de noviembre de 2010

ES LO QUE HAY

Con una caligrafía aceptable para ser de médico, el diagnostico inicial dice:

"Probable lesión meniscal externo. Rodilla Dolorosa. Descartar Condrolopatia rotuliana.Rogamos RNM rodilla derecha".
Por supuesto parada por lo menos hasta el resultado de la Resonancia. Esperemos acontecimientos, pero la moral, esta por los suelos. Es lo que hay.

viernes, 19 de noviembre de 2010

EN BLANCO


La semana ha pasado en blanco. Sin un kilómetro que contabilizar, pero no hay mal que por bien no venga. La recuperación del amago de gripe ha ido un poco mas lenta de lo deseado y me ha impedido entrenar esta semana. Ya me encuentro prácticamente recuperado, pero además, estos días de reposo han servido también para que las molestias que venía padeciendo en mi rodilla derecha, gracias a los antiinflamatorios y al descanso, hallan desaparecido totalmente.
La verdad es que esas molestias de la rodilla me venían preocupando un poco. Si bien no eran invalidantes para la carrera, lo cierto y verdad es que eran bastante molestas e incomodas. Así que aprovechando la coyuntura generada por esta semana de reposo obligado, ésta también ha servido para la recuperación. Aún me queda mucho que correr y también, dadas estas fechas, ya está presente en mi cabeza el inicio de la temporada de esquí, otra de mis grandes pasiones.
Ya falta poco para disfrutar de los parajes nevados, del frío de primera hora dándote en la cara. De arriesgar un poco por aquella pista a la que siempre tienes ganas o de aquél itinerario que todavía no te has atrevido. Disfrutar de esos días soleados y fríos, cuando hay poca gente en la estación. De padecer las ventiscas, la falta de relieve, la niebla. Ya están cerca las tardes descansando en casa al lado de la chimenea, mientras que a través de la ventana de casa ves anochecer y como los copos vuelven a caer, asegurándote una nueva capa de nieve en polvo para la mañana siguiente. Ya falta poco para disfrutar de la velocidad o del esquí tranquilo en familia. Y sobre todo, cada día falta menos para perderme en mi refugio del pirineo catalán. Y claro, para todo ello y como no podía ser de otra forma, mis rodillas deben de estar bien.
Todo apunta a que la temporada va a ser buena. Quizás no tanto como la del año pasado, pero con que se aproxime, me vale. Será un buen escenario para disfrutar a tope de las esquiadas y de hacer un poco el "cabra" por esos montes de Dios.
Mientras tanto, la intención es la de reiniciar mañana sábado los entrenamientos. Quiero hacer ya los 11 kilómetros por salida, carga que me tocaba haber realizado esta semana que está acabando.Y el domingo haré la tirada de los noventa minutos para de esta forma volver a la rutina habitual en la semana que viene.
Ha sido un inconveniente este parón forzoso, pero tratando de ver el lado positivo, también me ha servido para descansar y recuperar el cuerpo y la mente. Quizás, la semana no fuera tan blanca.

lunes, 15 de noviembre de 2010

NADA QUE DECIR, SALVO....

......fiebre, dolor de cabeza, articulaciones doloridas, nariz taponada, dolor de garganta, tos seca,..........en fin todo lo que hace que no puedas salir a correr. Fin de semana perdido en compañia del paracetamol y la manta. Ni salida el sábado ni salida el domingo. Es lo que hay. A ver si mañana puedo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

ASIMILANDO

Creo que estoy en plena fase de asimilación de los kilómetros y tiempos. Creo que mi cuerpo poco a poco, se va adaptando a ese ritmo de cinco entrenos y de ir acercándome al objetivo de los 60 kilómetros por semana. Pero no es fácil. Es evidente que ese proceso de asimilación no es lineal, sino que es un continuo sube y baja. Es un proceso en el que hay días absolutamente estupendos, en el que uno se cree capaz de correr todos los kilómetros del mundo, días que luego dejan paso a esos otros en el que todo cuesta, todo ese esfuerzo se convierte en un desnivel prácticamente insuperable.
Eso es lo que me ha pasado esta semana. Tras la salida del martes, que fue muy positiva, el miércoles tocaba recuperación, a un ritmo intermedio. Ya sin molestia alguna en mi rodilla derecha invertí en los 10 kilómetros 56.10 minutos. Pero el muro me lo encontré ayer. Los hados del running no estaban de mi lado. En primer lugar, he de decir que tras unos días fríos y borrascosos, ayer la temperatura subió notablemente. Hacía incluso calor. Calor que no es el mejor aliado para mi rendimiento. Inicié el entreno con buen ritmo, pero al poco ya me encontré con los primeros obstáculos: Todos los semáforos en rojo y abundante tráfico, lo cual me obligaba a parar, cortándome el ritmo. Además, no se porqué razón, mucha gente en la calle, lo que me obligaba a un verdadero slalom entre los viandantes para tratar de esquivarlos. todo esto ,incrementó el esfuerzo haciendo surgir en mí una sensación de agobio. No me encontraba cómodo. Para rematar la situación, a media salida suena el teléfono móvil (siempre lo llevo en un brazalete), por lo que nueva parada para atender la llamada telefónica. En definitiva, no se dieron las mejores condiciones para correr. Izé la bandera blanca y decidí limitarme a terminar la salida recorriendo la distancia programada. Todo esto hizo que al final del entrenamiento la sensación de cansancio y agotamiento e insatisfacción, fueran las dominantes
Esta claro que no puede uno luchar contra los imponderables y como decía el torero "lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible".
Hoy descanso y mañana tirada larga y el domingo salida de recuperación. A ver si continuo en este proceso de asimilación y no muero en el intento.
Y hablando de morir, "NO HAY QUE MORIR DOS VECES" (Ed. Planeta) es el título de una novela del escritor Francisco González Ledesma, que ha caído recientemente en mis manos gracias a una buena amiga, y que me ha sorprendido muy gratamente. No conocía al escritor, pero tras leer la novela he descubierto que se trata de un prolífico autor de novela negra, al que creo que puede calificarse como un auténtico maestro del género en España. He quedado absolutamente enganchado de la brillante prosa, de la descripción brillante de esa Barcelona contemporánea, negra que no sale habitualmente en las noticias. Cruda, descarnada, real, y a la vez entrañable y humana.
A medio camino entre la "Ciudad de los Prodigios" de Eduardo Mendoza y las aventuras del siempre añorado y presente Pepe Carvallo y su socio Biscuter parido de la genial mano del fallecido Manolo Vazquez Montalban o incluso de esa mágica Barcelona de las novlas de Carlos Ruiz Zafon (La sombra del viento).
He descubierto al inspector Ricardo Mendez, protagonista de la novela, personaje complejo pero real, al que quiero volver a encontrame y del que quiero volver a saber. Esta es la última de una serie de diez novelas que le tienen como protagonista y desde luego en él confluyen todas y cada una de las características que adornan a los grandes personajes de la literatura negra.
Si de alguna manera debiera de calificar esta novela, solo podría ser de una forma: magistral.
Una buena compañía para el fin de semana.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

ESTRENANDO

Ayer martes fue día de estreno. Llevaba ya algún tiempo necesitando un recambio para mis viejas, queridas y ya gastadas Mizuno. La verdad es que no tenía claro que tipo de zapatilla comprar. Seguir siendo fiel a la marca con la que siempre he corrido, o cambiar. La respuesta la encontré ayer. En Decatlhon, estan en plena semana del running y en general había una rebaja en los precios de determinadas marcas, entre ellas Nike. Así que tras consultar y mirar me decidí por esta marca y modelo (igualicas que las de la foto). Las otras, quedarán guardadas disfrutando del muy merecido descanso. A muchos sitios han venido conmigo y muchos kilómetros hemos compartido. Es curioso esa personificación que proyectamos a nuestras "zapas". Como les atribuimos cualidades, mas allá de las meramente técnicas e incluso, salvando las distancias, como llegamos a tener sentimientos por ellas. Será que somos un poco sentimentales.
Ni corto ni perezoso, ayer decidí estrenarlas y comenzar a domarlas poco a poco. No se si el día era el mas adecuado. Tocaba entreno de calidad. Llovió todo el día. Hizo frio. Sopló el viento con mucha intensidad, pero a las ocho y media surgió una ventana en la que la lluvia y el viento pararon.
Salvo unas gotas al principio, puede realizar el entreno completo. Buenas sensaciones con las zapatillas, aunque con las incomodidades propias del día de estreno. Pero por lo demás, me resultaron cómodas y con buena amortiguación.
El entreno bien, apurando para no mojarme y al final volví a rebajar el tiempo, marcando 54, 17 en los 10 kilómetros.
Fue un buen día de estreno, aunque al final, nuevamente aparecieron las molestias de la semana pasada en la rodilla derecha.
Veremos hoy que pasa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

DOLORIDO......

....pero feliz. Así acabe la tirada larga del sábado. Era la segunda vez en esta fase de entrenamientos en que me enfrentaba a los noventa minutos seguidos corriendo. Y esta vez lo hacía con miedo. Miedo generado por las molestias que se manifestaron los entrenamientos de la semana pasada, más en concreto a que estas se repitieran. Por suerte, ni rastro de ellas ni en la salida del sábado ni en la del domingo. Y sobre todo, por suerte, no aparecieron en la tirada larga, en ese concreto escalón de esa mortificación consciente y voluntaria a la que sometemos a nuestro cuerpo y a nuestra mente en los entrenamientos.
La mañana del sábado a primera hora fue un día despejado. Poca gente por la calle. Brisa fresca del norte que hacia que la temperatura fuera baja, perfecta para mi.
Me enfrenté a los minutos con ritmo cómodo pero un poco exigente. Sin forzar en exceso pero con cierta motivación. Disfrutaba de hecho de alcanzar paso a paso, los límites visuales de cada tramo, de cada recta o de cada curva que conforma el recorrido. Decidido y a gusto. El cuerpo me respondía bien y mis pulsaciones estuvieron dentro de lo previsto sin superar las 160 ppm.
La salida transcurrió dentro de ese sufrimiento gozosamente asumido y sobre todo, superado, vencido. Al final hice que el recorrido se internarse por algunas de las calles más principales de la ciudad. Como el sábado pasado me veo en la obligación de ir aumentando las distancias al objeto de cumplir el objetivo fundamental: cumplir los noventa minutos.
Al final me faltó un minuto para cumplir el objetivo. Una hora y veintinueve minutos y casi dieciséis kilómetros (faltaron trescientos según el Google maps), sin sensación de fatiga excesiva.
Estiramientos, ducha y a pasar tranquilamente el sábado. Por la tarde, tras la siesta, me encuentro muy dolorido. Todas las articulaciones del cuerpo se quejan. Me siento torpe al levantarme del sofá o caminar. Es como esa sensación de dolor articular que se nos manifiesta en una buena gripe. Pero no era gripe. Era cansancio que reclamaba descanso, sueño profundo y reparador. Temprano me fui a la cama. Intenté leer un rato, pero el libro se me caía de las manos y los ojos se me cerraban. Larga noche de sueño y descanso.
El domingo salida de recuperación, 11 kilómetros y 56 minutos. Inicio incomodo pero el final con potencia, sin molestias, acompañado de una fina lluvia que se presentó en los dos últimos kilómetros. Luego el descanso. Hasta mañana martes no hay entreno. Hoy solo hay un objetivo. Recuperarme y descansar.
He cumplido todos el objetivo semanal. Casi cincuenta y seis kilómetros y cinco días de entreno.
Si, en el fin de semana estuve dolorido, pero muy satisfecho. Esta semana mas.
Pd.- Por desgracia, no pude ver la Maratón de Nueva York.

viernes, 5 de noviembre de 2010

CORRIENDO EN LA NIEBLA

La salida de ayer jueves, fue diferente. Una densa niebla cubrió la ciudad a última hora de la tarde impregnando el ambiente de una humedad intensa y bastante agobiante que convirtió las aceras en una indeseable pista resbaladiza. Por lo demás la temperatura alta generaba una sensación de calor húmedo, haciendo que la carrera se realizase con una sensación pegajosa producto de esa humedad externa y de una intensa sudoración, al menos en mi caso. Para rematar y como consecuencia de la conjunción de todos los elementos, los cristales de mis gafas se mantuvieron empañados prácticamente durante todo el recorrido, limitándome la visibilidad, (cosa grave en un miope como yo) y complicandome un poco mas la salida.
La verdad es que correr en estas condiciones y por encima de ellas la compañía de la niebla, me generó sensación ciertamente inquietante y sobre todo cuando lo hacía por una zona del recorrido, prácticamente desierta al pie de la colosal estructura del nuevo hospital que se extendía de forma completamente fantasmagórica, sin luz y rodeada de la niebla. Una larga recta. Las luces difuminadas de las farolas, ningún viandante y algún que otro coche que surgía de la niebla, hacían que el ambiente fuese al menos un poco desasosegante. Por suerte, rápidamente retorné al entramado de calles, mas y mejor iluminadas.
Extraña sensación ésta de correr en la niebla.
Por lo demás, la salida de ayer era el colofón de las que realizo en días laborables y salidas que, esta semana fueron un poco extrañas.
El martes, tocaba uno de esos entrenos que me permito calificar de "calidad". Es decir, el que realizo con un ritmo mas elevado del habitual, tratando de mejorar tiempos en la distancia. Fueron los diez kilómetros habituales y el crono marcado al final fue de 54,40 , hasta ahora mi mejor marca en la distancia en este año, marca que vino acompañada de muy buenas sensaciones durante el recorrido y pulsaciones en torno a las 150 por minuto. Lo preocupante fueron unos pequeños pinchazos que en la parte exterior de la rodilla derecha se me manifestaron después de estirar y que me acompañaron durante todo el miércoles y que se manifestababn sobre todo al subir o bajar escaleras.
A pesar de las molestias, hice el entreno del miércoles, pero con tranquilidad, intentando no forzar. Al comienzo se manifestaron con cierta intensidad los pinchazos, pero poco a poco, al calentar, fueron desapareciendo lo que me permitió terminar la salida con normalidad en un tiempo de 57,07.
Finalmente ayer jueves, los pinchazos desaparecieron y la salida lo fue sin molestia en momento alguno pero tratando de ser un poco conservador para evitar complicaciones paré el cronometro en 56,07.
Dadas las circunstancias no estuvieron mal los entrenos. Sigo acumulando kilometros y días de entrenamiento.
En estas condiciones, creo que es importantecumplir el programa. Aún cuando no sea a los ritmos previstos.
En algún sitio he leído que denominan a estas kilómetros como "kilómetros basura". Discrepo totalmente de esa afirmación. Ningún kilómetro, ningún entrenamiento puede ser calificado como tal. Pero sobre todo, cuando surge alguna molestia física, cuando no estas en tu mejor condición, estos kilómetros son de oro, porque fundamentalmente los vences con fuerza de voluntad. Es tu psique, la que se impone a tu cuerpo y la que incrementa tu capacidad de determinación.
Hoy me toca descanso y las punzadas han desaparecido completamente así que espero estar plenamente recuperado y mañana sábado afrontar la tirada larga de la semana y el domingo la de recuperación y después, a ver si lo retrasmiten, la Maratón de Nueva York.
Espero que las molestias queden definitivamente atrás como cuando sales de un banco de niebla.
PD.- Siquiendo con las recomendaciones de lectura, hoy traigo un relato divertido e intrascendente que solo tiene el objetivo de divertir. "Un año en Provenza" de Peter Mayle. Mas que una novela, yo creo que es un diario de viajes. El libro perfecto para pasar un agradable fin de semana compartiendo, con las desventuras de una pareja de ejecutivos londinenses en la Provenza francesa. Hay momentos absolutamente geniales y que al menos a mí me han provocado la carcajada.


martes, 2 de noviembre de 2010

FIN DE MES



Terminó el mes de octubre. Ha sido un buen mes en lo que a entrenamientos y kilometraje acumulado se refiere, siendo la guinda el último fin de semana. Lejos de las previsiones hechas publicas por los meteorólogos, tanto el sábado como el domingo, fueron unos días estupendos para correr, pues no fue hasta la tarde-noche del domingo y ayer lunes, cuando el temporal arreció de lo lindo por estos lares.
El sábado tocaba tirada larga. 90 minutos de carrera que asumí con tranquilidad. El objetivo, más que la distancia era el tiempo: completar el previsto. Creo que cumplí con creces. Buena mañana, tiempo fresco a las nueve y media y unas muy buenas sensaciones durante todo el recorrido.No se como será el famoso nirvana, pero yo el sábado tuve mi nirvana. Hubo un momento en el que si se puede decir que encontre el verdadero placer de correr. Disfruté plenamente del hecho de correr por correr. Sin mirar el reloj. Las pulsaciones durante todo el recorrido estuvieron en torno a las 145 pulsaciones por minuto. Mente relajada y despejada, dejando transcurrir los kilómetros y los minutos con absoluta delectación.
Tal era la comodidad que tenía en esos momentos que, al final cuando me acercaba al término del circuito previsto, se me había hecho corto el mismo y tuve que ampliarlo para tratar de completar el tiempo previsto. Al final fueron 15 kilómetros en noventa minutos. Una autentica gozada.
Por la tarde, castañada típica (como decimos por aquí "amagüestu"), con sidra dulce, buenos amigos, buena música y viandas y pasteles típicos de esta época del año.
El domingo tocada salida de recuperación. Tenía un poco de intranquilidad, ante la misma. Y dudas de ver como iría la salida tras la mala experiencia del último domingo. Nada que ver. Piernas ligeras sin sensación de agarrotamiento alguno y buen ritmo durante el entreno. Al final fueron once kilómetros en un tiempo de 57 minutos exactos. No podía pedir mas. La mejor guinda para completar este mes de octubre en el que al final he cumplido 21 días de entrenamiento y apróximadamente 225 kilómetros acumulados, lo que da una media por entreno de 10, 700 kilómetros.
El objetivo para el mes de noviembre, es consolidar tanto los tiempos como la carga de kilómetros que, si es posible, deberé de incrementar un diez por ciento aproximadamente.
En todo caso, estoy muy satisfecho con el último mes y sobre todo con la forma de terminarlo.
El cuentakilómetros sigue funcionando.