viernes, 5 de noviembre de 2010

CORRIENDO EN LA NIEBLA

La salida de ayer jueves, fue diferente. Una densa niebla cubrió la ciudad a última hora de la tarde impregnando el ambiente de una humedad intensa y bastante agobiante que convirtió las aceras en una indeseable pista resbaladiza. Por lo demás la temperatura alta generaba una sensación de calor húmedo, haciendo que la carrera se realizase con una sensación pegajosa producto de esa humedad externa y de una intensa sudoración, al menos en mi caso. Para rematar y como consecuencia de la conjunción de todos los elementos, los cristales de mis gafas se mantuvieron empañados prácticamente durante todo el recorrido, limitándome la visibilidad, (cosa grave en un miope como yo) y complicandome un poco mas la salida.
La verdad es que correr en estas condiciones y por encima de ellas la compañía de la niebla, me generó sensación ciertamente inquietante y sobre todo cuando lo hacía por una zona del recorrido, prácticamente desierta al pie de la colosal estructura del nuevo hospital que se extendía de forma completamente fantasmagórica, sin luz y rodeada de la niebla. Una larga recta. Las luces difuminadas de las farolas, ningún viandante y algún que otro coche que surgía de la niebla, hacían que el ambiente fuese al menos un poco desasosegante. Por suerte, rápidamente retorné al entramado de calles, mas y mejor iluminadas.
Extraña sensación ésta de correr en la niebla.
Por lo demás, la salida de ayer era el colofón de las que realizo en días laborables y salidas que, esta semana fueron un poco extrañas.
El martes, tocaba uno de esos entrenos que me permito calificar de "calidad". Es decir, el que realizo con un ritmo mas elevado del habitual, tratando de mejorar tiempos en la distancia. Fueron los diez kilómetros habituales y el crono marcado al final fue de 54,40 , hasta ahora mi mejor marca en la distancia en este año, marca que vino acompañada de muy buenas sensaciones durante el recorrido y pulsaciones en torno a las 150 por minuto. Lo preocupante fueron unos pequeños pinchazos que en la parte exterior de la rodilla derecha se me manifestaron después de estirar y que me acompañaron durante todo el miércoles y que se manifestababn sobre todo al subir o bajar escaleras.
A pesar de las molestias, hice el entreno del miércoles, pero con tranquilidad, intentando no forzar. Al comienzo se manifestaron con cierta intensidad los pinchazos, pero poco a poco, al calentar, fueron desapareciendo lo que me permitió terminar la salida con normalidad en un tiempo de 57,07.
Finalmente ayer jueves, los pinchazos desaparecieron y la salida lo fue sin molestia en momento alguno pero tratando de ser un poco conservador para evitar complicaciones paré el cronometro en 56,07.
Dadas las circunstancias no estuvieron mal los entrenos. Sigo acumulando kilometros y días de entrenamiento.
En estas condiciones, creo que es importantecumplir el programa. Aún cuando no sea a los ritmos previstos.
En algún sitio he leído que denominan a estas kilómetros como "kilómetros basura". Discrepo totalmente de esa afirmación. Ningún kilómetro, ningún entrenamiento puede ser calificado como tal. Pero sobre todo, cuando surge alguna molestia física, cuando no estas en tu mejor condición, estos kilómetros son de oro, porque fundamentalmente los vences con fuerza de voluntad. Es tu psique, la que se impone a tu cuerpo y la que incrementa tu capacidad de determinación.
Hoy me toca descanso y las punzadas han desaparecido completamente así que espero estar plenamente recuperado y mañana sábado afrontar la tirada larga de la semana y el domingo la de recuperación y después, a ver si lo retrasmiten, la Maratón de Nueva York.
Espero que las molestias queden definitivamente atrás como cuando sales de un banco de niebla.
PD.- Siquiendo con las recomendaciones de lectura, hoy traigo un relato divertido e intrascendente que solo tiene el objetivo de divertir. "Un año en Provenza" de Peter Mayle. Mas que una novela, yo creo que es un diario de viajes. El libro perfecto para pasar un agradable fin de semana compartiendo, con las desventuras de una pareja de ejecutivos londinenses en la Provenza francesa. Hay momentos absolutamente geniales y que al menos a mí me han provocado la carcajada.


1 comentario:

Anónimo dijo...

hola!!!!!!!!!!!!!!1


como estas? espero que muy bien....
asi que aparte de correr....ahora estas con la lectura?
pues me parece perfecto...siempre la lectura es buena mi padre me lo inculco desde pequeña....

besines y cariños!
:)sauvignona