viernes, 13 de febrero de 2009

CAMINOS PARALELOS

El fin de semana, con buen tiempo, sin lluvia y con sol aún cuando con un poco de frío me ha permitido disfrutar de la salida larga que tenía programada para la mañana del sábado. Una semana más, he podido desarrollar el programa de entrenamiento previsto y ello de una forma absolutamente escrupulosa, siendo la guinda del pastel la salida de hoy por la mañana.
Los sábados toca una salida larga y siguiendo mi costumbre la he realizado a primera hora de la mañana. Al principio, la hice rodeado de una espesa y fría niebla que, poco a poco ha ido dejando paso a una espléndida y luminosa mañana por la que he ido avanzando con mucha tranquilidad pues hoy tocaban setenta minutos de carrera continua. He disfrutado de la mañana, pues hacía mucho tiempo que no teníamos un fin de semana sin lluvia, sin nubes, sin nieve. El frío inicial me ha ido despejando de forma rápida, circunstancia que necesitaba de verdad pues hoy me ha costado levantarme. No he pasado una buena noche. El sueño no ha sido continuo y eso lo he pagado en el momento de incorporarme.
Como decía, poco a poco el frío ha ido despejándome y he desarrollado el entrenamiento con muy buenas sensaciones, terminando cansado, pero eso si, con el convencimiento de haber podido seguir corriendo, estirando mas el entrenamiento. En cualquier caso, poco a poco voy incrementando tanto mi capacidad de resistencia como de sufrimiento, por lo que creo que, como dirían los maestros, voy progresando adecuadamente. Además hoy, al pesarme he tenido la agradable sorpresa de haber bajado de peso pues la báscula hoy ha señalado 81 kilos con trescientos gramos, con lo cual creo que también el ajuste de peso también va por buen camino.
Cuando he llegado a casa, M.J. ya había marchado a su entrenamiento. La verdad es que cada uno de nosotros desarrolla sus pasiones deportivas de forma absolutamente diferenciada e independiente M.J. la hípica, en concreto la doma clásica y yo el correr aún cuando, como no podía ser de otra forma tenemos en común infinidad de actividades y aficiones que compartimos y disfrutamos en familia.
Estas esferas de independencia que nos hemos marcado, no sólo se limitan a las actividades deportivas, sino que las hemos venido respetando en otros aspectos de nuestra vida. Creo que estos pequeños desahogos, esas pequeñas esferas de independencia son muy convenientes en la vida en pareja y de alguna manera, al menos en nuestro caso ha permitido y permite que cada uno de nosotros mantenga ese espacio íntimo e intransferible que en cualquier supuesto determina la reafirmación del nuestra individualidad y que, aún cuando pueda parecer un contrasentido, ha actuado como la argamasa que ha unido los muros de ese edificio que constituye nuestra vida en común durante estos últimos veinte años.
Yo creo que en la vida en pareja resulta absolutamente imprescindible el mantener por un lado, esos espacios de desarrollo personal e íntimo, y por otro, una justa dosis de misterio. Es decir, mantener aspectos personales que nos puedan ayudar sorprender a nuestra pareja y que permitan mantener el interés hacía nosotros a lo largo del tiempo.
Siempre he pensado que ninguna pareja es ejemplo para otra pareja, cada una debe de seguir su propio camino, pero creo que lo que puedo afirmar es que el éxito de nuestra relación radica en que nuestras vidas, nuestras actividades, desde que decidimos transitar juntos, han sido como dos líneas. Dos líneas que, en ningún momento se han superpuesto la una a la otra. Dos líneas que tampoco convergen hacia un único punto sino que son dos líneas paralelas hasta el infinito, con el mismo destino, el que sea y que en ningún momento se anulan mutuamente. La clave ha sido el respeto de nuestras individualidades, sin intromisiones sin el establecimiento de dependencias y evitando solapar las iniciativas individuales. Desde esa perspectiva, creo que siempre podremos mantener el trazo continuo y firme de esas dos lineas. Líneas que confío en que siempre sean paralelas.
Martes 8,600 km. 42 minutos.
Jueves 8,600 km 40 minutos.
Sábado 11,360 km 65 minutos.

PD.- La idea del post, surgió el viernes y lo finalice el domingo.

2 comentarios:

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Cuando me encuentro bien hago tiradas de 20 km los domingos por la mañana.

Seguid con ese paralelismo y que os dure mucho.

Saludos.

Anónimo dijo...

BETREN AMIGO ....QUE HERMOSOS POST....lleno de lo que imploca el respeto la confianza ...lo sano que es ese ambito de privacidad al que te rfeires...me has emocionado por completo..en este ultimo tramo del post.....fue tan sincero ...aun asi sin conocerte en persona...ese espiritoi es como si sabria como eres....
lo mejor de todo es eso que nombras...sobre la reafiramcion de la individualidad..es tan importante....y tan olvidada en el mundo de la pareja actual...oajal se explayara en las mentes esta forma de epnsar tuya...asi habria mas conectitud...mas armonia entre hombres y mujeres....

ahaa y no puede faltar la felicitacines correspondientes por las corridas...
besines amigo..y graciuas por asi..
:)sau