jueves, 26 de febrero de 2009

PULSO RETOMADO

Tras el fin de semana un poco especial, he retomado la semana cumpliendo, hasta el momento el plan de entrenamiento previsto, saliendo a correr, el lunes y el miércoles. También me tocaba salir el martes, pero dado que era carnaval y Alejandra no tenía colegio, aprovechamos el día para ir a esquiar a una de la tres estaciones de invierno que, a menos de una hora de casa, tenemos la ventaja de poder disfrutar. Así que, si bien no corrí el martes, compensé la no realización de la salida, con el disfrute de la nieve, en un día absolutamente espectacular.
Fue importante ese día, pues tras el pequeño accidente que padeció Alejandra el último día de las vacaciones de Navidad, no habíamos vuelto a esquiar con ella y teníamos algún pequeño temor al respecto de como iba a reaccionar, al repetirse la experiencia del esquí.
Pues el pasado martes, todos nuestros temores se disiparon completamente. No solamente no puso ningún inconveniente, sino al contrario, esquió de forma fenomenal, bajando por las pistas de mayor dificultad de la estación con decisión y seguridad. Otra vez más, Alejandra nos vuelve a sorprender con su entereza y sobre todo con la capacidad de superación, eso sí a su ritmo, pero de una forma constante y continua, siendo cada día un poco más fuerte y un poco más segura de si misma, gracias al conocimiento de sus posibilidades, que son en definitiva las mismas que las de todos nosotros. Cada día, con sus pros y sus contras, Alejandra como otras muchas personas en su situación o similar, nos da una lección de coraje y constituye un ejemplo y una motivación para mi.
En lo que a mis entrenamientos hace referencia, ésta semana he incrementado un poco mas la distancia a recorrer cada día, lo que supone que, como mínimo cada vez que salgo a correr la distancia supere ya los nueve kilómetros. Aún cuando en el programa de entrenamiento que sigo, al menos de momento, se basa fundamentalmente en la inversión de tiempo de carrera, siempre voy controlando la distancia que en cada sesión recorro, intentando cada diez o quince días incrementar la misma en un porcentaje del diez o quince por ciento aproximadamente. Al margen claro está del tiempo que me señale el programa.
La verdad es que, como decía en otros posts estoy contento y satisfecho con la evolución. No solamente cada día voy más cómodo, creo que mejorando la técnica de carrera, sino que últimamente siempre termino las salidas con esa sensación de haber podido seguir con cierta comodidad un poco más, lo cual de alguna manera incrementa mi autoestima y me da moral y ganas para continuar, con tranquilidad y cabeza, pero siempre de forma constante.
Poco a poco, con la benevolencia del clima y por el circuito en el que habitualmente hago las salidas, comienzo a cruzarme con mas corredores que a esas mismas horas, aprovechan para hacer su salida. Me resulta francamente curioso el pequeño rito que acontece cada vez que te cruzas con otro corredor. Primero solemos dirigirnos la mirada, frente a frente, a los ojos para a continuación recorremos con la mirada y ello casi de forma mimética desde la cabeza a los pies para, a continuación y justo en el momento en que nos cruzamos proceder a un fugaz saludo, bien con la mano, bien con un leve movimiento de la cabeza . En ese momento me parece que surge un destello de complicidad y solidaridad que, al menos por mi parte se agradece y me anima un poco mas a seguir con el esfuerzo. Es como un pequeño ritual. Como el saludo de las hermandades secretas o, perdonar la petulancia, como las antiguas ordenes de caballería. Quiero suponer que a todos los corredores populares que, salimos a correr simplemente por el hecho de que nos gusta correr, sin ninguna otra aspiración, nos une no ya solo una afición, que sí, sino que quizás nos una también un cierto modo de entender la vida. El basado en el esfuerzo individual, en la capacidad de sufrimiento y esfuerzo, en el de disfrutar en nuestra propia soledad y sobre todo de enfrentarnos con nosotros mismos.
No se si ello será así, pero al menos a mi me gusta pensarlo. En cualquier caso y tal como va la semana, creo que el pulso está retomado y sigo avanzando.


Lunes : 9,254 Km. 55 minutos
Miércoles: 9,254 Km. 53 minutos

1 comentario:

Nombre dijo...

Enhorabuena por el feliz reencuentro con la nieve.