martes, 31 de agosto de 2010

INQUIETUD


Declina el mes de Agosto y estas largas vacaciones en mi caso están llegando a su fin. Llega también a su fin éste período de entrenos suaves y tranquilos cuya única finalidad no ha sido otra que la de mantener con una cierta dignidad un estado de forma, más o menos decente, que me permita afrontar, a partir del próximo mes de septiembre un programa de entrenamiento más progresivo y exigente.
Varios cambios se perfilan en el horizonte próximo. En primer lugar, los horarios de entrenamiento. Ya no los realizaré a primero hora de la mañana, sino que volverán a ser vespertinos. La razón para ello es una fundamental. Si bien durante el verano he disfrutado de las salidas mañaneras, normalmente a las nueve o nueve y media de la mañana, ahora, una vez que comienza la actividad laboral, me supone un grandísimo esfuerzo el salir a primera hora de la mañana. Lo reconozco, soy un dormilón y el abandonar la cama a las seis y media o siete de la mañana, se me presente como un esfuerzo sobreañadido que no he sido capaz de superar. Así que, prefiero que las salidas sean por la tarde, una vez finalizado el trabajo y de ésta forma me sirven, de forma sobreañadida como espita de desahogo de la actividad diaria.
Sé que, en el fondo quizás con un poco de esfuerzo y convencimiento, seguramente podría hacer los entrenos por la mañana, pero ya a estas alturas de mi vida, no me apetece añadir un sobreesfuerzo para mi en esta actividad que desde el inicio siempre he deseado que fuera algo agradable y placentero.
También van a cambiar las distancias y la estructura de los entrenos. Mas estudiados y mas exigentes, enfocados a intentar durante este invierno mi bautizo en alguna prueba. Ya veremos.
Por lo demás, estoy contento con el resultado del mes de Agosto. Pese a los cambios, los viajes y los distintos lugares por lo que he discurrido durante este mes, los kilómetros acumulados, unos noventa, creo que suponen un bagaje bastante aceptable.
En unos días, volveré, volveremos a la rutina de los cuatro o cinco días semanales de salida, incluyendo una tirada larga.
Todo ello, sin prisa pero sin pausa. con nuevos objetivos y la renovación de los añejos, que siempre están en el punto de mira.
También volveré, volveremos a la rutina en lo laboral. Los papeles, el teléfono, los clientes. En fin, lo de siempre, tantas veces repetido y tantas veces replanteado. En definitiva la vuelta a lo cotidiano. A iniciar un nuevo ciclo. A recomenzar una nueva vuelta de tuerca en ese bucle reiterado que suele ser la vida. Habitualidad que, en el fondo me tranquiliza, sin dejar de atisbar un halo de inquietud.
Inquietud que me ha sugerido la lectura de otro de las novelas que he tenido la oportunidad de leer este verano. Se trata de "EL TERCER REICH", una de las primeras novelas del escritor mejicano ROBERTO BOLAÑOS. Esta obra, refleja las inquietudes y obsesiones que posteriormente y a los largo de toda su obra literaria han marcado la temática abordada por el autos. El título responde a un juego de guerra en el que el protagonista del relato es una autoridad. No deja de ser un telón de fondo que señala las preocupaciones vitales del autor. El miedo y la lucha frente a los regímenes totalitarios que anulan la personalidad y libertad del individuo. La novela, ambientada en una localidad turística indeterminada de la costa española, a mediados de la década de los ochenta, presenta una trama dura por la que transcurren una serie de personajes en soledad y abandono. Casi en un proceso de autodestrucción. Contiene una descripción de personajes y situaciones desasosegantes, adornadas con un tinte pesimista que llevan al lector a compartir ese proceso de degradación vital de los personajes de una forma descarnada y sin ningún subterfugio.
Pese a ello, o quizás gracias a ello, el relato subyuga, atrapa de forma inmediata manteniendo interés hasta el desenlace de la novela.
En definitiva, una magnifica novela muy recomendable. Para mí todo un descubrimiento.
P.D.- Sigo sin fumar

1 comentario:

tati dijo...

Felicidades, buenas noticias! A patentar la terapia ;) besos para los tres.