jueves, 2 de septiembre de 2010

PLACER


Ayer fue el primer día de entreno de este mes de septiembre. Primer día de mes y segundo entrenamiento de la semana y la experiencia no pudo ser mas placentera. Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía unas sensaciones tan agradables como las que tuve en la tarde de ayer. Tras una jornada de reincorporación a la realidad que me tomé con calma, vamos como si fuera un aterrizaje suave, comencé el entrenamiento a las ocho y media de la tarde con una temperatura absolutamente fantástica para correr. Ya desde el inicio, y eso que tocaba subir la distancia hasta los 8 kilómetros, las sensaciones fueron estupendas. Me sentía muy cómodo manteniendo un ritmo alegre y constante lo que supuso el que en ningún momento de la salida, notara sensación de cansancio o agobio. La mente absolutamente relajada, pensando únicamente en el concreto tramo por el que iba discurriendo la salida. Atento a las sensaciones, sin ninguna molestia. Despejado física y mentalmente. Como dirían los ciclistas, fue una marcha absolutamente redonda. Fue una sensación tan agradable que me es difícil, por no decir que imposible, describirla con palabras. Albergo la esperanza y la confianza de que esta sea la norma de muchas de las salidas de esta temporada. Simplemente fue, puro placer.
Puro placer como el que supuso para mi la lectura de la última obra de ORIANA FALLACI. "UN SOMBRERO LLENO DE CEREZAS", es también puro placer. Claro que tengo que reconocer que Oriana Fallaci es para mí una debilidad. La autora de "Inshallah" primera obra que leí de ella hace ya casi veinte años, es conjuntamente con Arturo Pérez Reverte y Lorenzo Silva, una de mis debilidades literarias.
Ese estilo periodístico, brillante en la conformación de historias, en la recreación de lugares, entornos y situaciones siempre me ha cautivado y generado una envidia absolutamente sana, por no tener ese don.
En la obra, nos encontramos con el relato novelado de la saga familiar de la autora, saga escrita en unos momentos muy difíciles para la misma, tras el diagnostico de la enfermedad que finalmente en el año 2006 puso fin a su prolífica vida. El "mal dolent, molt dolent" como a veces ella misma lo califica, aceleró la redacción de la obra, llevándola a la búsqueda frenética de documentación, de antecedentes con los que reconstruir la trama de la familia, por lo que en la obra, el "mal dolent" es una sombra permanente pero en absoluto molesta, durante las casi noveientas páginas de la novela. Novela que abarca desde la Edad Media, hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, pasando por las Guerras Napoleonicas, La Revolución Francesa, La Reunificación de Italia y hasta la Conquista del salvaje oeste americano. Se retrata en la obra el conjunto de los avatares de los antepasados de la escritora, en un caleidoscopio absolutamente sorprendente de personajes e historias individuales y colectivas absolutamente cautivadores.
Pese a las circunstancias vitales en las que fue escrita, la estructuración de la obra, para mí es muy original, con un punto de genialidad evidente. Rezuma optimismo, dulzura y es un canto a la capacidad del ser humano para hacer frente a las situaciones vitales por difíciles que estas sean. Un canto al esfuerzo, y es una crítica absolutamente mordaz frente a todos aquellos que desde cualquier púlpito, cualquier escaño pretenden manipularnos. Una loa a la vida y al individuo como tal.
En definitiva, un canto a la esperanza. El mejor testamento que la autora nos pudo dejar. También un autentico placer.

5 comentarios:

Nombre dijo...

Gracias por la recomendación, Betren.

A diferencia tuya, yo he empezado el mes de Septiembre bastante nerviosillo, y para rematar la faena dejo de salir a correr.

betren dijo...

Lo de dejar de correr,¿es definitivo (eso espero) o solo temporal "por necesidades del servicio"?
Un abrazo.

Nombre dijo...

No, no, "dejar de correr" ha durado cinco días. Al sexto he tenido que salir o si no me echan de casa, por pesao.

Hace años ni me lo podía imaginar, pero ahora correr forma parte de mi vida.

betren dijo...

Me alegro. Un abrazo

Anónimo dijo...

ammm hola amigo betren te dire que el placer de leer un libro es como el placer de salir a correr....esos placers son tan individuales como no hay otro....
me alegro de tus placeres...
besines amigp y agradezco que estes presente...
besos y cariños!

:) sauvignona