sábado, 30 de octubre de 2010

ADIOS MARCELINO


Hoy no voy a escribir sobre entrenamientos. Hoy solo quiero rendir homenaje a una persona buena, honrada, decente que se nos ha ido. MARCELINO CAMACHO murió a los 93 años, tras una vida llena de lucha, de sacrificio, de cárcel, pero sobre todo de decencia y a amor y fidelidad a unos ideales a los que nunca renunció.

Muchos de los que ahora le ensalzan, le criticaron, se rieron de los jerseis que le tejía su mujer. Nunca abandonó su barrio. Siempre vivió en su casa. Siempre tuvo esa sonrisa plácida de las personas honradas.

Viendo las imágenes de su capilla ardiente, me fije en un detalle que, en el fondo creo que resume bien a las claras lo que fué y significó Marcelino en la vida pública española. Junto a una bandera republicana, prueba de sus convicciones firmes estaban sendas coronas de la Casa Real y del Príncipe de Asturias, prueba del respeto y del cariño que la inmensa mayoría de los españoles creo que teníamos hacia la figura entrañable de ese gran hombre.

Hoy mas que nunca, en estos tiempos de crisis, de recortes, de desempleo, de consagración del capitalismo salvaje de la derecha liberal, en estos tiempos de "tea party", de corrupción, de enriquecimiento fácil, de malayas, Brugales, Gurteles, hoy mas que nunca tiene plena válidez aquellas palabras miticas que pronunciaste:
NI NOS DOMARON, NI NOS DOBLARON NI NOS VAN A DOMESTICAR
Hasta siempre Marcelino. Descansa en Paz. Te lo mereces.

viernes, 29 de octubre de 2010

UN PASO HACIA ADELANTE



Eso es lo que han supuesto los entrenamientos de esta semana. Una buena semana, tanto en lo profesional como en lo deportivo. Una semana que ha supuesto un paso hacia adelante en el incremento de la intensidad de las salidas. Comencé la semana el martes tras un lunes de descanso y con el recuerdo fresco de la mala experiencia de la salida del Domingo pasado.Tenía ganas de volver a entrenar y en mi subconsciente se había generado un autentico desde de probarme, de subir un peldaño en la línea de mi autoexigencia en los entrenos. Así que decidí que tanto el martes como el miércoles, fueran dos entrenos de "calidad". Vamos, en el fondo un deseo de venganza frente a mi mismo.
Con esa filosofía inicie la salida del martes. Los dos primeros kilómetros los hice a un ritmo por debajo de 5 minutos el kilómetro, ayudado por la configuración del terreno, practicamente llano lo que me ayudó a ir muy cómodo. En el tercero, rebaje el ritmo, pues al ser un tramo que tiene en su inicio una subida intensa y prolongada que corona en un falso llano que tira siempre hacia arriba y en su consecuencia no quería cebarme en él. Superado, nuevamente aumenté el ritmo en los dos kilómetros siguientes, que son un continuo sube y baja, para luego acelerar otro poco ritmo hasta el kilómetro ocho y medio, que vuelve a ser un tramo de bajada. A partir de ahí me mantuve un poco conservador, teniendo en cuenta que el ultimo kilómetro es una subida muy intensa de casi setecientos u ochocientos metros. En todo momento las pulsaciones se mantuvieron entre 155 y 160 por minuto, salvo algún pico puntual mas alto, que se producía al culminar los tramos en cuesta. Al final el cronometro se paró en 54,15. Terminé contento y satisfecho. Había superado el bache del domingo y además había mejorado notablemente mi tiempo. Todo ello, con progresión continua, constante, aún cuando sea poco a poco.
La única preocupación, fue una pequeña molestia en el tendón lesionado el año pasado.
El martes volví a repetir la estrategia y el tiempo al final marcado fue de 54,30, una poco más elevado que el martes, pero con muy buenas sensaciones, sobre todo al terminar y lo mejor es que la molestia del tendón desparació completamente.
Por lo demás, voy observando como la recuperación de las pulsaciones al finalizar, cada día es mas rápida y disminuye la sensación de cansancio al terminar cada sesión.
Ayer jueves la salida salida a ritmo, un poco mas tranquilo en plan recuperación y no intentando superar las 145 pulsaciones. Objetivo cumplido y tiempo de 57,30.
Hoy me toca descanso y el sábado nuevamente salida larga, confío en repetir los 90 minutos y el domingo salida de recuperación.
Mi objetivo para las dos próximas semanas será consolidar los ritmos mantenidos el martes y el miércoles. Si puedo acercarme a los 54 mejor, pero en todo caso mantenerme por debajo de los 55 estaría bien, todo ello antes de intentar dar otro paso mas.
Creo que el objetivo de rebajar de los 50 minutos esta un poquito mas cerca y espero que antes de que finalice el año pueda conseguirlo.
Creo que ya está cerca mi debut en esto de las carreras (en principio y si cuadran las fechas será una de 8 kilómetros en diciembre) y quiero llegar bien a ese acontecimiento y hacer una carrera digna.
De momento, confió en que a pesar de los malos augurios que en lo meteorológico se preven para este puente, pueda cumplir el plan previsto.
La verdad es que el lunes festivo, supone un acicate mas para trabajar con intensidad el fin de semana. La perspectiva de descansar, de dormir un poco mas es como la guinda de un pastel muy goloso. Solo espero no empacharme.

lunes, 25 de octubre de 2010

FIN DE SEMANA COMPLETO


Completé la semana, cumpliendo esta vez sí y de forma íntegra el plan de entrenamiento previsto. Sobre todo, en lo que hace referencia a la salida larga del sábado. Esta vez, por ser la primera como Dios manda, decidí olvidarme de las distancias y simplemente dedicarme al tiempo. Mas o menos tenía planificado un recorrido, que venía a ser una mezcla entre el que habitualmente efectúo los días de entrenamiento semanal con nuevos tramos añadidos, dejando la puerta abierta a la posibilidad de modificarlo según me fuera encontrando. Así que el sábado a las 10 con una muy agradable mañana inicié el recorrido. Tenía la intención de seguir en todo momento el rango de pulsaciones, pero a los diez minutos mas o menos, mi pulsometro hacía verdaderas tonterías, marcando unos rangos de pulsaciones extraños, por lo que decidí no hacerle caso y dedicarme a correr de forma tranquila con el objetivo de completar los noventa minutos que, de forma aproximada me había marcado como objetivo para esa primera tirada larga.

La verdad es que fue una salida muy agradable. Llevé en todo momento un ritmo cómodo en el que en ningún instante me sentí forzado. La mañana también acompañaba y fue verdaderamente agradable el recorrer los alrededores de mi ciudad en esas primeras horas de la mañana del sábado. Al final el entrenamiento se fue hasta la hora y veinticinco minutos, habiendo recorrido, casi catorce kilómetros (según el google maps 13,700), terminando cómodo, bastante mejor de lo que pensaba. Eso sí, al final se hizo un poco cuesta arriba debido al calor que al final del recorrido me acompañó, pero terminé sin demasiado desgaste.
Finalizado el entreno, y tras la ducha, tocaba ir a la compra y disfrutar del resto del día con mi hija, la cual, con muy buen criterio decidió que el sábado era"día de pijama". Tarde en el sofá, durmiendo la siesta con una manta y luego viendo una película con Ale, algo de lectura y preparación de una cena rica para cuando mi parte contraria llegará de trabajar.
El domingo tocaba una salida en plan tranquilo, en plan recuperación. Me levanté temprano, tanto por el entreno como para ver la salida del GP de Corea de Formula Uno. (Soy asturiano y evidentemente fan de Fernando Alonso). A la vista de que la salida se retrasó, yo opté por la decisión contraría y a las nueve y media ya estaba corriendo. ¡Dios, como me costó esta salida!. Desde el inicio no tuve buenas sensaciones. Me sentía pesado, las piernas agarrotadas y con poco fuelle. Todo lo contrario que el sábado.
De verdad, hacía tiempo que no me notaba tan madero. Además, para terminar de completarlo, el viento en determinados tramos era bastante fuerte. Me costó un potosí terminar el entreno. Hubo algún momento en que estuve a punto de tirar la toalla, pero no lo hice. Era el recorrido habitual y en el mismo invertí casi tres minutos más que el último día. A pesar de todo y con verdadero sufrimiento terminé la salida. Lo hice bastante fatigado, sin resuello, pero al menos satisfecho por no haberlo dejado. Lo mejor de todo fue el cumplir con la salida y con el programa previsto, con lo que al final, en la semana pasada acumulé unos 54 kilómetros en los entrenamientos. Y el peso, sigue bajando, ayer 80,100 kg.
Por la tarde, descanso total y absoluto. Como diría el clásico, viendo la lluvía tras los cristales, aúnque en esta ocasión mas que lluvía fue diluvio. Satisfecho en conjunto por los resultados de la semana y tratando de recuperar fuerzas.
En esta semana que comienza, repito el mismo plan de entrenamiento. Así que hoy toca descanso y mañana a retomar los entrenamientos. A ver como se me dan. Hay que seguir golpeando con el martillo para lograr clavar bien el clavo.

viernes, 22 de octubre de 2010

EL PLACER DE CORRER POR CORRER

Hasta el momento la que está terminando, está siendo una buena semana. Por razones, digamos que logísticas he tenido que concentrar los entrenamientos en tres días, martes, miércoles y jueves, con lo que hoy me toca descanso, mañana sábado salida larga y el domingo salida de recuperación.
Los tres días de entrenamiento han sido muy buenos. En los tres me he encontrado muy bien. Poco a poco voy incrementando el ritmo de marcha en las salidas y he marcado ayer jueves, el que hasta ahora es el mejor tiempo de esta etapa. Cincuenta y seis minutos y doce segundos invertí en recorrer los diez kilómetros, lo que supone prácticamente una rebaja de cuatro minutos respecto al primer día en el que afronté esta distancia y que fue el pasado día 12 de octubre. Además, continúo rebajando el peso. Hoy estoy en 80 kilos 900 gramos, según la báscula.
Creo que no esta mal la evolución, pero lo mas importante creo que son las buenas sensaciones experimentadas. En todas las salidas he tenido la sensación de poder ir mas fuerte. Sensación que también me acompañó ayer, pese a que era el tercer día consecutivo de entrenamiento. Pese a ello, he seguido controlando las pulsaciones, no excediendome en ello y evitar el cebarme. En definitiva, continuo intentando correr y entrenar con cabeza y paciencia.En definitiva, me he encontrado redondo con un ritmo poco a poco mas exigente pero que puedo asumirlo con comodidad. Supongo que es el primer fruto visible derivado de la continuidad de los entrenamientos y del hecho de realizarlos con cabeza, de forma consciente y teniendo fijados unos objetivos realistas y claros. Y sobre todo creo que del convencimiento interno de que, al menos en mi caso, los resultados en esto del correr, los lograré con humildad, constancia, sacrificio, regularidad y por supuesto con un poco de suerte para evitar las lesiones u otros imponderables de similar naturaleza. Y sobre todo con ilusión y disfrutando de cada salida, sea mejor o peor. Al final, todo eso suma y todo eso hace que te acerques mas al objetivo propuesto.
Uno a veces lee por ahí objetivos absolutamente estratosféricos que se pretenden conseguir en tiempos absolutamente cortos y con entrenos, si se les puede denominar así, absolutamente irrisorios e inconstantes. Todos sabemos lo que cuesta bajar unos segundos al crono en cada salida. Por eso a veces, cuando leo esas afirmaciónes, surge en mi mente la duda de que si estarán hechas única y exclusivamente para polemizar. Por suerte, esto no es lo habitual.
No dudo en absoluto, antes al contrario, que el hecho de fijarse objetivos grandes o pequeños, da igual, es bueno. Es más, estoy convencido que todos los objetivos son grandes porque lo son de cada persona en concreto y para la misma es grande. Pero creo que sobre todo en esto del correr, los objetivos han de ser realistas y basados en nuestra condición física, en una buena planificación y sobre todo en la consciencia de nuestras capacidades reales. No basta con decir que uno puede. Yo mismo tengo un objetivo, a largo plazo en mente, correr algún día y terminar la Maraton de Nueva York. Pero para ello, antes tendré que afrontar muchas carreras de cinco, ocho o diez kilómetros, después unas cuantas medias y finalmente el maratón, el que sea antes de tratar de cumplir mi sueño. Todo ello aderezado de muchos kilometros y muchos días de entrenamiento.
A estas alturas, estoy seguro que si digo que mi objetivo es en tres meses bajar de las tres horas en una maratón, y que mi entrenamiento se reduce a tres kilómetros, tres dias a la semana, direis que algo ha fallado en mi raciocinio.
Si algo he aprendido durante todo este tiempo que llevo metido en esto del correr, es que la receta para conseguirlo llega siempre de la mano de la constancia, del sacrificio y de un entrenamiento coherente, amén de hacer acopio de los consejos y experiencias de todos aquellos que saben de esto, bien por experiencia propia, bien por estudio y conocimiento.
Estoy convencido de que, salvo aquellos que estén dotados genéticamente para esto, al resto de los mortales no nos queda otra alternativa que conjugar esos tres elementos que he citado, y seguramente habrá otros muchos mas por ahí que ahora se me escapan.
En esa marcha continúo empeñado y disfrutando plenamente del mero hecho de correr cinco días a la semana. Espero que durante mucho tiempo, esta forma de vida, esta afición o como queramos denominarla, me siga dando el mismo placer que a día de hoy. El placer de correr por correr.



PD.- Tortuga me está "retando" para que mi bautismo en esto de las carreras sea en la de Castrillón. Casi me tiene convencido. Ya hablaremos.

lunes, 18 de octubre de 2010

CORRER, VIVIR



Una semana mas ha pasado. Los entrenamientos han ido bien. He cumplido el plan previsto para el fin de semana, con sendas salidas una el sábado y otra el domingo, totalizando en total cuatro días de entreno y cuarenta kilómetros más a la espalda. Este fin de semana, como todos, las salidas han sido por la mañana, a primera hora. Sobre las 9,30 ya me encontraba enfrentando la larga recta de la avenida que conforma en el inicio del circuito. El tiempo ha estado revuelto, pero por suerte no me ha llovido en ninguno de los dos días. Eso sí, las temperaturas han bajado y eso, para mi, es bueno. Mi rendimiento es mejor con el frio. En todo caso, las sensaciones en estos dos entrenamientos de fin de semana han sido un poco extrañas. Al inicio frio en el ambiente. Neblina. Luego, cuando el día se ha despejado definitivamente y el sol lucía la temperatura ha ido subiendo, generando una especie de bochorno creo que derivado del alto porcentaje de humedad.
He corrido por calles mojadas. He corrido esquivando los charcos. He sudado. He sudado mucho Pero eso es lo que busco. Sudar significa esfuerzo y de verdad que me he esforzado, eso si, gustosamente.
De vez en cuando, mirada de reojo al pulsometro que llevaba en mi muñeca izquierda. Todo iba bien. La pulsaciones dentro del rango previsto. En la mano derecha la bola de papel que he formado con cuatro, si exactamente cuatro pañuelos de papel para secarme esa molesta gota de sudor que va directa a mis ojos y que suelo pasar por mi frente con cierta regularidad.
Pero en el fondo, no necesito el pulsometro para saber que voy bien. Siento que voy bien. Que voy con el ritmo justo. Includo hay momentos en los que siento que podrían ser eternos. Que deberían de ser eternos, pero no lo son. Son momentos en los que siento que podría correr sin límite, sin final.
Pero no es posible. Gracias a Dios no es posible.
He alcanzo el final del recorrido. Incremento de la velocidad para hacer un sprint durante los últimos metros. Ya esta. Se acabó. Camino mientras poco a poco bajan las pulsaciones. Me estiro. Disfruto de los estiramientos.
La mañana es luminosa, radiante, alegre. Me siento bien.
Han sido otros diez kilómetros y he bajado tiempo. Ayer domingo paré el crono en 57 minutos y 12 segundos. Casi tres minutos en una semana. No está mal.
Pero eso, ahora no es importante. Lo trascendente es mejorar en cada entreno cogiendo fondo y forma. Ese fondo y esa forma tan difícil de adquirir y tan fácil de perder. Lo importante es evitar lesiones, cuidar mi cuerpo. Cada día un poco mas fuerte, un poco más capaz.
Capaz de sufrir y capaz para entender y aceptar el sacrificio que supone mortificar el cuerpo con cada metro, con cada kilómetro recorrido.
Capacidad para recuperar su estado normal cuando finaliza el entrenamiento. Capacidad para disfrutar a tope de la ducha caliente, dejando resbalar durante minutos el agua por tu cuerpo. Capacidad para disfrutar del placer de sentarte y estirarte luego en el sofá, con la satisfacción de haber cumplido el plan previsto. Capacidad para descansar, dormitar dejando transcurrir la tarde gris y lluviosa del domingo.
En definitiva, capaz de hacer algo tan simple como correr, como vivir....tan simple, pero tan complejo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

VELOCIDAD DE CRUCERO



Ya ha finalizado el puente y he cumplido prácticamente en su integridad el plan previsto. Ha fallado la tirada larga que quería realizar el sábado, pero no así la salida. Por compromisos familiares del sábado y falta de tiempo, efectué la salida sobre la distancia habitual de los nueve kilómetros y medio tal y como venía realizando hasta ese día. Así pues las salidas fueron el sábado, domingo y martes. El sábado comenzó con un día muy, pero que muy nublado y lloviendo bastante intensamente a primera hora de la mañana. Tuve que hacer un poco de tiempo hasta que a eso de las diez menos cuarto, cuando decidió dejar de llover, pude salir. La temperatura agradable, pero una sensación de bochorno y humedad bastante intensa. Durante la primera mitad del recorrido no llovió, pero durante la segunda si. No solo llovió, diluvió. Antes de ponerme la capucha del chubasquero, y eso que llevo siempre mi gorra puesta, el agua me entraba por el cuello y salía por las mangas. Aún así disfruté de la salida y la cumplí hasta el final. Como siempre, una vez terminado el entreno, dejo de llover (casualidades) y el resto del día fue muy apacible en lo meteorológico. Cumpleaños de los hijos de unos muy buenos amigos, magnifica fabada y estupenda sobremesa con siesta incluida, remataron el sábado. Domingo descanso y lunes nuevamente la salida sobre la distancia habitual. Ese lunes sería el último día en el que correría la distancia de los nueve kilómetros y medio pues el martes me tocaba ya subir a los diez kilómetros, distancia que será la que de forma habitual afronte a partir de ahora en cada entrenamiento.
No se a los demás, pero para mi, los 10 kilómetros suponen un pequeño hito psicológico. Creo que es una distancia de referencia. Es una distancia de muchas carreras del calendario y con toda seguridad será la distancia que, una vez superado ese punto de miedo escénico que me producen las carreras, suponga mi bautismo en las mismas. Ahora y en esta fase de mis entrenos es, en principio la que marcará mi velocidad de crucero. La distancia que recorreré en cada salida.
La afronté el martes y decidí tomarme con tranquilidad el entrenamiento con el único objetivo de marcar un tiempo de referencia que sirviera por un lado como punto de partida y por otro para determinar el estado en el que me encuentro y con la intención de no superar en ningún momento las ciento cincuenta pulsaciones. Así que, con esos condicionantes, ayer por la mañana, con amenaza de lluvia salí a correr a las nueve y media y afronté el nuevo circuito que diseñe para la distancia. Es bastante completo, pues dada la orografía de mi ciudad, tiene cuestas, llanos, bajadas, en fin bastante completito. Por suerte no llovió y al final el crono marcó exactamente 1 hora y 13 segundos. Acabé bastante satisfecho. Hacía casi unos cuatro meses que no llegaba a esa distancia en un entrenamiento y creo que el tiempo, como punto de partida no ha estado mal. A partir de ahora, entro en una fase un poco más exigente, pero sin prisa, con paciencia, tomando poco a poco el pulso a la distancia y acumulando los entrenos y los kilómetros creo que en relativamente poco tiempo, podré alcanzar el objetivo que me había previsto, tratar de hacer la esos diez kilometros en torno a los 50 minutos, a finales de diciembre. Creo que podré conseguirlo. Solo queda mantenerme en mi altura y con mi velocidad de crucero.
PD.- Este fin de semana ya he sido incorporado oficialmente al BRT. Gracias Carles y pronto tendré mi ropa de correr rotulada con el logo.

viernes, 8 de octubre de 2010

PARADA IMPREVISTA.


En ocasiones los días, los sentimientos, las sensaciones, las situaciones son contradictorias. El pasado miércoles tuve que parar. No pude realizar el entrenamiento previsto. Apareció ese día en el que todo se te pone cuesta arriba y al final, todo ese cúmulo de circunstancias te hace absolutamente imposible cumplir el objetivo.
El miércoles pasado fue un día de perros. En lo climatológico el día fue absolutamente horrible, con lluvia intensa durante toda la jornada, viento y una importante bajada de temperatura. En el trabajo, día intenso por la acumulación de esas labores que necesariamente tienes que hacer para los clientes a inicios y finales de mes. Y para colmo de males, en casa, no había prácticamente nada en la nevera, por lo que necesariamente se hacía imperioso efectuar la pertiente expedición al Centro Comercial para recargar de viandas la desfallecida despensa familiar. En fin, que todos los dioses se aliaron para que el entreno se hiciera imposible.
Personalmente, el cambiar los planes ya previstos con una cierta antelación, me molesta muchísimo. Reconozco públicamente que esa circunstancia nunca la he llevado bien, debe de ser mi lado Asperger, aunque gracias a la edad y al tozudo entrenamiento del día a día, poco a poco voy minimizando los estragos que dicha circunstancia produce en mi carácter, rebajando así el grado de frustración que me genera. Y mas cuando, como el otro día, ya resignado a no salir y tratando de encontrar una excusa viable en la lluvia, cuando llegó la hora en la que debería de iniciar la salida, dejó de llover. Pero ya nada podía hacer, me encontraba empujando el carro de la compra en pleno centro comercial.
Perdido ese día de entreno, no me quedó otro remedio que esperar hasta ayer cuando nuevamente retomé el entreno. Al contrario que el miércoles, el jueves resultó un día absolutamente espectacular, casi veraniego. (al menos por aquí ha habido días en el verano peores que los de ayer.). Cielos despejados y un calor ciertamente pesado extendió su presencia durante todo el día, sensación que no desapareció a la hora del entrenamiento. Aun así, recorrí los nueve kilómetros y medio que me tocan en éstas salidas, con verdadero gusto, casi con delectación, disfrutando cada uno de los cincuenta minutos aproximadamente que duró el entreno, lo que hizo que se me olvidara completamente la sensación de frustración del miércoles. La verdad es que ese día esta perdido, pues siguiendo un buen consejo no pienso modificar la cadencia de las salidas, acumulando días de entreno y perdiendo los de descanso, pero frente a mi queda un largo fin de semana en el que por esta zona, parece que no se va a manifestar esa "tormenta perfecta" que anuncian los meteorólogos, con lo espero poder desarrollar y disfrutar sin problema el plan de entrenamiento previsto en el cual ya se incluirá, si todo va bien, la primera tirada larga de la temporada.
Así que espero disfrutar de los entrenos, descansos, familia, lectura y amigos durante estos días y que todo ello sirva para recargar la energía necesaria para afrontar el periodo de tiempo que nos quedan hasta el próximo puente.
Así que ya sabéis: a disfrutar estos días y pasarlo bien.

viernes, 1 de octubre de 2010

DIME QUIEN SOY

Búsqueda de uno mismo como corredor. Y en esa búsqueda ha finalizado una etapa mas, el mes de septiembre. Muy contento y satisfecho, 171 kilómetros acumulados en veinte días de entreno, a una media aproximada de nueve kilómetros por entrenamiento.
La evolución durante el mes, creo que ha sido muy buena, me noto menos cansado a la par que la capacidad de recuperación después de cada salida mejora notablemente. Cada día voy disfrutando mas de cada entrenamiento. Disfruto sintiéndome paso a paso mas ligero, mas cómodo y con mayor capacidad física para ir enfrentándome y asimilando las distancias que, siguiendo el programa establecido, voy subiendo cada dos semanas, mas o menos en un diez por ciento. A todo ello, he de sumar el hecho de que poco a poco, voy bajando de peso, mas o menos dos kilos en este mes. A mayor abundamiento de lo anterior, el hecho de que prácticamente las salidas sean ya de noche, con poca gente por las calles, reconociendo mis sensaciones, oyendo el golpeo de las zapatillas, me genera una sensación de intimidad muy agradable. El correr por zonas con la agradable iluminación de las farolas isabelinas que adornan esta ciudad, con esa luz ambar que desprenden provocando una atmósfera misteriosa, me genera una sensación similar a la que se puede experimentar cuando entras en una iglesia con la luz de las velas. De serenidad, de tranquilidad. Y sobre todo que me permite conocer mis propios límites e intentar superarlos cada entrenamiento. En definitiva, ir respondiéndome a esa pregunta que todos a nosostros mismos nos hacemos. Dime quien soy.
DIME QUIEN SOY es el título de la última novela de JULIA NAVARRO y novela que quiero recomendar hoy. El relato contempla un amplísimo espacio temporal que abarca desde la Dictadura de Primo de Rivera, hasta la actualidad. Magnifico trabajo de documentación y oficio de la autora que hace necesariamente que el lector se enganche muy rápidamente en las peripecias vitales de la protagonista de la historia, con un final absolutamente soprendente.
Grata lectura para profundizar en algunos de los aspectos más interesantes de nuestra historia, siendo absolutamente emocionante todo el periodo dedicado a la Segunda Guerra Mundial y sobre todo para mi, la escena de la desaparición de la protagonista en la noche de la caída del muro de Berlin, es una de las imágenes más potentes y emocionantes de toda la historia y de las más potentes que he leido en los últimos tiempos
La autora busca la novela total. La historia completa y redonda de una experiencia vital absolutamente fascinante. No es casualidad el éxito de ventas de esta novela, creo que la más completa de la obra de la Autora y la que genera un punto de inflexión evidente en la misma.