miércoles, 3 de diciembre de 2008

CRECIENDO


"Se ofende antes al que se quiere que al que se teme"
Nicolas de Macquiavelo

Ayer martes salí a correr, caída la tarde. Según el plan, tenía que rodas treinta y cinco minutos. Con mucho frío hice el recorrido y sorprendentemente al finalizar el mismo, y proceder a medir la distancia en Google, resultó que había recorrido siete kilómetros. La mayor distancia que he recorrido en ese margen de tiempo desde que me reenganche nuevamente al vicio de la carrera. Y lo mejor de todo, es que al finalizar, me encontraba muy cómodo y bastante fresco. Creo que voy notando los entrenamientos en mi forma física. Estoy creciendo en esto del correr.

Crecer. Ese creo que es nuestro destino. Cuando tras correr, volví a casa, ese fue el pensamiento que me surgió al ver a mi hija terminando sus deberes escolares. Crecer y ver crecer la vida, las personas, los sentimientos a nuestro alrededor. Como se conforma y adapta nuestro entorno, nuestra vida, nuestras aficiones, nuestros deseos y nuestros sueños.
Yo por ejemplo, solo aspiro a ver crecer plena y feliz a mi hija. Mi hija, tiene dieciseis años y no se si decir que presenta o padece, creo que mas bien lo primero, un trastorno del desarrollo, que se denomina Síndrome de Asperger, que le fue detectado hace unos cinco años. Hoy ya no es tan novedoso como cuando nuestro entorno familiar se rompió de una forma brutal cuando un ya lejano mes de octubre de 2.003, nuestra hija se nos rompió en mil pedazos, que hubo que recomponer y reconstruir muy poco a poco, conformando una nueva figura, bella, pero frágil. Hoy tiene 16 años y solo puedo decir, supongo que como todo padre, que tengo la hija más maravillosa del mundo. Un ser inteligente, sensible, dulce, que supone el objetivo vital más importante de todos a los que puedo aspirar.
Han sido años duros, de llorar, de sufrir, de alegrarse por cualquier mínimo avance por pequeño que éste fuera, pero poco a poco, tras aquél frenazo en seco ella ha ido recobrando su propia velocidad, recorriendo con mucho esfuerzo el camino por el que tenía que haber transitado sola. Hemos tenido que enseñarle y lo seguimos haciendo, lo que otros aprenden de forma innata. Pero poco a poco, su mirada limpia, su capacidad de sorpresa ante las pequeñas cosas de la vida, su sensibilidad, su sacrificio, su inteligencia, su amor por la música, la literatura, el cine, han ido conformando una nueva Alejandra. Y tengo que seguirla apoyando en su crecimiento, que al final no es otro crecimiento que el mio propio.
En definitiva, tenemos que caminar juntos, pero sobre todo crecer juntos.

Si quereís saber algo más del Síndrome de Asperger, aquí os dejo el enlace de la Federación Aspreger España:WWW. ASPERGER.ES

Por cierto, hoy unos mal nacidos han impedido seguir creciendo a un ser humano en Azpeitia. ¿Porque no desaparecen y nos dejan vivir y crecer en paz a los demás?


Martes: 7,020 km 35 minutos

3 comentarios:

Nombre dijo...

Lo que has escrito es una declaración de amor en toda regla.

Cada uno tenemos nuestras propias razones para escribir en un cuaderno y decidir enseñárselo a todos. En tu caso, veo que te muestras transparente y valiente. Me gustaría seguir leyendo sobre tí y tus progresos con la carrera contínua.

Gracias por compartirlo todo: tus ilusiones, tus alegrías y tus penas. En definitiva, de eso está hecho ese extraño cóctel al que llamamos "vida".

Syl dijo...

Pufffffff...qué preciosidad de post, betren...cuanto amor se respira en él!!!!

Conozco el síndrome por dos niños lindos de mi ciudad y puedo imaginar lo duro que puede ser.

Con ilusión y fuerza, todo se sobrelleva y si encima Alejandra tiene tantos valores especiales, más.

Besito.

betren dijo...

Commedia: Gracias por tu entrada y por tu interés. Como decía mi padre, estamos a la reciproca. Un abrazo.

Syl: Que puedo decirte. Pues que muchas gracias por los ánimos. Solo puedo decirte que lo escribí sin pensar. Haciendo caso al corazón única y exclusivamente. A veces es la mejor forma de expresar los sentimientos más profundos. Gracias y un beso.