sábado, 28 de febrero de 2009

RUMBO FIRME


Finaliza el mes de febrero y puedo afirmar que, en lo que hace referencia a los entrenamientos, en conjunto puedo confirmar la sensación de que estoy en la dirección correcta, pues tanto las sensaciones, como los días de entrenamiento realizados y los kilómetros acumulados están dentro de la linea de progresión que mi programa tiene establecido. Lo mejor de todo, no es solo el hecho de cumplir con los objetivos que en el papel se señalan, sino las sensaciones de mejoría que, cada semana voy notando, no solo en el mero aspecto físico, esto es ganando poco a poco resistencia e incrementando las distancias que en cada salida puedo realizar con mayor comodidad cada vez, sino lo que para mí es más importante ganando en fortaleza mental.
Es curioso ver o notar como, a la par que mantienes un entrenamiento de forma regular, con el incremento de los esfuerzos que el mismo te va exigiendo poco a poco, en la misma forma va incrementándose tu fuerza mental. Es decir la capacidad que tu cerebro va adquiriendo para permitirte el ir afrontando y superando los momentos de dificultad y agobio que ineludiblemente surgen en cada entrenamiento, sobre todo cuando estos son ya un poco exigentes.
Esa circunstancia, la de la fortaleza mental, la he notado especialmente hoy sábado cuando he realizado la tirada larga de la semana.
Según el plan de entrenamiento, hoy tenía que realizar una salida de ochenta y cinco minutos. Así que teniendo ya planificada tanto la distancia como el circuito a recorrer, a las nueve de la mañana inicié mi salida. He de reconocer que durante los primeros minutos, me encontraba bastante entumecido. Era una sensación similar a como si mis piernas fuesen uno de esos engranajes oxidados que necesitan una buena dosis de aceite para que se pongan a funcionar de forma correcta. La sensación me acompañó de forma bastante desagradable durante el primer kilómetro, haciéndose sentir de forma impertinente en ese primer tramo que para colmo, era una cuesta ascendente, no muy pronunciada pero si constante. Ahí tiré de cabeza y me oblige a mantener un ritmo tranquilo que poco a poco actuó como un balsamo sobre mis piernas. Superado este trance, las sensaciones tornaron a ser muy buenas. Fue como si en un momento determinado hubiese desaparecido el oxido de los rodamientos y estos funcionasen con suavidad y ritmo. Pues esas fueron las sensaciones que yo experimenté, notando como a cada kilómetro el ritmo era tranquilo pero absolutamente eficiente. Así llegue al momento en que me dio por mirar el reloj. Llevaba cuarenta y cinco minutos de carrera y una sensación de fortaleza me embargaba de forma francamente relevante. No sufría. Disfrutaba. Había superado el inicial momento de dificultad y en aquellos momentos avanzaba sintiendo la regularidad de las zancadas, del movimiento ritmicamente acompasado de mis brazos, de la respiracion tranquila, la cabeza alta, con seguridad. Estaba disfrutando con todos mis sentidos de la carrera, independientemente de que el recorrido fuera más o menos exigente. Me sentía absolutamente dominador de la situación. Era la primera vez que lo experimentaba. Y me gustaba. ¡Vaya como me gustaba¡
Continué de forma tranquila mi carrera, avanzando por sitios y lugares conocidos, disfrutando de la mañana y sintiéndome poseedor de la suficiente fortaleza mental como para afrontar esta salida, que constituía la mas larga en tiempo desde que hace seis meses inicie esta época "correril" de la que estoy disfrutando como un niño pequeño en día de reyes.
Tengo que reconocer que el último tramo, con mis "escaleras de rocky" particulares, se me hizo un poco largo, pero aún a pesar de ello, cuando llegue al final de mi destino, lo hice esprintando durante los últimos cien metros. Cuando mire el reloj no habían transcurrido los ochenta y cinco minutos previstos, sino que el tiempo transcurrido desde que inicie la salida era el de una hora y cuarto y los kilómetros recorridos eran catorce con setecientos cincuenta metros.
Terminé cansado pero satisfecho. Superé con cierta comodidad la barrera psicología que para mi suponía el estar corriendo más de una hora seguida. La verdad es que el resto del día mis piernas me están recordando el esfuerzo realizado en la mañana. Pero me lo están recordando con dulzura, con cariño, regalándome una sensación de absoluta placidez cuando me estiro en el sofá a dormitar y descansar. Tapado con la manta y disfrutando de ese estado de somnolencia al que como un nirvana he accedido después de la comida. Creo que mi cara de satisfacción hablaría por si misma. Un leve sonrisa de felicidad ha acompañado en ese sueño en el que los Mares del sur se extendían frente a mis ojos, bajo un sol cálido que brillaba en el cenit y la proa de mi barco, avanzaba firme y segura en el rumbo trazado por un mar absolutamente infinito.
Sabado 14,750 Km 75 minutos
RESUMEN MENSUAL
DIAS ENTRENADOS: 14
KILOMETROS: 131,388

4 comentarios:

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Oye, está genial esa tirada. Casi te sale a 5 minutos y muy poco el kilómetro. El cuerpo se va acostumbrando a lo bueno y a lo malo. El ir cargando poco a poco el entrenamiento, de forma progresiva, es una forma inteligente de lograr hacer tiradas largas sin sufrimiento.

Yo suelo dejar esas sesiones para el domingo por la mañana: de 15 a 20 km cuando estamos en condiciones.

betren dijo...

Gregorio: La verdad es que estoy muy contento de la evolución. Cuando hacía los primeros intentos por correr, lo hacía sin cabeza, sin método y eso al cabo de poco tiempo lo notaba. En cambió ahora, evidentemente que sufro, pero como tu muy bien dices, las tiradas largas son mucho mas llevaderas. Creo que leer vuestros blogs, los de los corredores expertos, me está siendo de gran ayuda. Saludos.

Nombre dijo...

Chico, tu corres mucho. Te faltará fondo (que ya estás en ello) pero como puedas mantener esos ritmos, no habrá quién te coja.

Me parece muy sabia la lección de incrementar poco a poco la carga de kilómetros. Es la mejor manera de coger confianza al tiempo que acostumbras al cuerpo y reduces el riesgo de lesiones. El apartado psicológico de las tiradas largas es fundamental, aparte de que ayuda a ingresar más kms. en tu particular banco de corredor.

Gracias por tu crónica, me ha sido de gran utilidad para recordar.

PD: soy de tierra adentro pero lo de la foto... bueno, que me muero de envidia.

Anónimo dijo...

pues me alegro que haya evolucion!!!

ahh las escaleras de rocky!!
que gracioso amigo mio..me has sacado la sonrisita del dia!!
besines y no des aun paso atras ni siquiera para tomar impulso!!!
besines!!!
:)sau