sábado, 27 de diciembre de 2008

INTERVALO




El hombre puede dibujar el mundo escribiendo
Jorge Luís Borges







Pues las vacaciones de Navidad siguen su curso.
Atrás ha quedado la celebración de la Nochebuena, en familia, al calor de una buena cena y de una buen lumbre. Los recuerdos de todos los seres queridos nos acompañaron, disfrutando a lo largo de la tarde de los mensajes telefónicos, de las cadenas de buenos deseos y del calor de la cocina. Mas allá de esa celebración, disfrutamos de los días, de forma tranquila, pausada, sintiendo el frio y el frente borrascoso que, en el día de ayer barrió el Pirineo catalán. En el valle en el que me encuentro, la nevada si bien no ha sido espectacular, al menos ha sido interesante y creo que mayor de lo inicialmente previsto por los meteorologos. Eso sí, el descenso de las temperaturas ha sido muy notable o al menos así parece deducirse del termometro que tenemos instalado en el exterior de casa. Ayer, la capital del valle se vió adornada por la continua nevada que sobre todo al mediodía fue bastante intensa.
Siempre me ha sorprendido, el silencio que suele producirse cuando nieva. Tanto cuando ello sucede en las ciudades como sobre todo en los pequeños pueblos montañeses. El pasear durante la nevada, hace que lo hagas como en una especie de burbuja, burbuja sobre todo generada por el ese silencio que, se adueña de forma general del entorno, roto por el ruido monocorde y monotono que general suelen provocar las cadenas instaladas en las ruedas delanteras de los pocos coches que suelen circular en tal coyuntura .
Por lo demás, ya he podido disfrutar de unas jornadas de esquí absolutamente espectaculares. La nieve, el cielo completamente azul, la temperatura muy agradable y muy poca gente en pistas, han permitido el que M.J. y yo el pasado día de Navidad, disfrutaramos de una mañana intensa de esquí, disfrutando de bajadas "a cañon". Son esas ocasiones en las que, verdaderamente disfrutas de tu afición, esquiando a un ritmo alto y exigente que, al finalizar la jornada hacen que tus rodillas se quejen, porque se tienen que quejar, pero no tus cuadriceps, que son los que no se tienen que quejar.
Después la comidad de Navidad, en compañia de Alejandra, que ese día prefirió quedarse en la cama mejor que subir a esquiar, ella es una experta esquiadora, un buen vino, una buena fogata en la chimenea y después de comer a dormitar mientras a través de la ventana, la tarde iba avanzando y la oscuridad hacía, como cada tarde que las altas montañas que rodean a éste hermoso valle, se fueran desdibujando lentamente y volvieran a ser el territorio para el rebeco, el buho y el lobo.
Hoy sábado, descanso y salida para efectuar compras por la capital del valle.
Mañana, si las condiciones climatológicas lo permiten, procuraremos disfrutar de una nueva jornada de esquí.

martes, 23 de diciembre de 2008

Y LA VIDA SIGUE IGUAL....

El beso es una forma de dialogo
George Sand

Pues eso, ya ha pasado el día de la Lotería y la inmensa mayoría de todos nosostros, seguimos igual. Hemos disfrutado de la mañana con nuestras ensoñaciones por si nos tocaba con el dedo la diosa fortuna, pero al final nos consolamos con que la buena salud nos acompañe y en la confianza de que el reparto de los premios haya sido justo y equitativo y que al menos haya alcanzando a personas que lo necesiten verdaderamente.
Todos los años desde que tengo uso de razón siempre ha sido igual. El soniquete de los niños de San Ildefonso, en las mañanas del día 22 de diciembre ha constituido el preludio sonoro de las vacaciones de Navidad. De los viajes a casa de los familiares, del adorno de la casa con sus espumillones y bolas de colores, de la instalación de los arbolitos de Navidad, del Nacimiento, en fin del inicio de una hermosa época del año, en la que, a pesar del exceso y del empalago, a todos, siempre nos sorprenderá el asalto del nudo en la garganta y de la lágrima sentida en algún momento de las mismas, como signo de una cierta sensibilidad y sentimiento profundo. El recuerdo de los seres queridos que no estan y ya no podrán volver, de aquellos otros que si podrán volver pero que están lejos nos envuelve de una forma tierna y sentida. Los ojos de nuestros pequeños, abiertos a todo aquello que les rodea, de las luces, de las canciones, de los sentimientos a flor de piel, en definitiva llenos de ilusión.
Con eso me quiero quedar, mas allá de los atracones de todo tipo, de los excesos que muchas veces realizamos sin medida alguna, de alguna que otra reunión forzada, de ese cuñado insoportable que en las cenas o comidas nos toca siempre al lado de la mesa. No dejan de ser ritos y costumbres, que, a pesar de algún que otro inconveniente, en definitiva son un intento de reconciliarnos con la vida. Al final, siempre nos quedará el calor familiar, el calor humano que nos va rodear y del que en definitiva, debemos dar gracias por tenerlo, por compartirlo y en definitiva por sentirlo.
Yo, hoy por la tarde inicio mi vuelta a casa por navidad, serán siete horas de coche que me llevarán a un hermoso valle pirenaico, nevado y frío, en el que en compañía de mi pequeña familia disfrutaré de ella , de sus risas, de sus sonrisas, de su aprecio y de su amor. No podré correr, pero podré esquiar, otra de mis pasiones, sentiré el frió en la cara en las limpias mañanas y al anochecer, entrare en casa y me sentaré al lado del fuego y un año más veré la vida pasar, hoy igual que ayer, y espero que igual que mañana. Son días de paréntesis, de descanso, de desconexión de la agitación diaria. Son días en los que, de alguna manera, el tiempo se detiene y como en un bucle infinito, acuden a mi los recuerdos de mis otras cuarenta y siete navidades pasadas. Añoraré a los que no están, disfrutaré con los que están y con los que vengan, en definitiva me dejaré envolver por la música de los villancicos, el sabor del turrón y finalmente levantaré mi copa de cava, por mi familia, por mis amigos y conocidos. Me acordaré de los desfavorecidos, de los injustamente tratados por el mundo y la vida, y así, paso a paso, tras la navidad vendrá el año nuevo, y así, de una forma imperceptible pero inexorable, el mundo seguirá girando y la vida seguirá discurriendo....
A todos los que me hacéis el gran honor de compartir unos minutos leyendo estas pequeñas reflexiones, mis mejores deseos en estas fechas.
Simplemente y hoy mas que nunca, Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

¡¡¡¡¡FELICES FIESTAS!!!!!

viernes, 12 de diciembre de 2008

HORIZONTES INFINITOS





A veces lo imposible es posible
Anónimo



La semana parece que se ha ido reconduciendo por su propio transcurso. Ayer Jueves pude realizar el entrenamiento previsto con normalidad. Dejó de llover y aún cuando el frío se dejaba sentir con cierta intensidad, no fue obstáculo para que efectuara el entrenamiento con absoluta normalidad. Es más, el hecho de correr con una temperatura baja, creo que hasta me resulta gratificante. Me gusta y es placentero el hecho de sentir como los músculos se van calentando, como tu cuerpo lucha contra el frío exterior y poco a poco, zancada a zancada alcanzas esa temperatura idónea para realizar de forma relativamente cómoda el entrenamiento previsto. Ese entrenamiento, esa carrera en la que de alguna manera intentas alcanzar tu propio horizonte mas o menos infinito.
Horizontes infinitos, creo que esa es la perspectiva con la que debemos de afrontar los retos que a cada uno nos otorga y concede la vida. Si, conceder creo que ese es el verbo adecuado.
Hemos de mirar hacia unos horizontes infinitos como elementos delimitadores de nuestras aspiraciones. Sea donde estemos; veamos lo que veamos desde nuestra ventanas. Porque en definitiva, no es el paisaje físico que nos circunda, el que vemos en nuestra ciudad, en nuestro entorno, el que ha de constituir el límite para alcanzar el desarrollo de nuestra autentica personalidad, del desarrollo de nuestro yo más intimo.
Hablando de forma metafórica, no es esa pared, no es ese edificio que encontramos al alzar la persiana de nuestra ventana o al descorrer la cortina, nuestro limite. Tampoco lo debe de ser el horizonte limitado que, con nuestros ojos físicos vemos al salir de casa. Son otros ojos con los que debemos de mirar. Son otros espejos donde debemos de mirar. No son nuestras percepciones del exterior las que han de limitar nuestros objetivos, y sobre todo limitar nuestro desarrollo como personas. No debemos de conformarnos con pequeñeces. No debemos acobardarnos con las limitaciones que necesariamente como humanos nos encontramos cuando desarrollamos nuestra vida, cuando transitamos por nuestro camino. Nuestras esperanzas, nuestras aspiraciones han de ir mas allá de nuestros, en principio, infranqueables límites. Nuestro reto ha de ser excelso, en el sentido de que ha de trascender a nuestras flaquezas. Y ello es posible, lo he visto en muchas personas que, cada día luchan y cada día triunfan, que cada día vencen esas limitaciones que a priori las incapacitarían para afrontar cualquier actividad que, para los demás supondría una nimiedad.
Es como cuando corremos. Si, la carrera o el objetivo de terminar el entrenamiento diario, la satisfacción que habitualmente alcanzamos cuando estiramos nuestros músculos una vez finiquitada el entreno. O una de esas múltiples competiciones populares en las que aspiramos, simplemente a acabar, sea en el puesto que sea, reflejan necesariamente ese sentimiento que trasciende nuestra pequeñez como seres humanos y en definitiva deja esa huella, más allá de ese cotidiano devenir y en definitiva nos eleva un poco mas allá de la habitualidad repetida a diario, del aburrimiento y del hartazgo al que en muchas ocasiones no lleva nuestra trato diario con los distintos entornos que nos rodean.
Vengo de una de esas comidas de Navidad, tan habituales en estas fechas. Me hice el propósito de observar con una cierta distancia el conjunto de relaciones que se podían desarrollar entre las personas que asistían la misma.
Por suerte, ninguno de los presentes era ni mi jefe ni yo era su subordinado. Tampoco yo soy jefe y tampoco tengo subordinaros. Ejerzo una profesión liberal y esas servidumbres, en principio me son absolutamente ajenas.
Asistía como tercero ajeno, aun cuando con una relación establecida por unas concretas circunstancias coyunturales y me he sentido avergonzado. Me sigue sorprendiendo, aunque creo que cada día mi sorpresa debiera de ser menor, al observar la artificialidad con la que nos relacionamos. Como acudimos y hacemos uso de los tópicos en esas relaciones personales. En definitiva, como no somos sinceros, como no nos mostramos de verdad.
Por suerte, en medio de la reunión mi mente comenzó a evadirse, y comenzó a buscar sus propios horizontes. Por suerte, tengo una vía de escape para que mi mente pueda volar. Para que pueda iniciar el tránsito hacía esos horizontes infinitos. Horizontes infinitos que muchos tenemos y que se constituyen como la argamasa que nos permite cimentar nuestra propia realidad y mantener el equilibrio en éste mundo maravilloso, pero en muchas ocasiones también desquiciado.
Siempre, como se decía en París en aquel mayo inolvidable y utópico, lo imposible puede ser posible y la playa estará siempre esperándonos debajo de los adoquines. ¿A que sería bonito?.

Jueves: 7,200 Km 39 minutos

miércoles, 10 de diciembre de 2008

RECALCULANDO...

"Amar por amar y romper a llorar"
Amaral


Pues ya ha pasado el puente. Otra vez, como diría Calderón, amarrados estamos al duro banco del trabajo, de la vida diaria, de las preocupaciones, de las alegrías, de los enfados, de los desenfados, en fin en definitiva incorporados a nuestro ritmo ordinario.
Desde el punto de vista de los entrenamientos, el puente ha sido francamente lamentable. Solo pude salir un día es el sábado pasado y a la media hora de entreno, no se si porque la hora no era la mas adecuada, salí a eso de las cinco y media, cuando lo normal sea el que lo haga a las siete de la mañana o sobre las ocho de la tarde, padecí lo que vulgarmente se llama una "pájara". Una autentica, real y monumental "pájara". No fue porque me encontrara mal físicamente o estuviera incubando algún catarro o gripe características de esta época del año. Al contrario, incié el entreno con un buen ritmo y buenas sensaciónes, pero de repente fue como si todas mis fuerzas me hubiesen abandonado. Era incapaz de dar un paso, con una sensación de agotamiento absoluto de las reservas internas y sintiendo una autentica disociación entre lo que mi mente exigía y lo que mi cuerpo podía dar.
Leyendo los blogs de algunos otros corredores, he podido obsrevar que la situación, aún cuando no se deba a las mismas razones, es más que generalizada. No se si será que estamos acabando el otoño. No se si son las duras condiciones climatológicas que en estos días se están dando al menos en el norte, no se si una situación sobreentrenamiento, lo que de alguna manera hace que un extraño y desconocido mecanismo mental, generere estas situaciones de agotamiento y de cierto abandono temporal.Cuando terminé ese "entreno", me encontraba de muy mal humor, frustrado y vencido. Al final decidí que cabreandome no conseguía nada, asi que decidí obviarlo, aparcar por estos días las zapatillas y descansar el fin de semana disfrutando de la familia y de los amigos. Y eso es lo que hice, pues en el aspecto personal el balance del puente fue muy agradable. El viernes cena tranquila con la familia en casa , el sábado celebramos el cumpleaños de la hija de unos amigos argentinos y aprovechamos para despedirlos pues marchan a pasar las navidades a Buenos Aires. El domingo cayó una buena fabada y el lunes estrené la temporada de esqui. Fue muy agradable volver a deslizarme por el blanco elemento, en compañia de M.J., haciendo alguna que otra bajada intensa para producir una buena dosis de adrenalina. La verdad es que ya tenía ganas.
Por lo tanto, no salí a correr pero disfruté de estos días y eso también merece muy mucho la pena.
El martes nuevamente al trabajo, con buenas espectativas para lo que resta de año y el inicio del próximo, lo cual, tal y como están las cosas resulta interesante. No salí a correr. La lluvia intensa que cayó en Oviedo (en un solo día llovió el equivalente a lo que durante todo el mes de septiembre fue registrado en ésta ciudad), me lo impidió, alargando este parón digamos que voluntario.
Cuando escribo estas líneas, ha salido el sol y ha parado de llover, por lo que confio en que hoy si pueda reanudar los entrenamientos y recuperar en el resto de semana un ritmo mas o menos decente.
Esta situación es como cuando , bien por equivocación o por las circunstancias del transito, tu gps ha de iniciar el proceso de nueva determinación de la ruta a seguir. Pues eso, que iniciamos esa nueva ruta. Mientras tanto, recalculando.

PD.- Hoy es el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esos derechos que respetaremos a los seis asesinos detenidos días atras. Eso es lo que nos diferencia de ellos, nosotros sí somos humanos y respetamos sus derechos, aunque a veces ello nos sea muy duro.


Sabado: 7, 100 km 40 minutos.

viernes, 5 de diciembre de 2008

DE PUENTE A PUENTE....

"La pedantería tiene sus raíces en el corazón, no en la inteligencia"
(Frederich Heblel)

Pues ya estamos en las puertas del puente de la Constitución o de la Inmaculada, como cada uno prefiera. El éxodo de la gente hacia unos días de descanso, seguramente merecidos, se iniciará en la tarde de hoy viernes. Yo éste año, por determinados compromisos familiares no podré hacer la escapada habitual. Me reservaré para las Navidades. Pero en todo caso pienso pasarlo bien, hacer las salidas programadas, cenas o comidas con amigos y familia, lectura y sobre todo descanso. Lo mas importante es que el próximo martes, todos estemos de nuevo en nuestras casas, seguramente con menos dinero, con más deudas, la tarjeta temblando, alguna bronquilla en la mochila, alguna decepción, alguna sorpresa y con ese cansancio que genera el descanso, pero sobre todo, así lo deseo, con buenos recuerdos.
Cierto es que la crisis está golpeándonos a todos en mayor o menor medida, pero de forma constante e inmisericorde. Todos los días nos traen noticias cada vez más preocupantes. El paro asalta a muchas personas, la incertidumbre de un futuro sombrio está a la vuelta de cada esquina. La zozobra por hacer frente a los pagos, a las obligaciones adquiridas, no se si de forma consciente o inconsciente rondan a muchos, mientras que unos pocos, seguramente los más responsables de la situación, permanecen a resguardo de las veleidades del sistema, con sus patrimonios bien protegidos y con toda seguridad, con su futuro más que asegurado.
Aún así, no debemos de perder la esperanza de que este sistema, en alguna manera cambie. Que no sean los números y los beneficios contables los que marquen el desarrollo de nuestra sociedad y sean los que delimiten la frontera entre el éxito y el fracaso, tanto personal como colectivo. Debemos de soñar, debemos de exigir el cambio en la filosofia de occidente. Quizás también nosotros, de forma individual, debamos de cambiar. Modificar nuestra escala de valores, mirar a nuestro alrededor, ser más solidarios, mas respetuosos y sobre todo ser seres mas humanos.
Hemos de confiar sobre todo en nosotros mismos, tanto de forma individual como colectiva, pensando en que la noche es mas oscura cuando está a punto de amanecer y que, por lo tanto vamos a salir de esta etapa, y vamos a salir siendo mejores.
No hay que acudir a tratados económicos, para ver que esta Sociedad siempre ha avanzado en ciclos. El final del que hemos vivido es muy duro. Muy duro porque ese desarrollismo pasado se ha basado fundamentalmente en la especulación, en la avaricia, en el ansia de hacer dinero. Y cuando digo eso, no me estoy refiriendo con exclusividad a los grandes financieros o a las grandes empresas, sino que ha sido un sentimiento que se ha extendido a muchos sectores de la Sociedad.
Supongo que todos os acordareís de la famosa época del pelotazo, la que generó de alguna manera la ya también famos crisis post olimpica, alla por el año 1.992.
Parece que no hemos aprendido. Se confirma que el hombre es el animal que tropieza, dos, tres, cuatro veces en la misma piedra.
Pero creo que, aún a pesar de todo lo que nos rodea, de las dificultades que todos seguramente tenemos, no hemos de perder la esperanza de ver un cambio profundo en esta sociedad occidental, nihilista, consumista e insolidaria.
Por ello, espero que al contrario de los que pasa en el parchis, de puente a puente, no nos lleve la corriente y podamos agarrarnos a la esperanza, aún cuando sea como un clavo ardiendo.
Por lo demás, ayer jueves hice el entrenamiento programado. La verdad es que fue un poco angustioso, por cuanto que tras los fríos de estos días, la temperatura ha subido bastante y durante todo el recorrido, tuve una sensación mucho calor, sudando abundantemente. Además el viento era bastante fuerte, lo que en determinados tramos obstaculizaba bastante la marcha haciéndola incomoda y en algún momento apareció también la lluvia. No obstante cumplí con el objetivo, tanto de tiempo como de distancia por lo que me di por plenamente satisfecho con el entrenamiento de ayer, pues hice uso de la determinación interna de terminar y cumplir con el programa.
Hoy viernes descanso, y mañana sábado, salida larga. Y así poco a poco, entraré en una nueva semana.

Jueves: 9,540 Km 42 minutos

P.D. Mañana día 6 de diciembre, hace treinta años que en un día frío y lluvioso, lo hice por primera vez. Luego, lo he hecho muchas más veces. Hoy y tras el tiempo transcurrido
, sigo recordando con quien, como, cuando y donde lo hice. Nada como la primera vez. Hace treinta años, manifesté mi voluntad introduciendo una papeleta en una urna. Y desde entonces han sido muchas las ocasiones en las que todos hemos tenido esta oportunidad. ¡Felicidades a todos!

miércoles, 3 de diciembre de 2008

CRECIENDO


"Se ofende antes al que se quiere que al que se teme"
Nicolas de Macquiavelo

Ayer martes salí a correr, caída la tarde. Según el plan, tenía que rodas treinta y cinco minutos. Con mucho frío hice el recorrido y sorprendentemente al finalizar el mismo, y proceder a medir la distancia en Google, resultó que había recorrido siete kilómetros. La mayor distancia que he recorrido en ese margen de tiempo desde que me reenganche nuevamente al vicio de la carrera. Y lo mejor de todo, es que al finalizar, me encontraba muy cómodo y bastante fresco. Creo que voy notando los entrenamientos en mi forma física. Estoy creciendo en esto del correr.

Crecer. Ese creo que es nuestro destino. Cuando tras correr, volví a casa, ese fue el pensamiento que me surgió al ver a mi hija terminando sus deberes escolares. Crecer y ver crecer la vida, las personas, los sentimientos a nuestro alrededor. Como se conforma y adapta nuestro entorno, nuestra vida, nuestras aficiones, nuestros deseos y nuestros sueños.
Yo por ejemplo, solo aspiro a ver crecer plena y feliz a mi hija. Mi hija, tiene dieciseis años y no se si decir que presenta o padece, creo que mas bien lo primero, un trastorno del desarrollo, que se denomina Síndrome de Asperger, que le fue detectado hace unos cinco años. Hoy ya no es tan novedoso como cuando nuestro entorno familiar se rompió de una forma brutal cuando un ya lejano mes de octubre de 2.003, nuestra hija se nos rompió en mil pedazos, que hubo que recomponer y reconstruir muy poco a poco, conformando una nueva figura, bella, pero frágil. Hoy tiene 16 años y solo puedo decir, supongo que como todo padre, que tengo la hija más maravillosa del mundo. Un ser inteligente, sensible, dulce, que supone el objetivo vital más importante de todos a los que puedo aspirar.
Han sido años duros, de llorar, de sufrir, de alegrarse por cualquier mínimo avance por pequeño que éste fuera, pero poco a poco, tras aquél frenazo en seco ella ha ido recobrando su propia velocidad, recorriendo con mucho esfuerzo el camino por el que tenía que haber transitado sola. Hemos tenido que enseñarle y lo seguimos haciendo, lo que otros aprenden de forma innata. Pero poco a poco, su mirada limpia, su capacidad de sorpresa ante las pequeñas cosas de la vida, su sensibilidad, su sacrificio, su inteligencia, su amor por la música, la literatura, el cine, han ido conformando una nueva Alejandra. Y tengo que seguirla apoyando en su crecimiento, que al final no es otro crecimiento que el mio propio.
En definitiva, tenemos que caminar juntos, pero sobre todo crecer juntos.

Si quereís saber algo más del Síndrome de Asperger, aquí os dejo el enlace de la Federación Aspreger España:WWW. ASPERGER.ES

Por cierto, hoy unos mal nacidos han impedido seguir creciendo a un ser humano en Azpeitia. ¿Porque no desaparecen y nos dejan vivir y crecer en paz a los demás?


Martes: 7,020 km 35 minutos

martes, 2 de diciembre de 2008

GRACIAS JOAN BAPTISTA

"El conocimiento llega, pero la sabiduría permanece"
Tennyson


Ayer murió Joan Baptista Humet. No se si muchos lo recordarán o incluso lo conocerán. Para mi fue, mejor dicho es, uno de los mejores cantautores que he conocido. Una persona sencilla, honrada con su música, con su estilo de vida, con su compromiso. Según quienes le conocían personalmente, era un ser complejo y a la vez sencillo. Canciones como "Clara", "Terciopelo", "Que no soy yo", constituyen al menos para mi, parte del paisaje sonoro de una cierta etapa de mi vida, aquella que discurrió en ese tránsito que va desde la juventud a la madurez. Un cáncer de estómago se lo ha llevado. Era consciente del poco tiempo que le quedaba y aún así cuentan, quienes estuvieron cerca de él, que estaba sereno y sobre todo muy contento con el recital homenaje que otros muchos artistas iban a darle el próximo día 19 de diciembre en el Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona. A pesar de llevar mucho tiempo fuera del circuito musical, no le va a fallar ningún compañero.
Creo que el homenaje sigue en pie. Y así debe de ser. Hoy me siento un poco huérfano. Me queda aquel primer casette, luego sus discos, y para siempre el recuerdo de su música, sus letras claras, sencillas y contundentes y el recuerdo de su mirada clara. Y sobre todo me queda el recuerdo de su honradez en el campo musical. Hoy estoy triste, y me siento un poco más viejo.
Suena en mi cabeza, el silbido característico de "Clara" y el inicio de la letra de la canción.

"Clara , distinta Clara.
Extraña entre su gente,
Mirada ausente.
Clara a la deriva,
no tuvo suerte al elegir la puerta de salida,...".


La letra de esa canción, relata de manera poética, triste y a la vez hermosa y real, la descripción de ese solitario final que la heroína ha impuesto a mucha buena gente, seguramente a gentes que todos hemos tenido en nuestros círculos más cercanos.
Hoy no puedo ni quiero escribir más. La noticia me ha impactado y desde la tristeza que me ha producido quiero dar las gracias a Humet, por haber puesto fondo musical a una buena etapa y a que afloren en mi los recuerdos de un tiempo vivido intensamente.

¡Adeu y moltes gracies Joan!

sábado: 10,015 Km. 49 minutos
Lunes : 9,700 Km. 45 minutos

viernes, 28 de noviembre de 2008

UNA SEMANA MAS

"El hombre sabio aprende más de sus enemigos que el necio de sus amigos"
(Jacques Deval)

Bueno, pues ya estamos en puertas de un nuevo fin de semana. La verdad es que a estas alturas del año, al menos a mi me pasa, el tiempo transcurre con una velocidad vertiginosa y al menos esta semana a mi se me ha ido volando.

Ayer jueves, volví a salir a correr a la caída de la tarde y fue un buen entrenamiento. Casi diez kilómetros en 49 minutos, terminando con la sensación de necesitar seguir corriendo. En todo caso he ido enderezando el rumbo un poco extraviado que los entrenamientos habían adoptado al inicio de la semana.

Hoy me toca descanso, mañana una salida larga y el domingo una de recuperación tranquila. A partir del próximo lunes, se incrementan un poco el número de kilómetros a realizar semanalmente y también los tiempos de carrera. Comienzo el trabajo un poco más serio, cara al objetivo de junio y la verdad es que estoy bastante ilusionado con esa nueva etapa. Espero que el tiempo climatológico abra pequeñas ventanas que me permitan realizar el trabajo planificado.

Por lo demás, voy a descansar. Ha sido una semana intensa y por lo tanto quiero olvidarme de los expedientes que se acumulan en la mesa, las demandas sin contestar, los plazos que se agotan, las gestiones planificadas para la semana, el correo que contestar y que enviar, la contabilidad, los clientes. Todo ello va a quedar aparcado, que no olvidado hasta el próximo lunes. Mi hija, M.J., mis amigos y unas buenas risas me esperan. ¡Dios, como lo necesito!


Jueves: 9,980 Km 49 minutos

jueves, 27 de noviembre de 2008

AVANZAMOS

"El arte de vivir, consiste menos en eliminar nuestros problemas que en aprender a convivir con ellos"
Bernard Baruch


Pues como todo en la vida, tras la tempestad vuelve la calma. Tras un inicio de semana, absolutamente desesperanzador, climatológica y profesionalmente hablando, ayer miércoles las cosas volvieron a su cauce habitual.
Pude volver a correr, bajo una sensación de frío intenso, pero al menos no llovía y ese frío intenso, sorprendentemente hizo que el entrenamiento fuera agradable. Agradable, gratificante por cuanto que una vez entrado en calor, la sensación de frío en la cara pugnaba con el calor interior del cuerpo, despejando la nariz y sobre todo la cabeza, generando unas sensaciones de carrera muy buenas. Buenas sensaciones también debidas quizás al día más de descanso que forzosamente me vi obligado a mantener. En definitiva, fueron unos cincuenta minutos intensos de carrera, a un ritmo cómodo en los que intenté hacer un par de kilómetros más que los inicialmente previstos tratando no perder la carga prevista para ésta semana.
Profesionalmente hablando, si bien el lunes no pasará a la historia como uno de los mejores días, el martes tuve una buena compensación, sobre todo fue en el aspecto personal en el que me vi gratificado. Sentí el apoyo, la solidaridad y la defensa de mucha gente. No fui Gary Cooper solo ante el peligro. Todo el pueblo estaba en la calle y no escondido tras las ventanas. Desenmascaramos a los malos. A quienes pretendían y siguen pretendiendo, cambiar el rumbo de unos compromisos adquiridos con un colectivo profesional. Y los dejamos sin palabras. Solos en su arrogancia, en su incompetencia, en su improvisación y en su demagogia. Sin argumentos, ante los contundentes y acreditados reproches cargados de verdad y razón. Y lo que es más importante, creo que les rompimos su injusta estrategia. Ha sido un paso, ha sido una batalla, pero aún no hemos terminado la guerra. Pero como oí alguna vez, somos más y somos mejores, al margen de que la razón está de nuestro lado.
Si el lunes fue la cruz, el martes fue la cara. Siguen los problemas, pero conociéndolos, sabiendo su alcance y su dimensión, en primer lugar, podremos convivir con ellos sin que nos afecten demasiado, siendo esa la primera etapa, la segunda su eliminación. Consecuencia de todo ello, estoy contento. Vamos avanzando.

Miercoles: 9,200 km 50 minutos

lunes, 24 de noviembre de 2008

LUNES INVERNAL

"Intuición es la inteligencia que traspasa los límites de la velocidad"
(Anónimo)

Pues si, el invierno en su más cruda manifestación ha hecho aparición este lunes del mes de noviembre en el norte de España, con granizo, lluvia intensa y fría, ráfagas importantes de viento y notable bajada de las temperaturas. Y lo ha hecho hoy, pues el fin de semana, pese a estar nublado y tristón, no me impidió cumplir con mi salida larga programada para el sábado pasado. Diez kilómetros en cincuenta minutos, cumpliendo sobradamente el plan establecido.
Si bien las condiciones climatológicas extremas no me amilanan, sobre todo el frío, que me gusta, la lluvia y el granizo han impedido que hoy lunes, en la mañana haya podido realizar mi sesión de entrenamiento. Era prácticamente imposible el salir a correr, con lo que se han frustrado mis planes y como buen aspergiano que soy, ello me ha llevado a estar absolutamente contrariado durante todo el día. Pero también me contraría el hecho de que no se si hoy en la tarde voy a poder recuperar la salida. Las incógnitas son las mismas, continúa a estas horas lloviendo sin cesar, de forma contundente, y ademas a última hora de la tarde tengo una reunión de trabajo que se presenta, en principio bastante tensa e intensa, reunión con personas no agradables, encuentro para el que tendré que agotar una buena ración de las endorfinas acumuladas durante los entrenamientos.
Lo peor de todo es que, las previsiones meteorológicas vaticinan al menos la lluvia por lo menos hasta el próximo miércoles. E insisto, no me asusta el frío, al contrario me gusta. Soy esquiador y me gusta la montaña y estoy acostumbrado a esquiar a muchos grados bajo cero, pero lo que me coarta es la lluvia intensa y el contundente granizo.
Todo ello, lógicamente va a alterar mis entrenos, y seguramente me va a obligar a saltarme alguno de los previstos para esta semana, pero como decía Felipe II cuando el desastre de la Armada Invencible, "yo no envié mis naves a luchar contra los elementos", por lo que no me queda otra alternativa que la espera, no se si dulce o amarga, la paciencia y tirar en algún momento de la esperanza.
Así que aquí me encuentro, como una nao varada en la arena o resguardada en alguna amable bahía a la espera de que escampe el temporal que ahora arrecia y esperando a mejores y más amables brisas.
Y hablando de Armada Invencible, olé por nuestros chicos de la Copa Davis. Lo siento por varios amigos argentinos, con los que vi la final este fin de semana. La experiencia fue única. Hubo momentos en los que en vez de estar en el salón de una casa asturiana, era como si me encontrase en la cancha de Mar del Plata, rodeado de amigos ellos con la albiceleste, yo con la roja por supuesto.Nuestros jugadores, demostraron ser un equipo. Demostraron que, cuando el objetivo es ilusionante, se renuncian a las aspiraciones personales, se sacrifica uno por el equipo, por unos colores, cuando se siente a tu país apoyándote, tienes mucho ganado. Toda una lección. Como dice Pau Gasol en un anuncio, hoy en día "ser español no es un orgullo, es una responsabilidad".
Me alegré mucho, pero también abracé a mis amigos argentinos, a los que quiero entrañablemente y también me acordé de Sauvignona, otra bloguera entrañable de aquellas tierras que ha tenido la paciencia de leerme. Nosotros ya tenemos tres, vuestra será la próxima, estoy seguro. Eso si mientras no juguéis contra España.
Mientras, el viento fuera sigue soplando y llueve con intensidad, es un lunes invernal y tengo que seguir trabajando y no puedo salir a correr.


sábado: 10,060 Km 49 minutos

viernes, 21 de noviembre de 2008

TODO LO SE, TODO LO ENTIENDO

"Muchas personas se pierden las pequeñas alegrias mientras aguardan la felicidad"
(Pearl S. Buck)

Pues las semana, en lineas generales ha sido buena. Correrilmente, (Dios que palabro me ha salido), el miércoles y el jueves he seguido con los entrenamientos programados, realizando las dos salidas establecidas en esos días, salidas que he efectuado al anochecer obligado por razones de trabajo. En general, como ésta semana no es demasiado exigente, pues de lo que se trata antes de comenzar la fase de cierta calidad, es efectuar una transición tranquila e ir adquiriendo fondo tranquilamente, las salidas han sido agradables, aún cuando el miércoles, cuando llevaba unos quince minutos corriendo me entró el famoso "flato". Fueron un par de minutos o tres en los que sentí la punzada en el costado, pero intentando controlar un poco la respiración, desapareció y el final de la sesión fue muy placentero, con la sensación y las ganas de seguir corriendo, de no parar, en definitiva de disfrutar con la carrera. Por lo demás, creo que en lo que llevamos de semana, el objetivo se ha cumplido. Hoy viernes descanso y mañana sábado tirada larga, pero tranquila.
En el tema laboral y político la semana ha sido intensa. Los finales de año siempre presentan la misma tendencia en las instituciones, elaboración de presupuestos, cierres, presiones por parte de los distintos departamentos para incluir sus objetivos y sus peticiones económicas, y en lo profesional los clientes inquiriendo en eso de "como va lo mio".
En todas estas facetas, siempre te encuentras al típico "todo lo se, todo lo entiendo". Es decir, el típico "toca narices" En mi caso se trata de una persona alta, de tez colorada, mirada un poco estrábica, peinado a lo Adolfo Suárez, afición a los gemelos llamativos y un poco demodé en su vestir. A eso hay que añadir la voz grave, la barriguilla un poco prominente, típica de algunos jugadores de golf (perdón a los jugadores de golf) y que siempre, hables de lo que hables, plantees lo que plantees, informes de lo que informes, siempre tiene algo que decir, siempre tiene algo que opinar, tenga o no relación con el tema de lo que estés tratando.
El otro día leí en un artículo en el se que trataba de explicar el porqué de la crisis financiera y económica, que uno de los elementos que habían tenido una notable trascendencia en la misma, radicaba en decisiones tomadas por ciertos ejecutivos o consejeros que, en un momento determinado, no supieron decir "no lo entiendo". Es decir que, antes que quedar como desconocedores de una materia, prefirieron tomas decisiones equivocadas.
Pues esa característica es la que se constituye como la principal virtud de mi particular "todo lo se, todo lo entiendo", botón de muestra de un tipo de profesionales, que antes de la sapiencia en la materia, prefieren el poco esfuerzo y el pavoneo. Dotado de una buena oratoria, es un auténticos encantador de serpientes. En definitiva, es como esos regalos que bien empaquetados en bonito papel y hermoso lazo, al abrirlos te encuentras con el típico sacacorchos. Fachada y decepción.
Creo que todos conocemos y sufrimos a nuestro "todo lo se, todo lo entiendo" particular, así que la mejor actitud que nos queda, no es otra que seguir nuestro camino sin hacerles el más mínimo caso. Al final no dejan de ser como los pasteles de merengue, mucha fachada y poca consistencia y si comes mucho, te empachan.


Martes: 8,338 Km. 40 minutos
Miércoles: 8,600 Km 40 minutos

miércoles, 19 de noviembre de 2008

ETAPAS

"Uno puede cerrar los ojos a la realidad, pero no a los recuerdos"
S. Jerzy Lec


Pues si, el fin de semana pasado, cumplí con la primera fase de mi plan de entrenamiento. Como decía en mi última entrada, el sábado pasado estaba señalado como objetivo un primer test, consistente en que debía de correr los diez kilómetros en un tiempo inferior a cincuenta y cinco minutos. Así que a las ocho y media de la mañana, estaba iniciando la prueba en cuestión. He de decir que al inicio comencé a un ritmo fuerte, que con posterioridad los kilómetros finales harían que me arrepintiera de ese alocado inicio. Pero en todo caso, he de señalar que me sentía bastante fuerte y eso que la noche anterior, me dormí bastante tarde como consecuencia de unos compromisos familiares.Los últimos tres kilómetros fueron bastante duros, sobre todo por la sensación de cansancio, quizás de no haber sabido dosificar mi ritmo, de una forma más regular en el inicio, pero en todo caso cuando finalicé el recorrido, mi cronometro marcaba unos, para mi, mas que meritorios 47 minutos con trece segundos, es decir, ocho minutos menos que el objetivo a cumplir.
Ni que decir tiene, que me sentí eufórico, contento y satisfecho y con la sensación del deber cumplido, y con una lección aprendida, la de saber dosificarme.
El domingo descanso y el lunes un nuevo objetivo y una nueva etapa, que espero culminar en junio y siendo el objetivo el poder realizar en forma mas o menos aceptable una media maratón.
esta nueva etapa la inicié el lunes, y en estas dos primeras semanas, consiste en rodajes de entre treinta y cinco y cuarenta y cinco minutos en días alternos con una salida larga, bien el sábado, bien el domingo.
Así que de momento, a disfrutar tranquilamente de este pequeño impasse antes de las fases más exigentes.
Hoy miércoles, voy a salir por la tarde, así que, a ver que ocurre y como me siento.
Por cierto, estoy muy feliz por la detención de esos dos asesinos en el Sur de Francia. Como decía un clásico, la justicia persigue al delincuente como la sombra al cuerpo. Se tarde más, o se tarde menos, todos ellos pagarán sus delitos. Todos quemamos etapas.

Sábado: 10,090 Km 47 minutos
Lunes : 6,850 Km 35 minutos

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA VIDA TE DA SORPRESAS

"La prisa es una forma visible de la preocupación"
(Anónimo)


Pues si, la vida te reserva un sinfín de recovecos, esquinas tras las cuales, normalmente te encuentras con sorpresas. Las mas de las veces, suelen ser buenas, agradables. Otras desagradables, pero yo ésta semana he tenido sorpresas, pero de las buenas.
El martes pasado, no pude salir a correr, por lo que decidí trasladar el entreno de ese día para el miércoles y el del miércoles al jueves. Así lo hice y el miércoles a primer hora, pertrechado con la impedimenta habitual, como se diría en términos militares, inicie la marcha a un ritmo bastante rápido y cómodo.
Hacía frío y lloviznaba a esa primera hora de la mañana. Al cabo de unos minutos, la lluvia comenzó a arreciar. Una lluvia fría que golpeaba mi cuerpo, protegido por las mallas y el cortaviento, pero un frío que, en vez de entumecerme, lo que hacía era que me sintiera más despierto, mas consciente, y sobre todo, no se porque, mas rápido que nunca.
Cada zancada, sorprendentemente me hacia avanzar más rápido, mas fluido, más eficaz, y sobre todo sin sensación alguna de cansancio.
Al final, efectuado el recorrido, de unos 7 kilómetros, paré el reloj en treinta y cinco minutos. Nunca había corrido a tal velocidad.
Es evidente que estos dos meses, en los que he corrido con cabeza, siguiendo un plan lógico y haciendo caso a los muchos buenos consejos y comentarios que he ido leyendo, están empezando a surtir el efecto pretendido, todo lo cual corrobora una evolución favorable, que hace dos meses solo podría haberse atisbado como milagrosa.
El jueves, no pude correr por la mañana, una reunión de trabajo a última hora del miércoles, acompañada de una pequeña cena y una conspirativa copa, hicieron que trasnochara por lo que trasladé el entrenamiento a la tarde de ese día, sobre las ocho y media, repitiendo el mismo circuito y el mismo tiempo que el día anterior, y ello con las mismas sensaciones.
Hoy, me toca descanso y mañana la salida larga. Salida larga que, en esta ocasión tiene un significado especial, pues se constituye como el primer test serio de mi programa. Tengo que correr los 10 km, en un tiempo inferior a los cincuenta y cinco minutos. Va a ser como el corolario lógico de ésta primera etapa de entrenamientos.
Espero conseguirlo, tengo buenas sensaciones, y lo que es más importante, tengo ganas. Será el cerrar esta primera etapa para comenzar una nueva, más ambiciosa y también más exigente.
Todo esto no es más que una faceta más de nuestra vida, cuando perseveras, cuando actúas con cabeza, cuando tienes los criterios claros y los objetivos definidos, cuando trabajas, normalmente, tienes sorpresas agradables, como la que yo tuve esta semana y que quiero compartir con los que me lean.

Miercoles: 6,970 Km 30 minutos
Jueves : 7,000 Km 30 minutos

martes, 11 de noviembre de 2008

YA FALTA MENOS



"La experiencia es igual que un cepillo de dientes, algo exclusivamente personal"
(Roland Dorgeles)



Cada día que pasa, es un día menos que falta para volver a nuestro pequeño paraíso, para sentir el aire puro y frío en la cara a primera hora de la mañana. Para volver a los paisajes inmensos y grandiosos. Para volver a sentir la sensación de deslizarnos en libertad, de tener los sentidos alerta y el ánimo sereno. De volver a disfrutar del pequeño valle, de la hoguera en la chimenea, de los fríos atardeceres, de la calidez de la gente. Todo ello en vuestra feliz compañía. Gracias a las dos por existir, por estar a mi lado y por comprenderme.
Hoy, descanso, mañana cuarenta y cinco minutos de carrera.

lunes, 10 de noviembre de 2008

MOMENTOS DECISIVOS

"El secreto del éxito a menudo lo publican quienes jamás lo alcanzaron"
(Michel Achard)

A lo largo de mi vida, supongo que como en la de todos, he ido acumulando un bagaje importante de momentos decisivos que han marcado notablemente mi tránsito vital. Momentos duros, momentos felices, éxitos, fracasos, encuentros, desencuentros, abandonos, momentos y circunstancias que, en definitiva siempre han significado un importante cambio de rumbo, o la modificación de tu escala de valores y prioridades.
Y el sábado pasado ha sido uno de ellos. Ha sido un momento decisivo en el que me he fijado una nueva meta, un nuevo objetivo. Cuando cumpla los cincuenta años quiero correr un maratón. Mejor dicho, quiero terminar un maratón. ¿El sueño? Correr la maratón de Nueva York. El término para ello, dos años. Si, ya se que en principio suena como un reto absolutamente exagerado, quizás gigantesco para una persona que como yo y a mi edad está en pañales en esto del correr.
Pero el pasado sábado, durante la salida larga que me tocaba en el plan de entrenamiento, la primera vez en la que me enfrentaba a ese tiempo y a la distancia fijada en el plan. En esa soledad de la hora y media que tenía por correr, en esos tramos interminables, rectos por los que avance y por los que sufrí, en esa inmensidad que para mi supusieron los quince kilómetros que corrí, tuve la sensación agradable de superarme, de dominar mi miedo, mi cansancio y mi dolor tanto físico como mental y fue en ese preciso momento, en el que me fije el reto.
La verdad es que en ningún momento creí que fuera poseedor de una capacidad de autoconvencimiento, de autocontrol, de sacrificio, sufrimiento y de superación como la que experimenté el sábado.
Casi puedo decir que fue como una experiencia mística. El descubrir que cuando crees sentir que todas tus fuerzas, están a punto de agotarse, cuando crees que vas a llegar al límite de tu capacidad de sufrimiento, siempre aparecen las reservas. Sorprendentemente descubres que sí, que todavía puedes, que todavía tienes energía para seguir, que no te doblegas a la tentación de parar, sino que tu cabeza y tu corazón de indican que si que puedes. Te repiten machaconamente, como si fuera un mantra que puedes seguir, que puedes llegar, que vas a vencer a la carretera, que vas a conseguir tu reto. Y ello aunque te duelan las plantas de los pies, que te queman, aunque el sudor te vaya empapando la frente y entrando en los ojos, aunque tengas los labios secos y blanquecinos por la saliva adherida a sus contornos, aun cuando el paladar y la lengua sean como un estropajo, a pesar de que tu mirada busque desesperadamente un punto de referencia en el que fijar tu mente. Al final puedes vencerte a tí mismo.
A pesar de todo eso, llevas tu cuerpo al límite y llegas. Y al llegar experimentas la satisfacción, el orgullo de haber superado el trance, levantas los brazos, respiras, doblas tu cuerpo, todos tus músculos te duelen, pero disfrutas del momento, disfrutas de tu cansancio y disfrutas de las bromas de los amigos incrédulos que te miran como si estuvieras loco. No saben lo que se pierden, aun cuando tus piernas parezcan dos troncos de madera, aun cuando necesites dos litros de agua para recuperar tu nivel, aún cuando no puedas con tu alma, sientes que has triunfado, y ese triunfo es tuyo, solamente tuyo, íntimamente tuyo. La recompensa al esfuerzo, la mirada incredula de mi hija, la mejor de las medallas y la sonrisa pícara de M.J. , el mejor de los laureles.
Luego, el disfrute con la familia y los amigos, las risas y por la tarde el descanso, el sueño el confort, en el convencimiento de que, definitivamente el sábado por la mañana, fue un momento decisivo.

P.D.: Ale, M.J., va por vosotras.

Jueves : 5,300 Km 35 minutos
Sábado : 14,750 Km 1 Hora y 20 minutos
Domingo: 6,790 km 35 minutos
Lunes: 6,200 Km 30 minutos

miércoles, 5 de noviembre de 2008

ilusiones y decepciones


"Aquel que busque venganza deberá de cavar dos tumbas, la de su enemigo...y la suya propia"
(Confucio)


Bueno, tras varios días de no poder escribir en el blog, hoy he encontrado un rato para trasladar al mismo las sensaciones de lo que llevamos de semana.
En líneas generales y en lo que hace referencia a los entrenamientos, he de decir que he cumplido con el programa. El sábado salida larga, sesenta y cinco minutos que hice temprano por la mañana, con bastante frío y una leve llovizna. La verdad es que, en principio tenía bastante miedo a la misma, pues era la primera vez, después de mucho tiempo, que me enfrentaba al reto de superar la hora corriendo, y la verdad es que cumplí. Efectué el recorrido por la ciudad, no pude ir a mi circuito boscoso pues las lluvias de la semana pasada lo habían dejado imposible de recorrer, pero aún así, creo que cumplí con creces los objetivos de dicho entreno, tanto en lo que se refiere a la distancia, como al tiempo. El domingo, recuperación, haciendo treinta y cinco minutos de trote tranquilo, también de mañana y con mucha comodidad. El lunes fue imposible correr, por la reanudación del temporal por lo que trasladé el entreno al martes, consistente sesenta minutos de carrera y finalmente hoy miércoles 50 minutos de carrera a a ritmo cercano al máximo.
La verdad es que las sensaciones que en mi se despiertan y que cada día voy experimentando en cada entrenamiento, hace que esté mucho mas ilusionado y satisfecho con la decisión tomada hace dos meses de volver a correr. Mi resistencia, mi capacidad de recuperación se va incrementando y ello hace que experimente una satisfacción y un orgullo por los avances que realizo.
Las mismas ilusiones que en mi despertó ver el domingo pasado la retransmisión de la Maratón de Nueva York, descansando adormilado en el sofá de casa, o la que hoy en la mañana me ha proporcionado la magnifica noticia de que Obama haya sido elegido presidente de los Estados Unidos. Ilusiones como hacía tiempo que no sentía, quizás debiera remontarme a las históricas elecciones en España de Octubre de 1.982, o la misma que sentí cuando tras el once de marzo, de 2.004 deseaba la salida y desaparición de los mentirosos. Solo espero que, al igual que aquellas, la elección de ayer sirva como inicio para la regeneración de un sistema político, económico y financiero mundial, en el que el "todo vale" nos ha llevado a la más absoluta descomposición de un sistema de valores, que resulta a todas luces ajena a las necesidades globales del mundo, siendo uno de sus máximos responsables, el hasta ahora absolutamente incompetente e incapaz presidente de los Estados Unidos George W. Bush, al cual le deseo se vaya al cuerno más lejano en compañía del señor de los cinco mil abdominales diarios.
en todo caso disfrutemos de éste momento trascendental de la historia, en el que el sueño de un hombre bueno, vilmente asesinado en los mediados de los sesenta del siglo pasado, se ha visto hecho realidad.
Pero las ilusiones se contrastan también con las decepciones, como las dos caras inseparables de una misma moneda. Esas decepciones tan íntimas que, en ocasiones te generan aquellos que consideras tus compañeros o camaradas y lo que es más importante, las que te generan aquellos que considerabas tus amigos. Decepciones que, como cuchillos desgarran tu alma, te hieren, te hacen sufrir y te angustian, preguntándote el porque de las mismas. El porque los valores, los principios, las ideas que siempre has defendido y que has compartido con ellos, se convierten en algo que estorba, que molesta y que hay que olvidar.
Pero esas heridas del alma, terminarán por cicatrizar y ello gracias a tu propia decisión, a la determinación por el mantenimiento firme de tus convicciones y por la fidelidad a tus ideas y de tus principios de siempre y que siempre han de permanecer inmutables en el horizonte de tu vida. Y si al final, por esas decepciones y por esos abandonos has de ir ligero de equipaje, ello merece la pena, siempre y cuando nunca tengas que desviar la mirada, manteniendo la cabeza alta.
En esa carrera que al fin y al cabo es la vida, al igual que cuando entrenas, has de afrontarla necesariamente solo, y con decisión, basándote en tu propio convencimiento y en la dosificación de tus fuerzas, asumiendo en definitiva, que en la política o en la vida, siempre eres un solitario corredor de fondo.

Sábado: 10,970 Km 60 minutos
Domingo 4,399 Km 30 minutos
Martes. 8,144 Km 45 minutos
Miércoles 6,997 Km 45 minutos

viernes, 31 de octubre de 2008

ANOCHECERES

Llegó el miércoles, y por fin pude salir a correr, aunque no en el horario habitual de las siete de la mañana, sino a última hora de la tarde, a eso de las ocho, momento en el que la meteorología fue benévola y me permitió, en un momento de respiro de las invernales y desapacibles condiciones el salir a correr. No llovía aún cuando la temperatura era bastante fresca (no creo que superáramos los 8 grados centígrados), así que convenientemente pertrechado he salido a cumplir con los treinta y cinco minutos programados para ese día.
Desde los primeros momentos, me sentí exultante, con buenísimas sensaciones, marcando un ritmo rápido, pero que me resultaba muy llevadero. El frío en la cara, ha hecho sentirme muy a gusto, limpiando, eliminando a cada zancada, a cada paso el intenso estres que la jornada laboral me había generado, en unos días bastante intensos de trabajo. Al final la salida fue de cuarenta minutos y la distancia recorrida unos siete kilómetros.
La verdad es que ha sido divertido el correr por la tarde, más que nada por la contraposición que sentía al respecto de la soledad que siento en la carrera matutina, Me resulta llamativo correr sorteando en ocasiones a personas solas, grupos familiares, paseantes de perritos y, resultaba también divertido observar como la gente, continua sorprendiéndose al ver a alguien, en éste caso a mi con mi metro ochenta y cinco que, enfundado en sus mayas, cortaviento y gorro, corre. Es más, que disfruta corriendo. Te miran, alguna sonrisa se escapa e incluso llegas a oír algún que otro comentario jocoso. Hay instantes en que te apetece animarles a correr. El gritarles: ¡Corred, corred!. Pero al final te callas, sigues tu camino y guardas para ti esa íntima satisfacción liberadora que te genera la esa concreta salida, esa concreta carrera, premio de cada día y sigues apreciando y disfrutando del atardecer a medida que te aceras al final del camino.
Tanto el miércoles como el jueves, pude hacer mis entrenos y hoy viernes, me toca descanso. Mañana, sábado toca la salida larga, sesenta y cinco minutos de carrera. En el horario habitual del amanecer, si el tiempo, por que la autoridad nada tiene que ver con esto, no me lo impide.

Miércoles: 7,100 Km 40 minutos.
Jueves : 5,200 Km 35 minutos

jueves, 30 de octubre de 2008

FRUSTRACION

Esta semana ha sido bastante complicada, tanto desde el punto de vista laboral como de entrenamientos, siendo debida ésta última a las adversas condiciones climatológicas que padecemos por el Norte de España, con lluvias intensas, nevadas y un invierno claramente anticipado, que me esta impidiendo seguir los entrenos con cierta regularidad.
Comenzando por el fin de semana, este fue francamente bueno. El sábado tenía establecido sesenta minutos de carrera, así que, decidido como estaba a cumplir a rajatabla con mi plan de entrenamiento, a las doce menos cuarto de la mañana, ya me encontraba en mi circuito favorito. Como contrapunto a esta desastrosa semana, la mañana del sábado fue espectacular, con un cielo azul esplendido y tanto el paisaje como la temperatura invitaban a la carrera, la cual comencé a buen ritmo, con el objetivo de agotar el tiempo previsto.
Mis sensaciones fueron estupendas y fui realizando una cómoda carrera hasta que me encontré por primera vez la pronunciada cuesta que marca el final del recorrido del circuito por el bosque. La afronté con decisión, casi diría que con temeridad, y lo acabé pagando. La carretera, la cuesta en definitiva, me puso en mi sitio agostando las fuerzas, constituyendo mi calvario particular que superé a duras penas, reduciendo mi ritmo hasta casi caminar para tratar de coronarla, lo que conseguí doblando casi el espinazo. El descenso fue absolutamente reconfortante lo que me hizo recuperar el resuello perdido. Me quedaban otros dos encuentros con la susodicha, pero en estas dos ocasiones, aprendida la lección y siendo fundamentalmente humilde, afronte las subidas con más tranquilidad, dosificando el esfuerzo y reduciendo el ritmo. Pude con ella, pero aún con esas precauciones, se me hicieron eternas. Mis piernas ardían y casi parecían de madera y el último descenso puedo afirmar que lo hice de forma absolutamente mecánica. Aún así, al final cumplí con los sesenta minutos previstos y rendí una distancia de casi diez kilómetros. Cansado pero feliz, me premié el esfuerzo con una reparadora cervecita en la terraza del club social, disfrutando del agradable solecito del mediodía.
El domingo fue un día de recuperación, treinta y cinco minutos de trote cómodo en un día, al igual que el sábado, estupendo.
El lunes, volví correr por la ciudad, otros cuarenta y cinco minutos, controlando el ritmo, dosificando el esfuerzo, para finalizar de forma rápida y cómodo.
Desgraciadamente, la felicidad no dura mucho, y el martes por la mañana se han frustrado mis planes. A las siete de la mañana, caían chuzos de punta, con lo que asumí que iba a tener un día de descanso forzado por las condiciones climáticas, con lo que solo pude esperar a que el martes hubiera escampado y tratar de realizar lo que hoy me fue imposible, por lo que no me quedó otra alternativa que cruzar los dedos y esperar a que no se frustraran mis esperanzas.
Es verdaderamente desoladora la sensación de impotencia cuando son las circunstancias ajenas a tu control las que te impiden el desarrollar cualquier acción, máxime cuando esta es deseada. Así que no mo quedó otra alternativa que esperar a que el dios Eolo y su cuadrilla de ayudantes se apiadaran de mi. Solo me restaba esperar a no frustrarme más. De todas maneras, estoy muy satisfecho del balance del fin de semana. Algo bueno que guardar en el zurrón.

Sabado: 60 minutos 9,300 Km.
Domingo: 40 minutos 6,100 Km.
Lunes: 35 minutos 5,000 Km

jueves, 23 de octubre de 2008

¡ QUE DURO !

Hoy, según mi plan de entrenamiento, me tocaban treinta minutos de carrera, así que a la hora habitual, a eso de las siete y cuarto de la mañana, me he puesto a ello. Nada más salir de casa, la sensación de frío era importante. Un termómetro cercano, marcaba los 5 grados centígrados, y una densa y fria niebla invadía la ciudad. He iniciado la marcha, y aun cuando en su conjunto las sensaciones físicas,han sido buenas, no se si por la intensidad del trabajo de estos últimos días, y por una serie de situaciones bastante estresantes en las que en los últimos tres días pasados me he visto inmerso, mentalmente no corría en buenas condiciones.
Así pues, he decidido variar mi recorrido, y ello con la intención de no agobiarme y de despejar mi cabeza, gracias al esfuerzo y al frio.
Y he ido improvisando el recorrido en función de lo que me iba encontrando. La verdad es que ha sido divertido el correr a esas horas, descubriendo nuevos sitios por donde trotar con cierta tranquilidad, alejado de las calles más transitadas a esas horas, en la placidez de los parques que a esa primera hora, siempre están solitarios. He descubierto una nueva perspectiva de alguno de los monumentos prerrománicos de mi ciudad. He ido descubriendo zancada a zancada nuevos parques y jardines por donde correr. Y a medida que iba avanzando, notando que mi ritmo era constante y cómodo, esa pesadez mental que inicialmente me lastraba como una losa, ha ido despareciendo. He notado como mi paso, cada vez era más amplio, más eficaz y sobre todo más constante, los que me ha permitido adquirir un ritmo un poco más rápido, pero absolutamente asumible.
Al final, y tras medirlo gracias a Google, resulta que he trazado un nuevo circuito de casi cinco kilómetros, habiendo invertido en recorrerlo un tiempo de 35 minutos, lo cual creo que no ha estado nada mal.
Abrazado por el frio, he estirado en el lugar de costumbre y he subido a casa, a reconfortarme con la ducha caliente. Me encontraba mucho mejor y más despejado. Todo ello, confirma aquel principio de que, si los comienzos son duros, los finales son mejores. Y es cierto, pero ha sido duro el comenzar.
Y también me ha corroborado, como el hecho de correr, el asumir el reto de esta solos sin más compañía que nosostros mismos, la soledad en la que estamos inmersos durante la carrera, nos ayuda a relativizar todo cuanto nos rodea, olvidar las mezquindades y los comportamientos poco éticos de algunos en los que quizás alguna vez hemos confiado y nos ayuda a tener la mente más clara. Y eso, en estos tiempos que corren, en los que parece que nadie se atreve a enfrentarse a su propia soledad, se agradece y lo que es más importante, creo que nos refuerza espiritualmente.
Mañana me toca descanso. El Sábado me espera una salida de sesenta minutos. Un nuevo reto. Ya tengo claro por donde va a discurrir mi marcha, y espero con ansiedad el inicio de esa ruta.
P.D.: A partir de hoy, iré reflejando en ésta bitácora, las distancias y los tiempos invertidos.
Hoy: Distancia : 4.738 metros
Tiempo: 35 minutos

miércoles, 22 de octubre de 2008

MIS OTROS PARAISOS

Si el último fin de semana descubrí mis paraísos cercanos, hoy día de descanso en mi entrenamiento, al salir de casa he notado la bajada de temperaturas, y he vuelto a sentir otra vez, la llamada que se repite cíclicamente cuando se acerca el invierno, al sentir el aire frío en la cara de mi otro paraíso, esta vez lejano, en un valle pirenaico, en el que también me encuentro completamente alejado de las preocupaciones diarias y de las bajezas morales de esta sociedad en la que nos desenvolvemos a diario.
Ha sido el recuerdo, el sentimiento de añoranza, el que me ha trasladado una vez mas a ese lugar hermoso, en el que, al igual que cuando corro, me aislo, me encuentro conmigo mismo, y recupero la perspectiva necesaria que me permite ver el camino que me marca la vida.
Mañana, otras vez saldré a correr, a disfrutar de mi paraíso cercano, mientras añoro el lejano.

lunes, 20 de octubre de 2008

PARAISOS CERCANOS

Este fin de semana, he descubierto un nuevo paraíso personal. He descubierto el placer de correr por un bosque, al lado de un río, rodeado de niebla, humedad y frío, todo ello en completa soledad.
Mi plan de entrenamiento me indicada que el sábado y el domingo tenía que hacer treinta y cinco minutos de carrera rápida, el primero y treinta minutos de trote el segundo de ellos. Como M.J., los fines de semana tiene entrenamiento de hípica a las diez de la mañana, y aprovechando que éste viernes Alejandra, nuestra hija, dormía en casa de los tíos, decidí hacer mi rodaje por los alrededores del centro hípico en el que entrena M.J..
Este centro hípico, se encuentra a unos catorce kilómetros de mi ciudad, y está rodeado de un paisaje verde, plagado de bosques, y lo que es más importante, de una serie de rutas que, preparadas hace años por la Confederación Hidrográfica del Norte de España, conforman una tupida red de circuitos, muy utilizados los fines de semana por jinetes a lomos de sus caballos, ciclistas y naturalmente, corredores o runners.
Pues bien, ahí me encontraba yo el sábado a las nueve y media de la mañana, en un amanecer fresco, rodeado de niebla, dispuesto a comenzar mi rodaje. Y ha sido en ese preciso instante, en el de comenzar a rodar, en el que me he encontrado casi de bruces con mi paraíso.
Parafraseando al escritor uruguayo Marciano Durán, he pasado entre árboles, he serpenteado por caminos de tierra, he trepado por cuestas empedradas, he cruzado puentes de madera, he pisado hojas secas, he saltado charcos, he pisado barro, he escuchado música al ritmo de mis piernas, he sentido los latidos de mi corazón, he oído mi propia respiración, he mirado hacia adelante, he olido el viento que cruzó entre robles y castaños. Me he sentido bien, solo conmigo mismo. He disfrutado de mi soledad y de mi esfuerzo.
Al final, en los dos días, los treinta o treinta y cinco minutos inicialmente programados, se han convertido en casi cincuenta minutos cada día, en casi nueve kilómetros, disfrutados, sufridos y placenteramente alcanzados.
Hoy lunes, me ha tocado salir, pero esta vez lo he hecho por la ciudad, por asfalto y acera. He cumplido el programa previsto para hoy, pero en mi cabeza me he ido deleitando con el recuerdo del camino a la orilla del río.
Resulta evidente, o al menos a mi me los parece que, necesitamos muy poco para disfrutar de la vida. Yo sólo necesito mis zapatillas, mi propio sudor y mi propio esfuerzo y mi ruta a orillas del río. Y la tarde de domingo, tumbado en el sofá, abrazando a mi hija, viendo una película juntos, dormitando, leyendo en el sofá o escuchando música. El mejor complemento para alcanzar el pleno disfrute de mi vida.
Por lo demás, sigo con mi plan de entrenamiento. Cada día me siento mejor, mi cuerpo se va adaptando y tolerando mejor la carga de kilómetros y de tiempo empleado en la carrera.
Cada día los pequeños avances que experimento, por pequeños que estos sean, los voy notando mentalmente y físicamente los voy agradeciendo. Mañana, otros cuarenta y cinco minutos de carrera continua y pasado descanso.
Cada vez queda menos tiempo para volver a disfrutar de mi paraíso cercano.

jueves, 16 de octubre de 2008

SERIES

Hoy me tocaban series. Según mi plan de entrenamiento, hoy tenía reservadas nueve series de quinientos metros cada una y que debía de alternar con un minuto de recuperación entra cada una de ellas, series claro esta que tenía que realizar a un ritmo más alto que el que vengo empleando en los rodajes.
He de señalar que era la primera vez que las realizaba, pues nunca antes me había hecho una planificación para mis actividades deportivas.
Así que, con toda mi buena voluntad y a eso de las siete y cuarto de la mañana, me dirigía al circuito que me he buscado para estos menesteres. Tras un leve calentamiento, inicie las series previstas.
La verdad es que, en conjunto, me ha resultado bastante más duro de lo que pensaba. Las tres primeras series las he realizado de forma bastante cómoda, con un ritmo más alto de lo que pretendía. Pero el segundo tercio ha sido duro. A un cierto bajón físico que se manifestó con un descenso del ritmo de la serie, quizás por haberme confiado en las anteriores, se ha añadido un importante esfuerzo mental.
Mucho hemos oído o leído acerca del famoso "muro" que los maratonianos suelen encontrarse alrededor del kilómetro treínta de la prueba, y como es necesaria para su superación, una extraordinaria fortaleza mental para superarlo, siendo ese, entre otros, una de las principales cualidades que diferencian a esos maratonianos del resto de los atletas.
Salvando, y nunca mejor dicho, las kilométricas diferencias que me separan, no ya de aquellos sino de cualquier corredor por modesto que éste sea, hoy me he topado con mi "muro".
La cuenta atrás del número de series que me quedaban por realizar, no solo se hizo interminable, sino que cada serie se hizo eterna, inacabable.
Resoplando y a duras penas, sufriendo cada zancada, he conseguido superar ese fatídico segundo tercio de series y sorprendentemente las tres ultimas de las previstas las he realizado con cierta comodidad, terminando el entreno relativamente fresco.
He superado mi primer muro y por eso estoy francamente satisfecho. Además, no se porqué, hoy me ha constado mucho menos levantarme de la cama y salir a correr.
Sigo descubriendo, cada día, la placentera sensación de correr en solitario, de conseguir cada pequeña meta que me supone cada zancada que doy. Sigo descubriendo el disfrute de llegar a casa, sudando pero reconfortado física y mentalmente.
Mucho había leído sobre la adicción que genera la carretera a todo aquél que en un momento determinado de su vida, decide correr. Es cierto, a pesar de lo duro que supone el iniciar esta actividad. Cada día que pasa, necesito más el correr. Mas necesito ese placentero sufrimiento que es la carrera en solitario.
Hoy además, como regalo, la báscula me dicho que pero ochenta y cuatro kilos, esto es cuatro menos de los que pesaba cuando comencé a correr hace ya casi un mes.
Mañana me toca descanso, pero pasado mañana afrontaré nuevamente mi muro, que me estará esperando y que confío en volver a superar.

martes, 14 de octubre de 2008

LLUVIA

Sigo con mi plan de entrenamiento. Con paciencia y constancia creo que, poco a poco voy a conseguir mi doble objetivo. Por un lado, mejorar mi forma física y por otro, el mejorar mi oxigenación mental.
Ayer me tocaban treinta y cinco minutos de carrera continua. A las siete y cuarto de la mañana, salía de mi casa para dirigirme al parque en el que realizo estos pequeños rodajes. A pesar de que los hombres del tiempo venían manifestando que se produciría un descenso de las temeperaturas, la primera sensación que tuve al salir a la calle fue la de bochorno y alto nivel de humedad. No obstante, una vez en el parque la temperatura era agradable para correr.
Inicié el rodaje y la verdad, es que me fui sintiendo muy cómodo. Creo que el ir planificando las salidas, respetándo los descansos, están haciendo que mi cuerpo, poco a poco se vaya sintiendo más adapato a los rodajes y de forma continua vaya asimilando y acumulando, mas que los kilometros recorridos, que también, sino los tiempos empleados en la carrera continua .
A los pocos minutos comenzó a llover, no de forma fuerte, pero sí con una cierta intensidad. Era la primera vez que corría bajo la lluvia, y la verdad es que fue una sensación satisfactoria.
Ese elemento climatológico bajo el cual estaba corriendo por primera ver, me obligó a desplegar una cierta precaución, pues al usar gafas, algunas gotas impactaban en los cristales, limitando mi visibilidad y no quería dar un mal paso, resbalar o caer.
Pero, en todo caso, sigo considerando que tuve una sensación gratificante, casí podría decir que reveladora.
Terminé mi programa satisfecho y reconfortado, tanto física como mentalmente. Cada día me sorprende el bienestar que tras cada carrera, cada sesión de entrenamiento me proporciona. Es duro el levantarse cada mañana tempradno, cuando el calor de la cama te abraza y la sensación de comodidad te aletarga; pero ese esfuerzo se ve recompensado por la satisfacción que voy experimientando durante el entrenamiento y sobre todo por la sensación de comodidad que me invade una vez duchado y desayunado, por todoas y cada uno de mis musculos. Mañana toca descanso. Pasado mañana nuevamente volveré a correr, en la confianza de que no voy a entrar en crisis.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Hoy he realizado mi segunda salida. La verdad es que por un momento, pense que no podía salir. Quízás haya sido la circunstancia imprudente por mi parte, de levantarme de la cama de forma apresurada, lo que me ha hecho comenzar a sudar en frio. Espero que solo fuera eso y no el miedo a salir a correr.
Unas palabras de "ánimo" de M.J. han servido de acicate rápido para, en un abrir y cerrar de ojos, me vistiese y me calzase las zapatillas decidido a efectuar mi salida.
Eran las siete y cuarto de la mañana, y ya me encontraba en el portal de casa, iniciando mi recorrido. Es cierto que todavía no tengo clara la distancia del circuito por el realizo estos primeros entrenamientos. Creo que supera de forma aproximada los cinco kilometros y medi, con posibilidades de incrementarlo un kilometro mas en la zona del Parque de Invierno. Según el programa que sigo, hoy me correspondían un máximo de veinte minutos de ejercicio, alternando series de dos minutos corriendo y otros dos minutos caminando rápido.
En principio, esa era mi intención, pero una vez corriendo, he decidido para no liarme, que la alternancia en los ritmos, la acompasaría a la duración de las canciones que fueran sonando en mi MP3. (Ya me he añadido una nueva obligación, mantener cargada la bateria del aparato e ir renovando el depósito musical del mismo).
Con esa decisión, he iniciado mi marcha a ritmo de trote y la verdad, es que me he ido sintiendo muy cómodo.
La verdad es que nuevamente la temperatura era muy agradable. No llovía y poca genta transitaba por las calles. Resultaba curiosos, en algún momento el contraste que ofrecía de vez en cuando, el cruzarme con gente joben que volvían a casa a esas horas o intentaban rematar una larga noche de juerga. (Estos días en mi ciudad se celebran las fiestas patronales y los conciertos se suceden durante toda la semana.)
Por otro lado, me cruzaba con gente que se dirigía a su trabajo, fundamentalmente funcionarios.
La verdad es que, este contraste, me ha hecho pensar. Ma ha gustado, durante muchos años, ser un ave nocturna. Creo que no ha habido fiesta a la que no hubiera acudido. Además, seguramente derivado de los años de estudio nocturno mientras estudiaba la carrera, solía ser el claro vencedor de aquellas maratones nocturnas, en busca de personales paraisos.
Pero la verdad es que, si bien ocasionalmente, y derivada de alguna obligación social, suelo repetir este tipo de vigilia, la verdad es que, en la mayoría de las ocasiones, esa actividad me resulta absolutamente inutil y aburrida.
El rito de la salida noctura, tal y como se manifiesta en estos tiempos, no deja de ser mas que una mera persecución de un único objetido en la mayoría de los casos: la pérdida de conciencia y la pérdida de control personal. Objetivo éste que se alcanza gracias a los más diversos instrumentos (alcohol, drogas, etc.).
No me considero un mojigato. A estas alturas de mi vida, creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme que lo he probado todo. Pero nunca, y creo que conozco a muchas personas de experiencia vital similar a la mia, ha sido el objetivo de esas excursiones nocturnas, la pérdida de la conciencia y del control.
Y con esto, no quiero decir que tal circunstancia nunca se hubiera producido. Al contrario, pero ello sucedía de forma espontánea y sin premeditación. No consistía en el objetivo. Surgía de un acontecimiento indeterminado, tras una noche de charla, tabaco y fundamentalmente, risas. Y nada más. llegaba la mañana y el mal cuerpo junto al dolor de cabeza era el único precio que tenía que pagar.
Por eso, me cuesta comprender como es posible que, el único objetivo semanal de mucha gente sea la llegada del viernes o del sábado para iniciar ese loco peregrinaje en busqueda de la perdida de la conciencia y del contro.
En definitiva, de perder la vida y el tiempor de forma absolutamente incosciente y sin sentido.
He alcanzado el Parque de Invierno. La neblina que surje del riachuelo que discurre por el fondo de la vaguada que ocupa este espacio, oculta el paisaje y los edificios que lo circundad. Sigo corriendo y me voy acercando al final de esta parte del recorrido. Me cruzo con otro corredor y nos saludamos con un solidario gesto.
Poco a poco, el cielo se va clareando y el sol triunfa nuevamente a la niebla. Llego al final de mi recorrido. Son las ocho de la mañana. Me encuentro cansado, pero con buenas sensaciones. He tardado un cuarto de hora menos que el primer día. Ya se que no puedo ofuscarme y que, debo de seguir con mi planificación, pero creo que este recorte en el tiempo invertido es una buena señal.
Estiro y subo a casa con un muy buen ánimo. Quien lo diría hace escasamente una hora. Mañana toca descansar. Creo que el engranaje está comenzando a funcionar

jueves, 18 de septiembre de 2008

Hecha la presentación de intenciones, he de manifestar que hoy he comentazo a correr. Bueno, lo que se dice correr toadavía no. Aún me falta bastante tiempo para recuperar la forma que tenía hace un par de años, momento en el cual podía correr mas de una hora, con cierta comodidad.
Para ser sinceros, he de reconocer que por donde hoy he comenzado, ha sido por realizar una rutina de marcha rápida, combinada con períodos de carrera lenta, de cinco minutos aproximadamente cada uno de ellos. Pero las sensaciones en su conjunto han sido buenas, agradables. La temperatura era perfecta esta mañana para hacer ejercicio.
Necesito volver a realizar esfuerzos físicos. Me he abandonado y eso, desgraciadamente se paga. No ya solo por el hecho físico de la opresión que te producen los pantalones en tu cintura, con lo incómodo y desagrable que ello resulta, sino más bien, porque esa concreta y limitada actividad física, supone un pequeño reto a superar cada día, y esa pequeña mortificación es el preludio de un estado de relajación posterior muy agradable.
He salido de casa a las siete y cuarto de la mañana, cuando mi ciudad comienza a despertar. Recorrer sus calles, alternando parques con avenidas ha sido muy placentero.
Aislado con mi mp3, al poco rato he comenzado a sudar. La boca se me ha secado, pero he seguido avanzando. A mi ritmo. Ha sido un momento de soledad completa. De aislamiento y esfuerzo. Ha sido un espacio de tiempor en el que no he pensado. Me he limitado a sentir, a estar alerta a las sensaciones de mi cuerpo a las que, poco a poco me he ido acostumbando nuevamente porque, ciertamente las tenía olvidadas.
He sufrido. Claro que he sufrido, pero me he esforzado, me he marcado un tiempo de carrera y al finalizarlo he sentido que lograba, al menos para mi fuero interno, un triunfo.
Me he ido cruzando con la gente que salía de sus casas. Me he cruzado también con otros que también corrían, que también sufrían y que también disfrutaban de esos momentos de aislamiento y soledad.
Poco a poco, esa sensación de sufrimiento, ha ido desapareciendo y ha sido sustituida por una sensación de cansancio que, poco a poco ha invadido tu cuerpo y tus sentidos.
Pero era un cansancio reparador, agradable que se ha ido incrementando a medida que me acercaba al final de mi recorrido. Y finalmente, lo he conseguido.
Por un lado me he sentido aliviado por llegar, más o menos cómodo al final. Por otro, he sentido desasosiego. desasosiego producido por tener que salir de esa burbuja temporal que durante la carrera me he construido, y ello, me ha molestado.
Terminé el recorrido, estiré y subí a casa.
La ducha caliente ha sido mi recompensa y he disfrutado de esos minutos en los que el agua me ha empapado y me ha regenerado. Me he vestido, he desayunado con M.J. y me he ido al trabajo, a enfrentarme otra vez y como todos, a esos frentes abiertos de mi vida.
Mis musculos han estado relajados y mi mente más despierta.
Mañana volveré a correr. Es mi hora de aislamiento. La hora de encontrarme conmigo mismo. Y el camino, la carretera, las calles estarán ahi, esperándome, fieles a su cita, obligándote a asumir ese pequeño reto de vencer la distancia, el cual aceptaré y lo afrontaré en la confianza de que, lo voy a conseguir y lo que es mas importante, lo voy a disfrutar.
Hace poco más de un mes, celebré mi cuarenta y ocho cumpleaños y quizás éste sea el instante de tratar de plasmar de alguna forma mis sentimientos, mis impresiones y mis sensaciones ante un nuevo período de mi vida, de tal forma que, de alguna manera esto constituya un ejercicio fundamentalmente de higiene mental.
No se que resultará de ésta idea y de ésta intención, pero creo que tengo la necesidad de sacar a la luz, como cuando hacemos limpieza de esos cuartos adormecidos por su falta de uso, esa intimidad que quiere aflroar por algún sitio. No pretendo realizar una obra literaria, ni tampoco un diario al modo clásico, sino quizas, al menos esa es mi intención, expresar los sentimientos que vayan aflorando en este tramo del viaje vital, y de esa forma construir el relato de una experiencia vital, que, como he dicho anteriormente, sirva, no tanto de balance de lo vivido, sino como instrumento de expresión de los sentimientos que me genera el resto de la vida que me queda por vivir.
Como en los libros de viaje, quizás el viajero no sea lo más importante de los mismos, sino los paisajes, en este caso vitales, tanto los pasados que acudan a mi memoria y por los que rezuman los recuerdos de lo vivido, como los que se me presentarán en el devenir sucesivo de mi existencia, con su segura carga de sensaciones que iré descubriendo a medida que se vayan presentando.
¿El instrumento?. Pues las sensaciones y pensamientos que me surjan en el intento de ir recobrando una forma física pérdida de forma alarmante en los últimos meses, intento que voy a materializar con la decisión de correr.