jueves, 2 de diciembre de 2010

SIGO A LA ESPERA

Hoy fui a recoger la Resonancia. Hasta el jueves que viene no tengo hora con el traumatologo. Mientras, sigo parado. Las molestias, poco a poco van despareciendo, pero aún de vez en cuando se manifiestan para recordarme que sigo parado.
Lo peor, de momento es la espera hasta tener el diagnostico definitivo. No me queda mas que tener paciencia.

sábado, 27 de noviembre de 2010

RESONANCIA MAGNETICA

Ayer viernes por la tarde, me hice la resonancia. Casi dos horas tumbado en la máquina. El miércoles, tendré los resultados y después nuevamente al traumatólogo. Espero tener en la semana que viene el diagnostico definitivo e iniciar la recuperación. Mientras tanto, las molestias, van remitiendo poco a poco.De momento solo me queda, esperar.

viernes, 26 de noviembre de 2010

ES LO QUE HAY

Con una caligrafía aceptable para ser de médico, el diagnostico inicial dice:

"Probable lesión meniscal externo. Rodilla Dolorosa. Descartar Condrolopatia rotuliana.Rogamos RNM rodilla derecha".
Por supuesto parada por lo menos hasta el resultado de la Resonancia. Esperemos acontecimientos, pero la moral, esta por los suelos. Es lo que hay.

viernes, 19 de noviembre de 2010

EN BLANCO


La semana ha pasado en blanco. Sin un kilómetro que contabilizar, pero no hay mal que por bien no venga. La recuperación del amago de gripe ha ido un poco mas lenta de lo deseado y me ha impedido entrenar esta semana. Ya me encuentro prácticamente recuperado, pero además, estos días de reposo han servido también para que las molestias que venía padeciendo en mi rodilla derecha, gracias a los antiinflamatorios y al descanso, hallan desaparecido totalmente.
La verdad es que esas molestias de la rodilla me venían preocupando un poco. Si bien no eran invalidantes para la carrera, lo cierto y verdad es que eran bastante molestas e incomodas. Así que aprovechando la coyuntura generada por esta semana de reposo obligado, ésta también ha servido para la recuperación. Aún me queda mucho que correr y también, dadas estas fechas, ya está presente en mi cabeza el inicio de la temporada de esquí, otra de mis grandes pasiones.
Ya falta poco para disfrutar de los parajes nevados, del frío de primera hora dándote en la cara. De arriesgar un poco por aquella pista a la que siempre tienes ganas o de aquél itinerario que todavía no te has atrevido. Disfrutar de esos días soleados y fríos, cuando hay poca gente en la estación. De padecer las ventiscas, la falta de relieve, la niebla. Ya están cerca las tardes descansando en casa al lado de la chimenea, mientras que a través de la ventana de casa ves anochecer y como los copos vuelven a caer, asegurándote una nueva capa de nieve en polvo para la mañana siguiente. Ya falta poco para disfrutar de la velocidad o del esquí tranquilo en familia. Y sobre todo, cada día falta menos para perderme en mi refugio del pirineo catalán. Y claro, para todo ello y como no podía ser de otra forma, mis rodillas deben de estar bien.
Todo apunta a que la temporada va a ser buena. Quizás no tanto como la del año pasado, pero con que se aproxime, me vale. Será un buen escenario para disfrutar a tope de las esquiadas y de hacer un poco el "cabra" por esos montes de Dios.
Mientras tanto, la intención es la de reiniciar mañana sábado los entrenamientos. Quiero hacer ya los 11 kilómetros por salida, carga que me tocaba haber realizado esta semana que está acabando.Y el domingo haré la tirada de los noventa minutos para de esta forma volver a la rutina habitual en la semana que viene.
Ha sido un inconveniente este parón forzoso, pero tratando de ver el lado positivo, también me ha servido para descansar y recuperar el cuerpo y la mente. Quizás, la semana no fuera tan blanca.

lunes, 15 de noviembre de 2010

NADA QUE DECIR, SALVO....

......fiebre, dolor de cabeza, articulaciones doloridas, nariz taponada, dolor de garganta, tos seca,..........en fin todo lo que hace que no puedas salir a correr. Fin de semana perdido en compañia del paracetamol y la manta. Ni salida el sábado ni salida el domingo. Es lo que hay. A ver si mañana puedo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

ASIMILANDO

Creo que estoy en plena fase de asimilación de los kilómetros y tiempos. Creo que mi cuerpo poco a poco, se va adaptando a ese ritmo de cinco entrenos y de ir acercándome al objetivo de los 60 kilómetros por semana. Pero no es fácil. Es evidente que ese proceso de asimilación no es lineal, sino que es un continuo sube y baja. Es un proceso en el que hay días absolutamente estupendos, en el que uno se cree capaz de correr todos los kilómetros del mundo, días que luego dejan paso a esos otros en el que todo cuesta, todo ese esfuerzo se convierte en un desnivel prácticamente insuperable.
Eso es lo que me ha pasado esta semana. Tras la salida del martes, que fue muy positiva, el miércoles tocaba recuperación, a un ritmo intermedio. Ya sin molestia alguna en mi rodilla derecha invertí en los 10 kilómetros 56.10 minutos. Pero el muro me lo encontré ayer. Los hados del running no estaban de mi lado. En primer lugar, he de decir que tras unos días fríos y borrascosos, ayer la temperatura subió notablemente. Hacía incluso calor. Calor que no es el mejor aliado para mi rendimiento. Inicié el entreno con buen ritmo, pero al poco ya me encontré con los primeros obstáculos: Todos los semáforos en rojo y abundante tráfico, lo cual me obligaba a parar, cortándome el ritmo. Además, no se porqué razón, mucha gente en la calle, lo que me obligaba a un verdadero slalom entre los viandantes para tratar de esquivarlos. todo esto ,incrementó el esfuerzo haciendo surgir en mí una sensación de agobio. No me encontraba cómodo. Para rematar la situación, a media salida suena el teléfono móvil (siempre lo llevo en un brazalete), por lo que nueva parada para atender la llamada telefónica. En definitiva, no se dieron las mejores condiciones para correr. Izé la bandera blanca y decidí limitarme a terminar la salida recorriendo la distancia programada. Todo esto hizo que al final del entrenamiento la sensación de cansancio y agotamiento e insatisfacción, fueran las dominantes
Esta claro que no puede uno luchar contra los imponderables y como decía el torero "lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible".
Hoy descanso y mañana tirada larga y el domingo salida de recuperación. A ver si continuo en este proceso de asimilación y no muero en el intento.
Y hablando de morir, "NO HAY QUE MORIR DOS VECES" (Ed. Planeta) es el título de una novela del escritor Francisco González Ledesma, que ha caído recientemente en mis manos gracias a una buena amiga, y que me ha sorprendido muy gratamente. No conocía al escritor, pero tras leer la novela he descubierto que se trata de un prolífico autor de novela negra, al que creo que puede calificarse como un auténtico maestro del género en España. He quedado absolutamente enganchado de la brillante prosa, de la descripción brillante de esa Barcelona contemporánea, negra que no sale habitualmente en las noticias. Cruda, descarnada, real, y a la vez entrañable y humana.
A medio camino entre la "Ciudad de los Prodigios" de Eduardo Mendoza y las aventuras del siempre añorado y presente Pepe Carvallo y su socio Biscuter parido de la genial mano del fallecido Manolo Vazquez Montalban o incluso de esa mágica Barcelona de las novlas de Carlos Ruiz Zafon (La sombra del viento).
He descubierto al inspector Ricardo Mendez, protagonista de la novela, personaje complejo pero real, al que quiero volver a encontrame y del que quiero volver a saber. Esta es la última de una serie de diez novelas que le tienen como protagonista y desde luego en él confluyen todas y cada una de las características que adornan a los grandes personajes de la literatura negra.
Si de alguna manera debiera de calificar esta novela, solo podría ser de una forma: magistral.
Una buena compañía para el fin de semana.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

ESTRENANDO

Ayer martes fue día de estreno. Llevaba ya algún tiempo necesitando un recambio para mis viejas, queridas y ya gastadas Mizuno. La verdad es que no tenía claro que tipo de zapatilla comprar. Seguir siendo fiel a la marca con la que siempre he corrido, o cambiar. La respuesta la encontré ayer. En Decatlhon, estan en plena semana del running y en general había una rebaja en los precios de determinadas marcas, entre ellas Nike. Así que tras consultar y mirar me decidí por esta marca y modelo (igualicas que las de la foto). Las otras, quedarán guardadas disfrutando del muy merecido descanso. A muchos sitios han venido conmigo y muchos kilómetros hemos compartido. Es curioso esa personificación que proyectamos a nuestras "zapas". Como les atribuimos cualidades, mas allá de las meramente técnicas e incluso, salvando las distancias, como llegamos a tener sentimientos por ellas. Será que somos un poco sentimentales.
Ni corto ni perezoso, ayer decidí estrenarlas y comenzar a domarlas poco a poco. No se si el día era el mas adecuado. Tocaba entreno de calidad. Llovió todo el día. Hizo frio. Sopló el viento con mucha intensidad, pero a las ocho y media surgió una ventana en la que la lluvia y el viento pararon.
Salvo unas gotas al principio, puede realizar el entreno completo. Buenas sensaciones con las zapatillas, aunque con las incomodidades propias del día de estreno. Pero por lo demás, me resultaron cómodas y con buena amortiguación.
El entreno bien, apurando para no mojarme y al final volví a rebajar el tiempo, marcando 54, 17 en los 10 kilómetros.
Fue un buen día de estreno, aunque al final, nuevamente aparecieron las molestias de la semana pasada en la rodilla derecha.
Veremos hoy que pasa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

DOLORIDO......

....pero feliz. Así acabe la tirada larga del sábado. Era la segunda vez en esta fase de entrenamientos en que me enfrentaba a los noventa minutos seguidos corriendo. Y esta vez lo hacía con miedo. Miedo generado por las molestias que se manifestaron los entrenamientos de la semana pasada, más en concreto a que estas se repitieran. Por suerte, ni rastro de ellas ni en la salida del sábado ni en la del domingo. Y sobre todo, por suerte, no aparecieron en la tirada larga, en ese concreto escalón de esa mortificación consciente y voluntaria a la que sometemos a nuestro cuerpo y a nuestra mente en los entrenamientos.
La mañana del sábado a primera hora fue un día despejado. Poca gente por la calle. Brisa fresca del norte que hacia que la temperatura fuera baja, perfecta para mi.
Me enfrenté a los minutos con ritmo cómodo pero un poco exigente. Sin forzar en exceso pero con cierta motivación. Disfrutaba de hecho de alcanzar paso a paso, los límites visuales de cada tramo, de cada recta o de cada curva que conforma el recorrido. Decidido y a gusto. El cuerpo me respondía bien y mis pulsaciones estuvieron dentro de lo previsto sin superar las 160 ppm.
La salida transcurrió dentro de ese sufrimiento gozosamente asumido y sobre todo, superado, vencido. Al final hice que el recorrido se internarse por algunas de las calles más principales de la ciudad. Como el sábado pasado me veo en la obligación de ir aumentando las distancias al objeto de cumplir el objetivo fundamental: cumplir los noventa minutos.
Al final me faltó un minuto para cumplir el objetivo. Una hora y veintinueve minutos y casi dieciséis kilómetros (faltaron trescientos según el Google maps), sin sensación de fatiga excesiva.
Estiramientos, ducha y a pasar tranquilamente el sábado. Por la tarde, tras la siesta, me encuentro muy dolorido. Todas las articulaciones del cuerpo se quejan. Me siento torpe al levantarme del sofá o caminar. Es como esa sensación de dolor articular que se nos manifiesta en una buena gripe. Pero no era gripe. Era cansancio que reclamaba descanso, sueño profundo y reparador. Temprano me fui a la cama. Intenté leer un rato, pero el libro se me caía de las manos y los ojos se me cerraban. Larga noche de sueño y descanso.
El domingo salida de recuperación, 11 kilómetros y 56 minutos. Inicio incomodo pero el final con potencia, sin molestias, acompañado de una fina lluvia que se presentó en los dos últimos kilómetros. Luego el descanso. Hasta mañana martes no hay entreno. Hoy solo hay un objetivo. Recuperarme y descansar.
He cumplido todos el objetivo semanal. Casi cincuenta y seis kilómetros y cinco días de entreno.
Si, en el fin de semana estuve dolorido, pero muy satisfecho. Esta semana mas.
Pd.- Por desgracia, no pude ver la Maratón de Nueva York.

viernes, 5 de noviembre de 2010

CORRIENDO EN LA NIEBLA

La salida de ayer jueves, fue diferente. Una densa niebla cubrió la ciudad a última hora de la tarde impregnando el ambiente de una humedad intensa y bastante agobiante que convirtió las aceras en una indeseable pista resbaladiza. Por lo demás la temperatura alta generaba una sensación de calor húmedo, haciendo que la carrera se realizase con una sensación pegajosa producto de esa humedad externa y de una intensa sudoración, al menos en mi caso. Para rematar y como consecuencia de la conjunción de todos los elementos, los cristales de mis gafas se mantuvieron empañados prácticamente durante todo el recorrido, limitándome la visibilidad, (cosa grave en un miope como yo) y complicandome un poco mas la salida.
La verdad es que correr en estas condiciones y por encima de ellas la compañía de la niebla, me generó sensación ciertamente inquietante y sobre todo cuando lo hacía por una zona del recorrido, prácticamente desierta al pie de la colosal estructura del nuevo hospital que se extendía de forma completamente fantasmagórica, sin luz y rodeada de la niebla. Una larga recta. Las luces difuminadas de las farolas, ningún viandante y algún que otro coche que surgía de la niebla, hacían que el ambiente fuese al menos un poco desasosegante. Por suerte, rápidamente retorné al entramado de calles, mas y mejor iluminadas.
Extraña sensación ésta de correr en la niebla.
Por lo demás, la salida de ayer era el colofón de las que realizo en días laborables y salidas que, esta semana fueron un poco extrañas.
El martes, tocaba uno de esos entrenos que me permito calificar de "calidad". Es decir, el que realizo con un ritmo mas elevado del habitual, tratando de mejorar tiempos en la distancia. Fueron los diez kilómetros habituales y el crono marcado al final fue de 54,40 , hasta ahora mi mejor marca en la distancia en este año, marca que vino acompañada de muy buenas sensaciones durante el recorrido y pulsaciones en torno a las 150 por minuto. Lo preocupante fueron unos pequeños pinchazos que en la parte exterior de la rodilla derecha se me manifestaron después de estirar y que me acompañaron durante todo el miércoles y que se manifestababn sobre todo al subir o bajar escaleras.
A pesar de las molestias, hice el entreno del miércoles, pero con tranquilidad, intentando no forzar. Al comienzo se manifestaron con cierta intensidad los pinchazos, pero poco a poco, al calentar, fueron desapareciendo lo que me permitió terminar la salida con normalidad en un tiempo de 57,07.
Finalmente ayer jueves, los pinchazos desaparecieron y la salida lo fue sin molestia en momento alguno pero tratando de ser un poco conservador para evitar complicaciones paré el cronometro en 56,07.
Dadas las circunstancias no estuvieron mal los entrenos. Sigo acumulando kilometros y días de entrenamiento.
En estas condiciones, creo que es importantecumplir el programa. Aún cuando no sea a los ritmos previstos.
En algún sitio he leído que denominan a estas kilómetros como "kilómetros basura". Discrepo totalmente de esa afirmación. Ningún kilómetro, ningún entrenamiento puede ser calificado como tal. Pero sobre todo, cuando surge alguna molestia física, cuando no estas en tu mejor condición, estos kilómetros son de oro, porque fundamentalmente los vences con fuerza de voluntad. Es tu psique, la que se impone a tu cuerpo y la que incrementa tu capacidad de determinación.
Hoy me toca descanso y las punzadas han desaparecido completamente así que espero estar plenamente recuperado y mañana sábado afrontar la tirada larga de la semana y el domingo la de recuperación y después, a ver si lo retrasmiten, la Maratón de Nueva York.
Espero que las molestias queden definitivamente atrás como cuando sales de un banco de niebla.
PD.- Siquiendo con las recomendaciones de lectura, hoy traigo un relato divertido e intrascendente que solo tiene el objetivo de divertir. "Un año en Provenza" de Peter Mayle. Mas que una novela, yo creo que es un diario de viajes. El libro perfecto para pasar un agradable fin de semana compartiendo, con las desventuras de una pareja de ejecutivos londinenses en la Provenza francesa. Hay momentos absolutamente geniales y que al menos a mí me han provocado la carcajada.


martes, 2 de noviembre de 2010

FIN DE MES



Terminó el mes de octubre. Ha sido un buen mes en lo que a entrenamientos y kilometraje acumulado se refiere, siendo la guinda el último fin de semana. Lejos de las previsiones hechas publicas por los meteorólogos, tanto el sábado como el domingo, fueron unos días estupendos para correr, pues no fue hasta la tarde-noche del domingo y ayer lunes, cuando el temporal arreció de lo lindo por estos lares.
El sábado tocaba tirada larga. 90 minutos de carrera que asumí con tranquilidad. El objetivo, más que la distancia era el tiempo: completar el previsto. Creo que cumplí con creces. Buena mañana, tiempo fresco a las nueve y media y unas muy buenas sensaciones durante todo el recorrido.No se como será el famoso nirvana, pero yo el sábado tuve mi nirvana. Hubo un momento en el que si se puede decir que encontre el verdadero placer de correr. Disfruté plenamente del hecho de correr por correr. Sin mirar el reloj. Las pulsaciones durante todo el recorrido estuvieron en torno a las 145 pulsaciones por minuto. Mente relajada y despejada, dejando transcurrir los kilómetros y los minutos con absoluta delectación.
Tal era la comodidad que tenía en esos momentos que, al final cuando me acercaba al término del circuito previsto, se me había hecho corto el mismo y tuve que ampliarlo para tratar de completar el tiempo previsto. Al final fueron 15 kilómetros en noventa minutos. Una autentica gozada.
Por la tarde, castañada típica (como decimos por aquí "amagüestu"), con sidra dulce, buenos amigos, buena música y viandas y pasteles típicos de esta época del año.
El domingo tocada salida de recuperación. Tenía un poco de intranquilidad, ante la misma. Y dudas de ver como iría la salida tras la mala experiencia del último domingo. Nada que ver. Piernas ligeras sin sensación de agarrotamiento alguno y buen ritmo durante el entreno. Al final fueron once kilómetros en un tiempo de 57 minutos exactos. No podía pedir mas. La mejor guinda para completar este mes de octubre en el que al final he cumplido 21 días de entrenamiento y apróximadamente 225 kilómetros acumulados, lo que da una media por entreno de 10, 700 kilómetros.
El objetivo para el mes de noviembre, es consolidar tanto los tiempos como la carga de kilómetros que, si es posible, deberé de incrementar un diez por ciento aproximadamente.
En todo caso, estoy muy satisfecho con el último mes y sobre todo con la forma de terminarlo.
El cuentakilómetros sigue funcionando.

sábado, 30 de octubre de 2010

ADIOS MARCELINO


Hoy no voy a escribir sobre entrenamientos. Hoy solo quiero rendir homenaje a una persona buena, honrada, decente que se nos ha ido. MARCELINO CAMACHO murió a los 93 años, tras una vida llena de lucha, de sacrificio, de cárcel, pero sobre todo de decencia y a amor y fidelidad a unos ideales a los que nunca renunció.

Muchos de los que ahora le ensalzan, le criticaron, se rieron de los jerseis que le tejía su mujer. Nunca abandonó su barrio. Siempre vivió en su casa. Siempre tuvo esa sonrisa plácida de las personas honradas.

Viendo las imágenes de su capilla ardiente, me fije en un detalle que, en el fondo creo que resume bien a las claras lo que fué y significó Marcelino en la vida pública española. Junto a una bandera republicana, prueba de sus convicciones firmes estaban sendas coronas de la Casa Real y del Príncipe de Asturias, prueba del respeto y del cariño que la inmensa mayoría de los españoles creo que teníamos hacia la figura entrañable de ese gran hombre.

Hoy mas que nunca, en estos tiempos de crisis, de recortes, de desempleo, de consagración del capitalismo salvaje de la derecha liberal, en estos tiempos de "tea party", de corrupción, de enriquecimiento fácil, de malayas, Brugales, Gurteles, hoy mas que nunca tiene plena válidez aquellas palabras miticas que pronunciaste:
NI NOS DOMARON, NI NOS DOBLARON NI NOS VAN A DOMESTICAR
Hasta siempre Marcelino. Descansa en Paz. Te lo mereces.

viernes, 29 de octubre de 2010

UN PASO HACIA ADELANTE



Eso es lo que han supuesto los entrenamientos de esta semana. Una buena semana, tanto en lo profesional como en lo deportivo. Una semana que ha supuesto un paso hacia adelante en el incremento de la intensidad de las salidas. Comencé la semana el martes tras un lunes de descanso y con el recuerdo fresco de la mala experiencia de la salida del Domingo pasado.Tenía ganas de volver a entrenar y en mi subconsciente se había generado un autentico desde de probarme, de subir un peldaño en la línea de mi autoexigencia en los entrenos. Así que decidí que tanto el martes como el miércoles, fueran dos entrenos de "calidad". Vamos, en el fondo un deseo de venganza frente a mi mismo.
Con esa filosofía inicie la salida del martes. Los dos primeros kilómetros los hice a un ritmo por debajo de 5 minutos el kilómetro, ayudado por la configuración del terreno, practicamente llano lo que me ayudó a ir muy cómodo. En el tercero, rebaje el ritmo, pues al ser un tramo que tiene en su inicio una subida intensa y prolongada que corona en un falso llano que tira siempre hacia arriba y en su consecuencia no quería cebarme en él. Superado, nuevamente aumenté el ritmo en los dos kilómetros siguientes, que son un continuo sube y baja, para luego acelerar otro poco ritmo hasta el kilómetro ocho y medio, que vuelve a ser un tramo de bajada. A partir de ahí me mantuve un poco conservador, teniendo en cuenta que el ultimo kilómetro es una subida muy intensa de casi setecientos u ochocientos metros. En todo momento las pulsaciones se mantuvieron entre 155 y 160 por minuto, salvo algún pico puntual mas alto, que se producía al culminar los tramos en cuesta. Al final el cronometro se paró en 54,15. Terminé contento y satisfecho. Había superado el bache del domingo y además había mejorado notablemente mi tiempo. Todo ello, con progresión continua, constante, aún cuando sea poco a poco.
La única preocupación, fue una pequeña molestia en el tendón lesionado el año pasado.
El martes volví a repetir la estrategia y el tiempo al final marcado fue de 54,30, una poco más elevado que el martes, pero con muy buenas sensaciones, sobre todo al terminar y lo mejor es que la molestia del tendón desparació completamente.
Por lo demás, voy observando como la recuperación de las pulsaciones al finalizar, cada día es mas rápida y disminuye la sensación de cansancio al terminar cada sesión.
Ayer jueves la salida salida a ritmo, un poco mas tranquilo en plan recuperación y no intentando superar las 145 pulsaciones. Objetivo cumplido y tiempo de 57,30.
Hoy me toca descanso y el sábado nuevamente salida larga, confío en repetir los 90 minutos y el domingo salida de recuperación.
Mi objetivo para las dos próximas semanas será consolidar los ritmos mantenidos el martes y el miércoles. Si puedo acercarme a los 54 mejor, pero en todo caso mantenerme por debajo de los 55 estaría bien, todo ello antes de intentar dar otro paso mas.
Creo que el objetivo de rebajar de los 50 minutos esta un poquito mas cerca y espero que antes de que finalice el año pueda conseguirlo.
Creo que ya está cerca mi debut en esto de las carreras (en principio y si cuadran las fechas será una de 8 kilómetros en diciembre) y quiero llegar bien a ese acontecimiento y hacer una carrera digna.
De momento, confió en que a pesar de los malos augurios que en lo meteorológico se preven para este puente, pueda cumplir el plan previsto.
La verdad es que el lunes festivo, supone un acicate mas para trabajar con intensidad el fin de semana. La perspectiva de descansar, de dormir un poco mas es como la guinda de un pastel muy goloso. Solo espero no empacharme.

lunes, 25 de octubre de 2010

FIN DE SEMANA COMPLETO


Completé la semana, cumpliendo esta vez sí y de forma íntegra el plan de entrenamiento previsto. Sobre todo, en lo que hace referencia a la salida larga del sábado. Esta vez, por ser la primera como Dios manda, decidí olvidarme de las distancias y simplemente dedicarme al tiempo. Mas o menos tenía planificado un recorrido, que venía a ser una mezcla entre el que habitualmente efectúo los días de entrenamiento semanal con nuevos tramos añadidos, dejando la puerta abierta a la posibilidad de modificarlo según me fuera encontrando. Así que el sábado a las 10 con una muy agradable mañana inicié el recorrido. Tenía la intención de seguir en todo momento el rango de pulsaciones, pero a los diez minutos mas o menos, mi pulsometro hacía verdaderas tonterías, marcando unos rangos de pulsaciones extraños, por lo que decidí no hacerle caso y dedicarme a correr de forma tranquila con el objetivo de completar los noventa minutos que, de forma aproximada me había marcado como objetivo para esa primera tirada larga.

La verdad es que fue una salida muy agradable. Llevé en todo momento un ritmo cómodo en el que en ningún instante me sentí forzado. La mañana también acompañaba y fue verdaderamente agradable el recorrer los alrededores de mi ciudad en esas primeras horas de la mañana del sábado. Al final el entrenamiento se fue hasta la hora y veinticinco minutos, habiendo recorrido, casi catorce kilómetros (según el google maps 13,700), terminando cómodo, bastante mejor de lo que pensaba. Eso sí, al final se hizo un poco cuesta arriba debido al calor que al final del recorrido me acompañó, pero terminé sin demasiado desgaste.
Finalizado el entreno, y tras la ducha, tocaba ir a la compra y disfrutar del resto del día con mi hija, la cual, con muy buen criterio decidió que el sábado era"día de pijama". Tarde en el sofá, durmiendo la siesta con una manta y luego viendo una película con Ale, algo de lectura y preparación de una cena rica para cuando mi parte contraria llegará de trabajar.
El domingo tocaba una salida en plan tranquilo, en plan recuperación. Me levanté temprano, tanto por el entreno como para ver la salida del GP de Corea de Formula Uno. (Soy asturiano y evidentemente fan de Fernando Alonso). A la vista de que la salida se retrasó, yo opté por la decisión contraría y a las nueve y media ya estaba corriendo. ¡Dios, como me costó esta salida!. Desde el inicio no tuve buenas sensaciones. Me sentía pesado, las piernas agarrotadas y con poco fuelle. Todo lo contrario que el sábado.
De verdad, hacía tiempo que no me notaba tan madero. Además, para terminar de completarlo, el viento en determinados tramos era bastante fuerte. Me costó un potosí terminar el entreno. Hubo algún momento en que estuve a punto de tirar la toalla, pero no lo hice. Era el recorrido habitual y en el mismo invertí casi tres minutos más que el último día. A pesar de todo y con verdadero sufrimiento terminé la salida. Lo hice bastante fatigado, sin resuello, pero al menos satisfecho por no haberlo dejado. Lo mejor de todo fue el cumplir con la salida y con el programa previsto, con lo que al final, en la semana pasada acumulé unos 54 kilómetros en los entrenamientos. Y el peso, sigue bajando, ayer 80,100 kg.
Por la tarde, descanso total y absoluto. Como diría el clásico, viendo la lluvía tras los cristales, aúnque en esta ocasión mas que lluvía fue diluvio. Satisfecho en conjunto por los resultados de la semana y tratando de recuperar fuerzas.
En esta semana que comienza, repito el mismo plan de entrenamiento. Así que hoy toca descanso y mañana a retomar los entrenamientos. A ver como se me dan. Hay que seguir golpeando con el martillo para lograr clavar bien el clavo.

viernes, 22 de octubre de 2010

EL PLACER DE CORRER POR CORRER

Hasta el momento la que está terminando, está siendo una buena semana. Por razones, digamos que logísticas he tenido que concentrar los entrenamientos en tres días, martes, miércoles y jueves, con lo que hoy me toca descanso, mañana sábado salida larga y el domingo salida de recuperación.
Los tres días de entrenamiento han sido muy buenos. En los tres me he encontrado muy bien. Poco a poco voy incrementando el ritmo de marcha en las salidas y he marcado ayer jueves, el que hasta ahora es el mejor tiempo de esta etapa. Cincuenta y seis minutos y doce segundos invertí en recorrer los diez kilómetros, lo que supone prácticamente una rebaja de cuatro minutos respecto al primer día en el que afronté esta distancia y que fue el pasado día 12 de octubre. Además, continúo rebajando el peso. Hoy estoy en 80 kilos 900 gramos, según la báscula.
Creo que no esta mal la evolución, pero lo mas importante creo que son las buenas sensaciones experimentadas. En todas las salidas he tenido la sensación de poder ir mas fuerte. Sensación que también me acompañó ayer, pese a que era el tercer día consecutivo de entrenamiento. Pese a ello, he seguido controlando las pulsaciones, no excediendome en ello y evitar el cebarme. En definitiva, continuo intentando correr y entrenar con cabeza y paciencia.En definitiva, me he encontrado redondo con un ritmo poco a poco mas exigente pero que puedo asumirlo con comodidad. Supongo que es el primer fruto visible derivado de la continuidad de los entrenamientos y del hecho de realizarlos con cabeza, de forma consciente y teniendo fijados unos objetivos realistas y claros. Y sobre todo creo que del convencimiento interno de que, al menos en mi caso, los resultados en esto del correr, los lograré con humildad, constancia, sacrificio, regularidad y por supuesto con un poco de suerte para evitar las lesiones u otros imponderables de similar naturaleza. Y sobre todo con ilusión y disfrutando de cada salida, sea mejor o peor. Al final, todo eso suma y todo eso hace que te acerques mas al objetivo propuesto.
Uno a veces lee por ahí objetivos absolutamente estratosféricos que se pretenden conseguir en tiempos absolutamente cortos y con entrenos, si se les puede denominar así, absolutamente irrisorios e inconstantes. Todos sabemos lo que cuesta bajar unos segundos al crono en cada salida. Por eso a veces, cuando leo esas afirmaciónes, surge en mi mente la duda de que si estarán hechas única y exclusivamente para polemizar. Por suerte, esto no es lo habitual.
No dudo en absoluto, antes al contrario, que el hecho de fijarse objetivos grandes o pequeños, da igual, es bueno. Es más, estoy convencido que todos los objetivos son grandes porque lo son de cada persona en concreto y para la misma es grande. Pero creo que sobre todo en esto del correr, los objetivos han de ser realistas y basados en nuestra condición física, en una buena planificación y sobre todo en la consciencia de nuestras capacidades reales. No basta con decir que uno puede. Yo mismo tengo un objetivo, a largo plazo en mente, correr algún día y terminar la Maraton de Nueva York. Pero para ello, antes tendré que afrontar muchas carreras de cinco, ocho o diez kilómetros, después unas cuantas medias y finalmente el maratón, el que sea antes de tratar de cumplir mi sueño. Todo ello aderezado de muchos kilometros y muchos días de entrenamiento.
A estas alturas, estoy seguro que si digo que mi objetivo es en tres meses bajar de las tres horas en una maratón, y que mi entrenamiento se reduce a tres kilómetros, tres dias a la semana, direis que algo ha fallado en mi raciocinio.
Si algo he aprendido durante todo este tiempo que llevo metido en esto del correr, es que la receta para conseguirlo llega siempre de la mano de la constancia, del sacrificio y de un entrenamiento coherente, amén de hacer acopio de los consejos y experiencias de todos aquellos que saben de esto, bien por experiencia propia, bien por estudio y conocimiento.
Estoy convencido de que, salvo aquellos que estén dotados genéticamente para esto, al resto de los mortales no nos queda otra alternativa que conjugar esos tres elementos que he citado, y seguramente habrá otros muchos mas por ahí que ahora se me escapan.
En esa marcha continúo empeñado y disfrutando plenamente del mero hecho de correr cinco días a la semana. Espero que durante mucho tiempo, esta forma de vida, esta afición o como queramos denominarla, me siga dando el mismo placer que a día de hoy. El placer de correr por correr.



PD.- Tortuga me está "retando" para que mi bautismo en esto de las carreras sea en la de Castrillón. Casi me tiene convencido. Ya hablaremos.

lunes, 18 de octubre de 2010

CORRER, VIVIR



Una semana mas ha pasado. Los entrenamientos han ido bien. He cumplido el plan previsto para el fin de semana, con sendas salidas una el sábado y otra el domingo, totalizando en total cuatro días de entreno y cuarenta kilómetros más a la espalda. Este fin de semana, como todos, las salidas han sido por la mañana, a primera hora. Sobre las 9,30 ya me encontraba enfrentando la larga recta de la avenida que conforma en el inicio del circuito. El tiempo ha estado revuelto, pero por suerte no me ha llovido en ninguno de los dos días. Eso sí, las temperaturas han bajado y eso, para mi, es bueno. Mi rendimiento es mejor con el frio. En todo caso, las sensaciones en estos dos entrenamientos de fin de semana han sido un poco extrañas. Al inicio frio en el ambiente. Neblina. Luego, cuando el día se ha despejado definitivamente y el sol lucía la temperatura ha ido subiendo, generando una especie de bochorno creo que derivado del alto porcentaje de humedad.
He corrido por calles mojadas. He corrido esquivando los charcos. He sudado. He sudado mucho Pero eso es lo que busco. Sudar significa esfuerzo y de verdad que me he esforzado, eso si, gustosamente.
De vez en cuando, mirada de reojo al pulsometro que llevaba en mi muñeca izquierda. Todo iba bien. La pulsaciones dentro del rango previsto. En la mano derecha la bola de papel que he formado con cuatro, si exactamente cuatro pañuelos de papel para secarme esa molesta gota de sudor que va directa a mis ojos y que suelo pasar por mi frente con cierta regularidad.
Pero en el fondo, no necesito el pulsometro para saber que voy bien. Siento que voy bien. Que voy con el ritmo justo. Includo hay momentos en los que siento que podrían ser eternos. Que deberían de ser eternos, pero no lo son. Son momentos en los que siento que podría correr sin límite, sin final.
Pero no es posible. Gracias a Dios no es posible.
He alcanzo el final del recorrido. Incremento de la velocidad para hacer un sprint durante los últimos metros. Ya esta. Se acabó. Camino mientras poco a poco bajan las pulsaciones. Me estiro. Disfruto de los estiramientos.
La mañana es luminosa, radiante, alegre. Me siento bien.
Han sido otros diez kilómetros y he bajado tiempo. Ayer domingo paré el crono en 57 minutos y 12 segundos. Casi tres minutos en una semana. No está mal.
Pero eso, ahora no es importante. Lo trascendente es mejorar en cada entreno cogiendo fondo y forma. Ese fondo y esa forma tan difícil de adquirir y tan fácil de perder. Lo importante es evitar lesiones, cuidar mi cuerpo. Cada día un poco mas fuerte, un poco más capaz.
Capaz de sufrir y capaz para entender y aceptar el sacrificio que supone mortificar el cuerpo con cada metro, con cada kilómetro recorrido.
Capacidad para recuperar su estado normal cuando finaliza el entrenamiento. Capacidad para disfrutar a tope de la ducha caliente, dejando resbalar durante minutos el agua por tu cuerpo. Capacidad para disfrutar del placer de sentarte y estirarte luego en el sofá, con la satisfacción de haber cumplido el plan previsto. Capacidad para descansar, dormitar dejando transcurrir la tarde gris y lluviosa del domingo.
En definitiva, capaz de hacer algo tan simple como correr, como vivir....tan simple, pero tan complejo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

VELOCIDAD DE CRUCERO



Ya ha finalizado el puente y he cumplido prácticamente en su integridad el plan previsto. Ha fallado la tirada larga que quería realizar el sábado, pero no así la salida. Por compromisos familiares del sábado y falta de tiempo, efectué la salida sobre la distancia habitual de los nueve kilómetros y medio tal y como venía realizando hasta ese día. Así pues las salidas fueron el sábado, domingo y martes. El sábado comenzó con un día muy, pero que muy nublado y lloviendo bastante intensamente a primera hora de la mañana. Tuve que hacer un poco de tiempo hasta que a eso de las diez menos cuarto, cuando decidió dejar de llover, pude salir. La temperatura agradable, pero una sensación de bochorno y humedad bastante intensa. Durante la primera mitad del recorrido no llovió, pero durante la segunda si. No solo llovió, diluvió. Antes de ponerme la capucha del chubasquero, y eso que llevo siempre mi gorra puesta, el agua me entraba por el cuello y salía por las mangas. Aún así disfruté de la salida y la cumplí hasta el final. Como siempre, una vez terminado el entreno, dejo de llover (casualidades) y el resto del día fue muy apacible en lo meteorológico. Cumpleaños de los hijos de unos muy buenos amigos, magnifica fabada y estupenda sobremesa con siesta incluida, remataron el sábado. Domingo descanso y lunes nuevamente la salida sobre la distancia habitual. Ese lunes sería el último día en el que correría la distancia de los nueve kilómetros y medio pues el martes me tocaba ya subir a los diez kilómetros, distancia que será la que de forma habitual afronte a partir de ahora en cada entrenamiento.
No se a los demás, pero para mi, los 10 kilómetros suponen un pequeño hito psicológico. Creo que es una distancia de referencia. Es una distancia de muchas carreras del calendario y con toda seguridad será la distancia que, una vez superado ese punto de miedo escénico que me producen las carreras, suponga mi bautismo en las mismas. Ahora y en esta fase de mis entrenos es, en principio la que marcará mi velocidad de crucero. La distancia que recorreré en cada salida.
La afronté el martes y decidí tomarme con tranquilidad el entrenamiento con el único objetivo de marcar un tiempo de referencia que sirviera por un lado como punto de partida y por otro para determinar el estado en el que me encuentro y con la intención de no superar en ningún momento las ciento cincuenta pulsaciones. Así que, con esos condicionantes, ayer por la mañana, con amenaza de lluvia salí a correr a las nueve y media y afronté el nuevo circuito que diseñe para la distancia. Es bastante completo, pues dada la orografía de mi ciudad, tiene cuestas, llanos, bajadas, en fin bastante completito. Por suerte no llovió y al final el crono marcó exactamente 1 hora y 13 segundos. Acabé bastante satisfecho. Hacía casi unos cuatro meses que no llegaba a esa distancia en un entrenamiento y creo que el tiempo, como punto de partida no ha estado mal. A partir de ahora, entro en una fase un poco más exigente, pero sin prisa, con paciencia, tomando poco a poco el pulso a la distancia y acumulando los entrenos y los kilómetros creo que en relativamente poco tiempo, podré alcanzar el objetivo que me había previsto, tratar de hacer la esos diez kilometros en torno a los 50 minutos, a finales de diciembre. Creo que podré conseguirlo. Solo queda mantenerme en mi altura y con mi velocidad de crucero.
PD.- Este fin de semana ya he sido incorporado oficialmente al BRT. Gracias Carles y pronto tendré mi ropa de correr rotulada con el logo.

viernes, 8 de octubre de 2010

PARADA IMPREVISTA.


En ocasiones los días, los sentimientos, las sensaciones, las situaciones son contradictorias. El pasado miércoles tuve que parar. No pude realizar el entrenamiento previsto. Apareció ese día en el que todo se te pone cuesta arriba y al final, todo ese cúmulo de circunstancias te hace absolutamente imposible cumplir el objetivo.
El miércoles pasado fue un día de perros. En lo climatológico el día fue absolutamente horrible, con lluvia intensa durante toda la jornada, viento y una importante bajada de temperatura. En el trabajo, día intenso por la acumulación de esas labores que necesariamente tienes que hacer para los clientes a inicios y finales de mes. Y para colmo de males, en casa, no había prácticamente nada en la nevera, por lo que necesariamente se hacía imperioso efectuar la pertiente expedición al Centro Comercial para recargar de viandas la desfallecida despensa familiar. En fin, que todos los dioses se aliaron para que el entreno se hiciera imposible.
Personalmente, el cambiar los planes ya previstos con una cierta antelación, me molesta muchísimo. Reconozco públicamente que esa circunstancia nunca la he llevado bien, debe de ser mi lado Asperger, aunque gracias a la edad y al tozudo entrenamiento del día a día, poco a poco voy minimizando los estragos que dicha circunstancia produce en mi carácter, rebajando así el grado de frustración que me genera. Y mas cuando, como el otro día, ya resignado a no salir y tratando de encontrar una excusa viable en la lluvia, cuando llegó la hora en la que debería de iniciar la salida, dejó de llover. Pero ya nada podía hacer, me encontraba empujando el carro de la compra en pleno centro comercial.
Perdido ese día de entreno, no me quedó otro remedio que esperar hasta ayer cuando nuevamente retomé el entreno. Al contrario que el miércoles, el jueves resultó un día absolutamente espectacular, casi veraniego. (al menos por aquí ha habido días en el verano peores que los de ayer.). Cielos despejados y un calor ciertamente pesado extendió su presencia durante todo el día, sensación que no desapareció a la hora del entrenamiento. Aun así, recorrí los nueve kilómetros y medio que me tocan en éstas salidas, con verdadero gusto, casi con delectación, disfrutando cada uno de los cincuenta minutos aproximadamente que duró el entreno, lo que hizo que se me olvidara completamente la sensación de frustración del miércoles. La verdad es que ese día esta perdido, pues siguiendo un buen consejo no pienso modificar la cadencia de las salidas, acumulando días de entreno y perdiendo los de descanso, pero frente a mi queda un largo fin de semana en el que por esta zona, parece que no se va a manifestar esa "tormenta perfecta" que anuncian los meteorólogos, con lo espero poder desarrollar y disfrutar sin problema el plan de entrenamiento previsto en el cual ya se incluirá, si todo va bien, la primera tirada larga de la temporada.
Así que espero disfrutar de los entrenos, descansos, familia, lectura y amigos durante estos días y que todo ello sirva para recargar la energía necesaria para afrontar el periodo de tiempo que nos quedan hasta el próximo puente.
Así que ya sabéis: a disfrutar estos días y pasarlo bien.

viernes, 1 de octubre de 2010

DIME QUIEN SOY

Búsqueda de uno mismo como corredor. Y en esa búsqueda ha finalizado una etapa mas, el mes de septiembre. Muy contento y satisfecho, 171 kilómetros acumulados en veinte días de entreno, a una media aproximada de nueve kilómetros por entrenamiento.
La evolución durante el mes, creo que ha sido muy buena, me noto menos cansado a la par que la capacidad de recuperación después de cada salida mejora notablemente. Cada día voy disfrutando mas de cada entrenamiento. Disfruto sintiéndome paso a paso mas ligero, mas cómodo y con mayor capacidad física para ir enfrentándome y asimilando las distancias que, siguiendo el programa establecido, voy subiendo cada dos semanas, mas o menos en un diez por ciento. A todo ello, he de sumar el hecho de que poco a poco, voy bajando de peso, mas o menos dos kilos en este mes. A mayor abundamiento de lo anterior, el hecho de que prácticamente las salidas sean ya de noche, con poca gente por las calles, reconociendo mis sensaciones, oyendo el golpeo de las zapatillas, me genera una sensación de intimidad muy agradable. El correr por zonas con la agradable iluminación de las farolas isabelinas que adornan esta ciudad, con esa luz ambar que desprenden provocando una atmósfera misteriosa, me genera una sensación similar a la que se puede experimentar cuando entras en una iglesia con la luz de las velas. De serenidad, de tranquilidad. Y sobre todo que me permite conocer mis propios límites e intentar superarlos cada entrenamiento. En definitiva, ir respondiéndome a esa pregunta que todos a nosostros mismos nos hacemos. Dime quien soy.
DIME QUIEN SOY es el título de la última novela de JULIA NAVARRO y novela que quiero recomendar hoy. El relato contempla un amplísimo espacio temporal que abarca desde la Dictadura de Primo de Rivera, hasta la actualidad. Magnifico trabajo de documentación y oficio de la autora que hace necesariamente que el lector se enganche muy rápidamente en las peripecias vitales de la protagonista de la historia, con un final absolutamente soprendente.
Grata lectura para profundizar en algunos de los aspectos más interesantes de nuestra historia, siendo absolutamente emocionante todo el periodo dedicado a la Segunda Guerra Mundial y sobre todo para mi, la escena de la desaparición de la protagonista en la noche de la caída del muro de Berlin, es una de las imágenes más potentes y emocionantes de toda la historia y de las más potentes que he leido en los últimos tiempos
La autora busca la novela total. La historia completa y redonda de una experiencia vital absolutamente fascinante. No es casualidad el éxito de ventas de esta novela, creo que la más completa de la obra de la Autora y la que genera un punto de inflexión evidente en la misma.

viernes, 24 de septiembre de 2010

CONSTANCIA


Finaliza una nueva semana en la que, por esas curiosidades del calendario solo tendré cuatro entrenamientos y ello, como leí en un blog, por fijar siempre el término de la semana en el domingo.
Según mi plan, toca salida hoy viernes y mañana sábado, para descansar el domingo. Si todo va bien, esta semana acumularé otros treinta y seis kilómetros mas al zurrón.
Sigo poco a poco mejorando los tiempos de cada salida, y eso que insisto en el hecho de que de momento ese no es mi objetivo primordial. De todas maneras parece que esa rebaja es la consecuencia lógica de la acumulación de kilómetros y el incremento del fondo.
Aún así la satisfacción que experimenté el miércoles pasado al marcar menos de cincuenta y tres minutos en los nueve kilómetros fue muy grande pues supone que en menos de dos semanas he logrado rebajar en casi cinco minutos el tiempo invertido en recorrer los nueve kilometros que afronto en esta etapa, cada día de entrenamiento, rebaja que me da mucha moral y me confirma que sigo por el buen camino de intentar conseguir, en no mucho tiempo el que mi tiempo en los diez kilómetros, ronde los 50 minutos, que es hoy por hoy mi objetivo a medio plazo.
Lo mas importante en cualquier caso son las sensaciones que experimento, y estas, desde que decidí correr por pulsaciones, son muy buenas, cada día mejores, manteniéndome sin esfuerzo entre las ciento cuarenta y ciento cincuenta pulsaciones durante todas las salidas.
Creo que me he marcado un objetivo posible de conseguir, espero que en un par de meses, y sea la consolidación otro paso mas en esa ilusión mí que es correr algún día la Maratón de Nueva York. No tengo prisa y creo que siendo constante alcanzaré el objetivo,aunque necesariamente antes tendrán que caer unas cuantas carerrillas por estos mundos de Dios tal y como me aconsejan los colegas y sobre todo, muchos mas kilometros.
La semana que viene, a partir del lunes toca incremento de la distancia, pasando ya a los nueve kilómetros y medio cada día de entreno, que ya la próxima semana serán cinco.
De momento, hoy por la tarde a disfrutar. A seguir siendo constante.

lunes, 20 de septiembre de 2010

MOCHILA

Ayer domingo, se nos fue un paisano. Se murió LABORDETA. Un hombre decente, sencillo y honrado. Un poeta. Un cantautor comprometido. Un político atípico. Un Maestro. En definitiva, una buena persona. Un referente. El ejemplo de ese español profundo en sus raices, pero de mente abierta, claro y sin dobleces. Aragonés constante y perenne. Referencia y Referente. De hablar recio y duro pero noble. De los que llama al pan, pan y al vino vino. Al que no le callan ni amedrentan. Al que habla con el lenguaje del común de los ciudadanos. Al que ama a su tierra. El que la conoce y la respeta. El que metió a todo un país en una mochila y luego nos lo enseñó, nos lo contó y nos lo hizo ver, querer y apreciar con otros ojos y con otro espíritu. Una rara avis en este mundo de políticos mediocres, revanchistas, pancistas, taimados y cínicos. Personas sin valores ni referencias. El no. El fué un hombre recto a carta cabal y sobre todo fiel a sus ideas e ideales, respetando siempre a quien no compartía esas ideas. Simplemente, espero que ya se encuentre en aquella tierra, en la que al levantar la vista, vea la palabra LIBERTAD. Buen viaje compañero.

Por lo demás, ayer domingo finalizó otra semana en la que voy cargando en mi mochila particular, una buena ración de esos kilómetros que me van a permitir alcanzar ese colchón lo suficientemente cómodo para enfrentarme ya algún pequeño reto en los próximos meses, y los que es mas importante, afrontarlo con una cierta dignidad. El viernes tocó descanso, así que el sábado y domingo afronté las dos últimas salidas de la semana. Novedad en las mismas, que ambas se hicieron por la mañana temprano y la verdad es que ambas fueron verdaderas gozadas y hubieran sido perfectas salvo por la presencia de un par de impresentables que a esas primeras horas de la mañana, tras una noche de festejos y con la botella aún en la mano (lamentablemente o afortunadamente estamos en fiestas locales) no saben afrontar una retirada minimamente digna a pesar de los efluvios del alcohol u otras sustancias, sin tener que intentar hacer burla del resto de los ciudadanos que lo único que pretendemos es disfrutar de la mañana.
De verdad es que cada día, soporto peor a este tipo de gente.
Al margen de eso y como os decía, las salidas fueron muy placenteras, aunque ya comienza a notarse a esas primeras horas el fresco del otoño, lo que a mi me agrada pues creo que siempre he sido mas bien un corredor que con el frío marcho bastante mejor.
Estas dos salidas hicieron que los kilómetros acumulados en la semana fuera de cuarenta y cinco y las salidas de entrenamiento fueran cinco, cumpliendo hasta el momento y a rajatabla el plan previsto para éste mes de septiembre. Lo mejor de todo, siguen siendo las sensaciones, relativo poco cansancio tras cada salida, buena recuperación y las pulsaciones cada día subiendo menos, manteniéndose de forma holgada dentro del rango preestablecido, circunstancias éstas que supongo serán un pequeño botón de muestra de la mejora de mi estado de forma.
Por si fuera poco, el domingo, tercer día que afrontaba las salidas de nueve kilómetros el cronometro marco casi tres minutos menos que el primer día en el que me enfrenté a esa distancia. Por ahora todo va bien y quizás esas sensaciones que me generan estos entrenos, hacen que en general me sienta mejor y mas animoso en general.
Por estas fechas se cumplen dos años desde que comencé a correr y desde que abrí este blog. Unos cuantos kilómetros recorridos, tres pares de zapatillas, fríos, calores, mojaduras, un par de lesiones. También muchas lecturas divertidas en los blogs, muchos consejos, muchos ánimos y nuevos amigos, lo cual no esta nada mal si hecho una mirada hacia atrás, para hacer un pequeño balance. Es más me gusta todo lo que realizado. Seguramente en el blog habrá cosas mejores y peores, pero todas, absolutamente todas, escritas desde el sentimiento y el corazón.
Así que, muchas gracias a todos los que me habéis hecho el honor de leerme y muchas gracias por haber dejado asomarme un poco a vuestras vidas.


Todos seguiremos, hoy o mañana cuando toque, cargando nuestras mochilas de kilómetros y espero que de muchas satisfacciones y como decía una vieja conocida: "de hoy en un año y todos igual.


miércoles, 15 de septiembre de 2010

MIEDOS

Septiembre avanza. Los días pasando poco a poco, nos van introduciendo en nuestra rutina. A veces con sorpresas, a veces no. La mayoría de estos días nos devuelven a nuestra pelea vital. A la lucha. A la supervivencia. Con esperanza o sin ella.
A veces, este comienzo de etapa nos sumerge en un agujero hondo, sin fin. Otras nos ayuda a ver refulgir la luz en la salida de ese mismo agujero. Pero, en la mayoría de las ocasiones, nos envolvemos en el gris ordinario que, con sus distintas tonalidades, es el color predominante en este mundo en el que vivimos. Hay momentos en los que estoy preocupado. Tengo miedo. Y el motivo es Alejandra.
Acabado su período de formación "regular", la única alternativa que nos ofrece el sistema educativo es un Centro de Educación Especial. Centro en el que conviven muchos niños con múltiples patologías. Unas más evidentes y otras no. Y no se como va a reaccionar.
Estos primeros días de curso la veo un poco más aislada, como si no quisiera enfrentarse a esta nueva situación tan diferente a la vivida por ella hasta ahora. Alejandra no tiene afectada ninguna de us capacidades cognitivas. No padece ninguna discapacidad intelectual. Es mas su coeficiente intelectual, valorado por profesionales está muy por encima de la media de la "normalidad" lo cual le hace ser muy consciente de ella misma, de sus circunstancias personales y de cuanto le rodea.
Su discapacidad, es fundamentalmente social, de falta de habilidad para las relaciones. De falta de empatía. Y es esa conjunción de elementos la que que en ocasiones y esta es una de ellas, me hace tener miedo, tanto del presente como del futuro. Miedo del desconocimiento que de la forma de ser, de las capacidades que posee puedan tener los nuevos profesores y profesionales del Centro. Miedo a la ignorancia y al "sota, caballo y rey" que a veces nos encontramos en bastantes más que los deseados "profesionales de la educación".
No ha comenzado bien la andadura. Hasta ahora y pese a solicitar que hicieran el esfuerzo han incumplido las recomendaciones más elementales para que un Asperger puede enfrentarse a una situación de cambio como la que ahora vive Alejandra y claro está, ello ya ha supuesto un primer roce con el centro.
Tengo miedo de que el Centro se convierta en un mero aparcamiento para ella y en vez de seguir avanzando, tal y como lo hemos hecho hasta ahora, con mucho esfuerzo, nos estabilicemos o lo que sería más grave, retrocedamos.
Son múltiples las diferencias del entorno. Buscar unos compañeros "adecuados" es fundamental. Y me da miedo el impacto que pueda afectar a Alejandra, máxime cuando en los últimos meses y con el nuevo tratamiento neurológico ha venido avanzando en la rapidez de procesamiento y flexibilidad de pensamiento.
Estos días está tensa. Como esa cuerda de guitarra cuando procedemos a afinarla, apretando las clavijas. Y esa tensión me preocupa, nos preocupa. Se enfada con frecuencia. Contesta con acritud. Solo se relaja y vuelve a ser la misma cuando esta sola en casa o en terreno conocido. Tengo que seguir observando. Quiero dar un tiempo de adaptación y evaluar resultados. Pero mientras tanto incertidumbre me genera desazón y preocupación. Quiero verla avanzar. Poco a poco, pero avanzar en definitiva y estos momentos de impasse pueden ser demoledores.
La frustración está ya olvidada hace muchos años. Los restos de la porcelana rota ya los recompusimos hace tiempo. Pero ahora, a veces, cuando me encuentro con alguno de los antiguos compañeros del primer colegio mi hija, a los que tanto se parecía, estudiando su carreras universitarias, viajando, creciendo como personas maduras y me preguntan por ella, siempre me surge una profunda sensación de tristeza, y de soñar en lo que pudo haber sido y no fue. En lo que se pueda estar perdiendo mi hija de vivir, y por que no decirlo también, a veces surge en mi una sensación de envidia y ello, también me da miedo.
Y a veces, la única forma de superar estos miedos es corriendo en solitario.También por eso corro, para buscar un cierto equilibrio e higiene mental que me ayude a despejar las sombras de mi cabeza y así intentar olvidar y superar mis miedos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

BUENA DIRECCION

Buena dirección es la que parece que llevo tras casi llegar a la primera mitad de este mes de septiembre. Desde la última entrada me tocaba salida el viernes y domingo, con el aliciente de que en ésta última se incrementaría la distancia a nueve kilómetros.
He de decir que el viernes la salida fue, como en estos últimos tiempos a ritmo de pulsaciones y el tiempo final similar al del jueves, esto es unos cuarenta y siete minutos y treinta segundos, con casi nula sensación de cansancio. El domingo mi intención era realizar la salida por la mañana pero al levantarme comprobé como llovía copiosamente por lo que decidí trasladarla a la tarde. Efectivamente fue una buena decisión pues desde el mediodía dejó de llover aunque la temperatura descendió notablemente. Todo ello unido a la amenaza de lluvia hizo que la salida fuera con el pertinente chubasquero que tanto me agobia. Así que a las siete y media de la tarde inicié la salida. Poquísima gente por la calle y mi intención en ese entreno, que suponía el incremento de la distancia, era hacerlo con tranquilidad. Así fué. Ritmo cómodo con el objetivo fundamental de sentir sensaciones y controlar la respuesta de mi cuerpo al incremento de la distancia. El objetivo era ese, sin fijarme en el tiempo invertido. Al final el crono se paró en los 53 minutos apróximadamente, tiempo que ahora será la referencia para controlar mi evolución durante las dos próximas semanas. Las pulsaciones, en todo momento se manejaron dentro de los límites.
La previsión es de un par de semanas manteniendo la distancia. Una vez transcurrido ese período de tiempo, esto es hacia final de mes, la intención es ya pasar a los nueve kilometros y medio por salida e incorporar definitivamente una salida larga bien el sábado, bien el domingo que ronde entre la hora y cuarto o y media si es posible. Si todo continúa como hasta ahora, creo que ya habré conformado un colchón de forma los suficientemente bueno que me permita incorporar sin excesivo esfuerzo esas tiradas largas.
Por lo demás, voy cumpliendo escrupulosamente el plan establecido y ya los kilómetros acumulados en estos doce primeros días de mes sean de 75 kilómetros en 8 días de entreno.
Hoy toca nuevamente salida y mañana descanso, otro paso mas en el buen camino y en la buena dirección.

viernes, 10 de septiembre de 2010

CONTRA EL VIENTO


Si, contra el viento fue la salida del martes. Un viento bastante fuerte y que en diversos tramos hizo que el entrenamiento fuera en ocasiones, bastante agónico, sobre todo en aquellos en los que el viento soplaba de una forma frontal a mi marcha, convirtiendo la carrera en una verdadera lucha.
Parece mentira como puede ralentizarte la marcha ese viento hostil. Por suerte la lucha tenía sus descansos, como en un combate de boxeo entre asalto y asalto. La lid contra el mismo cesaba en aquellos tramos más abrigados, por lo que al final, el ritmo del entreno y las sensaciones en conjunto fueron buenas. El miércoles, festivo en nuestra Comunidad sirvió para el descanso y cumplir con un compromiso familiar que vino aderezado de una magnifica fabada. Así que ayer jueves, nuevamente el entreno. Volví a salir con el pulsometro, para seguir con la comprobación de si correr en función de las pulsaciones, me servía de progreso. Y efectivamente fue así. Realicé toda la salida regulando y controlando el ritmo para no superar los límites teóricamente recomendados y como resultado fue que el tiempo invertido ayer jueves, para recorrer los ocho kilómetros que al momento presente son los que realizo en cada salida, fue de 47 minutos con cinco segundos, es decir dos minutos menos que los cronometrados el lunes pasado. Todo ello sin superar en momento alguno las ciento cincuenta pulsaciones por minuto, salvo en un punto, la última de las cuestas del recorrido, en el que alcancé las ciento cincuenta y nueve.
Lo mejor de todo es que, como en días anteriores terminé con la sensación de poder seguir corriendo un rato mas, pues no me encontraba cansado al finalizar el entrenamiento. La pregunta que me hago es el porqué de estos buenos tiempos y de esa evolución. ¿Será que al regular el ritmo este es más constante y homogéneo y consecuentemente ello me permite rebajar esos tiempos? ¿O sera que poco a poco estoy recuperando un nivel de forma aceptable?. La verdad es que, a día de hoy no lo se. Por eso voy a esperar a ver como sigue la evolución poco a poco, manteniendo con la máxima regularidad la frecuencia de los entrenamientos y con el cumplimiento del plan de incremento de kilometraje previsto.Supongo que como todo, al final la respuesta estará compuesta de ambos factores y seguramente de otros muchos mas, que día a día iré descubriendo. En cualquier caso y hoy por hoy la satisfacción de estos iniciales resultados, me infunden la confianza para poder seguir corriendo contra el viento.
"CONTRA EL VIENTO", es también el titulo de la última novela de mi paisana ÁNGELES CASO. Conscientemente he querido dejar transcurrir un tiempo para afrontar la lectura de esta novela. El conocimiento personal de la autora y de su entrono y un consciente alejamiento del impacto mediatico de la concesión del Premio Planeta unido a ciertas decepciones personales en algunas de las obras ultimamente galardonadas en éste premio fueron las causas conscientes de ese retraso en su lectura, lectura que afronté éste último verano. En su conjunto, la novela me ha gustado. Pero sobre todo la primera mitad, en la que se concreta una descripción de ese paisaje vital de la protagonista en Cabo Verde. Descripción y planteamiento de la novela que me parece magistral. Mágico. Expuesto de manera vibrante y brillante y sobre todo poética. Un dominio del lenguaje, aseado, sin adornos. Pura esencia. Una especie de realismo mágico que con dominio maneja la Autora en esa parte de la novela y que menos a mi, me ha seducido, siendo de destacar sobre todo, el muy interesante retrato de todos los personajes femeninos que de forma preeminente, aparecen en la trama y dan sustrato a la misma.
La segunda parte de la novela, está bien resuelta afrontando sobre todo la problematica de la violencia de género e inmigración, pero adolece de una cierta previsibilidad en su desarrollo. Pero insisto en lo dicho, para mí la primera parte de la novela es excepcional y motivo mas que sobrado para que su lectura sea de todo punto recomendable, y para afirmar que de ésta la novela, que sigue la tradición de la autora de retratar y profundizar en el alma de los personajes femeninos, columna vertebral de toda su obra, se puede atisbar la excepcionalidad de una autora que demuestra de forma evidente su crecimiento como escritora. Creo que es muy, pero que muy recomendable la lectura de esta obra.

martes, 7 de septiembre de 2010

PULSACIONES



He iniciado los entrenamientos de septiembre, con bastante buen talante. Cuatro salidas en los seis primeros días de mes, van confirmando la regla por la que me voy a regir durante éste año, esto es dos días salida, uno descanso y así de forma sucesiva , incrementando cada dos semanas la distancia a recorrer en cada salida apróximadamente un 10%. He introducido una novedad en estos primeros entrenamientos. Ahora los estoy realizando con pulsometro. En varias ocasiones me habréis leído que me gusta correr por sensaciones y que normalmente, no suelo llevar ningún gadget de los que habitualmente muchos runners suelen dotarse para las salidas. La verdad es que conceptos tales como frecuencia cardiaca máxima, frecuencia de reserva, umbrales aeróbicos y anaeróbicos, se me hacían bastante complejos e incluso contraproducentes cuando lo que yo pretendo es simplemente realizar una actividad física que me gusta y que me viene muy bien para la salud, tanto física como mental. Pero leyendo algún que otro blog y alguna que otra página, me picó un poco la curiosidad y consecuentemente surgió la intención en mí de efectuar unos entrenos manteniendo el control de las pulsaciones. He de decir que hace tiempo hice una prueba de esfuerzo como consecuencia de unos problemillas que me surgieron, prueba de esfuerzo de la que salí bastante bien parado a tenor de los comentarios de los médicos, pero he de reconocer que nunca he realizado una específica de cara a los entrenamientos. Así que el patrón que estoy siguiendo es un poco a "ojo de buen cubero", siguiendo algunos consejos que de forma genérica y que en alguna de esas página especializadas se imparten. Según esos cálculos, en función de mi edad, mi frecuencia cardiaca máxima debería de rondar, sino me equivoco las 180 pulsaciones por minuto, teniendo en cuenta que realizo una actividad deportiva con cierta continuidad. Así pues, según he deducido, en un entrenamiento cuyo objetivo es el ganar forma y coger fondo y resistencia, debería de realizarlo con un rango de pulsaciones comprendidas entre el 60% y 80% apróximadamente de mi Frecuencia Cardiaca Máxima, esto es en una horquilla aproximada de entre 120 y 160 pulsaciones por minuto.
Con esa idea en la cabeza, el pasado sábado rescaté mi viejo SIGMA SPORT PC 800 que no usaba desde hace muchos años, cuando practicaba spinning (casí ya no sabía ni como funcionaba el cacharrito de marras)y me puse a realizar la prueba. Controlando esos parámetros y no superando esos umbrales, resultó que, sorprendentemente al menos para mí, reduje en unos cuatro minutos el tiempo que en los días pasados invertía en recorrer el circuito que realizo en estas fechas, unos ocho kilómetros. Ayer lunes, tras el descanso del domingo, el crono se paró 48 segundos antes que el marcado el sábado. Y todo ello con muy buenas sensaciones y lo que es más importante, sin sensación de cansancio y recuperando las pulsaciones normales en muy poco tiempo.
No se si será psicológico y por lo tanto quiero comprobarlo durante un tiempo, sobre todo cuando incremente la distancia a recorrer, pero de momento, e insisto, moviéndome por aproximación, los datos apuntan a ser buenos. Veremos como evoluciono. Hoy repetiremos y mañana, que es festivo en Asturias, descanso.

PD.- Si alguien puede iluminarme algo más con esto de las pulsaciones, se agradecen de antemano los consejos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

PLACER


Ayer fue el primer día de entreno de este mes de septiembre. Primer día de mes y segundo entrenamiento de la semana y la experiencia no pudo ser mas placentera. Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía unas sensaciones tan agradables como las que tuve en la tarde de ayer. Tras una jornada de reincorporación a la realidad que me tomé con calma, vamos como si fuera un aterrizaje suave, comencé el entrenamiento a las ocho y media de la tarde con una temperatura absolutamente fantástica para correr. Ya desde el inicio, y eso que tocaba subir la distancia hasta los 8 kilómetros, las sensaciones fueron estupendas. Me sentía muy cómodo manteniendo un ritmo alegre y constante lo que supuso el que en ningún momento de la salida, notara sensación de cansancio o agobio. La mente absolutamente relajada, pensando únicamente en el concreto tramo por el que iba discurriendo la salida. Atento a las sensaciones, sin ninguna molestia. Despejado física y mentalmente. Como dirían los ciclistas, fue una marcha absolutamente redonda. Fue una sensación tan agradable que me es difícil, por no decir que imposible, describirla con palabras. Albergo la esperanza y la confianza de que esta sea la norma de muchas de las salidas de esta temporada. Simplemente fue, puro placer.
Puro placer como el que supuso para mi la lectura de la última obra de ORIANA FALLACI. "UN SOMBRERO LLENO DE CEREZAS", es también puro placer. Claro que tengo que reconocer que Oriana Fallaci es para mí una debilidad. La autora de "Inshallah" primera obra que leí de ella hace ya casi veinte años, es conjuntamente con Arturo Pérez Reverte y Lorenzo Silva, una de mis debilidades literarias.
Ese estilo periodístico, brillante en la conformación de historias, en la recreación de lugares, entornos y situaciones siempre me ha cautivado y generado una envidia absolutamente sana, por no tener ese don.
En la obra, nos encontramos con el relato novelado de la saga familiar de la autora, saga escrita en unos momentos muy difíciles para la misma, tras el diagnostico de la enfermedad que finalmente en el año 2006 puso fin a su prolífica vida. El "mal dolent, molt dolent" como a veces ella misma lo califica, aceleró la redacción de la obra, llevándola a la búsqueda frenética de documentación, de antecedentes con los que reconstruir la trama de la familia, por lo que en la obra, el "mal dolent" es una sombra permanente pero en absoluto molesta, durante las casi noveientas páginas de la novela. Novela que abarca desde la Edad Media, hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, pasando por las Guerras Napoleonicas, La Revolución Francesa, La Reunificación de Italia y hasta la Conquista del salvaje oeste americano. Se retrata en la obra el conjunto de los avatares de los antepasados de la escritora, en un caleidoscopio absolutamente sorprendente de personajes e historias individuales y colectivas absolutamente cautivadores.
Pese a las circunstancias vitales en las que fue escrita, la estructuración de la obra, para mí es muy original, con un punto de genialidad evidente. Rezuma optimismo, dulzura y es un canto a la capacidad del ser humano para hacer frente a las situaciones vitales por difíciles que estas sean. Un canto al esfuerzo, y es una crítica absolutamente mordaz frente a todos aquellos que desde cualquier púlpito, cualquier escaño pretenden manipularnos. Una loa a la vida y al individuo como tal.
En definitiva, un canto a la esperanza. El mejor testamento que la autora nos pudo dejar. También un autentico placer.

martes, 31 de agosto de 2010

INQUIETUD


Declina el mes de Agosto y estas largas vacaciones en mi caso están llegando a su fin. Llega también a su fin éste período de entrenos suaves y tranquilos cuya única finalidad no ha sido otra que la de mantener con una cierta dignidad un estado de forma, más o menos decente, que me permita afrontar, a partir del próximo mes de septiembre un programa de entrenamiento más progresivo y exigente.
Varios cambios se perfilan en el horizonte próximo. En primer lugar, los horarios de entrenamiento. Ya no los realizaré a primero hora de la mañana, sino que volverán a ser vespertinos. La razón para ello es una fundamental. Si bien durante el verano he disfrutado de las salidas mañaneras, normalmente a las nueve o nueve y media de la mañana, ahora, una vez que comienza la actividad laboral, me supone un grandísimo esfuerzo el salir a primera hora de la mañana. Lo reconozco, soy un dormilón y el abandonar la cama a las seis y media o siete de la mañana, se me presente como un esfuerzo sobreañadido que no he sido capaz de superar. Así que, prefiero que las salidas sean por la tarde, una vez finalizado el trabajo y de ésta forma me sirven, de forma sobreañadida como espita de desahogo de la actividad diaria.
Sé que, en el fondo quizás con un poco de esfuerzo y convencimiento, seguramente podría hacer los entrenos por la mañana, pero ya a estas alturas de mi vida, no me apetece añadir un sobreesfuerzo para mi en esta actividad que desde el inicio siempre he deseado que fuera algo agradable y placentero.
También van a cambiar las distancias y la estructura de los entrenos. Mas estudiados y mas exigentes, enfocados a intentar durante este invierno mi bautizo en alguna prueba. Ya veremos.
Por lo demás, estoy contento con el resultado del mes de Agosto. Pese a los cambios, los viajes y los distintos lugares por lo que he discurrido durante este mes, los kilómetros acumulados, unos noventa, creo que suponen un bagaje bastante aceptable.
En unos días, volveré, volveremos a la rutina de los cuatro o cinco días semanales de salida, incluyendo una tirada larga.
Todo ello, sin prisa pero sin pausa. con nuevos objetivos y la renovación de los añejos, que siempre están en el punto de mira.
También volveré, volveremos a la rutina en lo laboral. Los papeles, el teléfono, los clientes. En fin, lo de siempre, tantas veces repetido y tantas veces replanteado. En definitiva la vuelta a lo cotidiano. A iniciar un nuevo ciclo. A recomenzar una nueva vuelta de tuerca en ese bucle reiterado que suele ser la vida. Habitualidad que, en el fondo me tranquiliza, sin dejar de atisbar un halo de inquietud.
Inquietud que me ha sugerido la lectura de otro de las novelas que he tenido la oportunidad de leer este verano. Se trata de "EL TERCER REICH", una de las primeras novelas del escritor mejicano ROBERTO BOLAÑOS. Esta obra, refleja las inquietudes y obsesiones que posteriormente y a los largo de toda su obra literaria han marcado la temática abordada por el autos. El título responde a un juego de guerra en el que el protagonista del relato es una autoridad. No deja de ser un telón de fondo que señala las preocupaciones vitales del autor. El miedo y la lucha frente a los regímenes totalitarios que anulan la personalidad y libertad del individuo. La novela, ambientada en una localidad turística indeterminada de la costa española, a mediados de la década de los ochenta, presenta una trama dura por la que transcurren una serie de personajes en soledad y abandono. Casi en un proceso de autodestrucción. Contiene una descripción de personajes y situaciones desasosegantes, adornadas con un tinte pesimista que llevan al lector a compartir ese proceso de degradación vital de los personajes de una forma descarnada y sin ningún subterfugio.
Pese a ello, o quizás gracias a ello, el relato subyuga, atrapa de forma inmediata manteniendo interés hasta el desenlace de la novela.
En definitiva, una magnifica novela muy recomendable. Para mí todo un descubrimiento.
P.D.- Sigo sin fumar

domingo, 15 de agosto de 2010

KILOMETROS Y LECTURAS

Los entrenamientos de este mes de agosto siguen sucediéndose de una forma tranquila, como es comprensible en esta período vacacional. Desde hace ya unos días, estoy intentando trabajar un poco la técnica de carrera. Ello es consecuencia de una interesante conversación que mantuve con una corredora alemana con la que coincidí tanto en el hotel como en las en las carreras matutinas que durante los días pasados en Tenerife efectuaba a primera hora de la mañana. Coincidíamos en el momento de salir a correr y surgió esa simpatía mutua que entre los corredores a veces nace y que se inicio con el correspondiente "hola" al inicio de la carrera. Lo que me llamó la atención inicialmente fue su ritmo de entreno. Muy suave, pero muy continuo y durante mucho tiempo. Y sobre todo me fije en como mantenía una postura perfecta y ergonómica y como se iba concentrando en mantener la corrección del movimiento de paso de carrera. Hable con ella y en una mezcla de español y un mal inglés, (por mi parte) me comentó que era una corredora veterana, con unos cuantos maratones a su espalda y en esos días de descanso activo que estaba manteniendo, trataba de mejorar la referida técnica que para ella, según me confesó era fundamental. Me convenció de la necesidad y conveniencia de trabajar ese aspecto e incluso tuvo la amabilidad de darme una serie de consejos para mejorar mi técnica, indicándome alguno de mis fallos, consejos que en estos días estoy tratando de aplicar cara a la nueva temporada de entrenamientos más fuertes que tengo intención de iniciar en el próximo mes de Septiembre y que ya le estoy agradeciendo. Tengo que mejorar mi postura y posición al correr, tratar de que la misma sea más armónica, menos agónica y por lo tanto, más eficaz, cómoda y eficiente. A ello me afano durante estos días en que las salidas son plácidas y tranquilas y me permiten ir aplicando y concentrándome en los consejos recibidos.

Pero durante todo este tiempo, no todo ha sido correr. He leído y sigo leyendo mucho de lo que tenía atrasado. Y quiero trasladar mis impresiones al respecto de algunos de los libros que he ido desgranando, sin ningún afán de convertirme en crítico literario, Dios me libre, sino de expresar las sensaciones que la lectura de alguno de estos libros me han generado. Me considero un buen lector. Me apasiona narrativa contemporánea castellana y en ésta linea quiero comentaros "Cuerpos Divinos" obra del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante.

Se trata de una especie de autobiografía, o mejor dicho de unas pseudomemorias del autor, centradas en un período muy concreto de su vida y de la vida de Cuba: los últimos años de la dictadura de Batista y los primeros tiempos de la Revolución Cubana. Pero justo hasta el momento en que comienza a surgir en el autor la desilusión y el desengaño en esa revolución que tomaba caminos muy distintos a los que se aspiraban en los tiempos de lucha previa a la toma del poder por el Movimiento Revolucionario. Objetivos iniciales con los que estaba muy identificado el escritor cubano. Es un magnifico relato costumbrista sobre la sociedad cubana y sobre todos de determinados círculos intelectuales que inicialmente apoyaron a aquél movimiento de lucha contra Batista en los años finales de la década de los cincuenta del siglo pasado. Desfilan por las paginas del relato personajes tales como, Hemingway, Ava Gadner, Laurence Olivier, El Che, Fidel y Raul Castro, así como un verdadero desfile y descripción de aquél paisaje y paisanaje cubano, con una rica y variada descripción de una sociedad en plena ebullición como consecuencia y tenor de los acontecimientos históricos que se fueron sucediendo. La lectura de la obra, para mi es bastante ambivalente. Hay momentos en que la abigarrada prosa de Cabrera Infante, sin suponer un obstáculo, hace que la lectura de determinados episodios exija del lector un importante nivel de concentración. En otros, el grandioso dominio del idioma hace que la lectura se torne rápida y subyugante, conformando en su conjunto una la novela absolutamente brillante y seductora.

En definitiva, una novela muy recomendable y que a mi me ha gustado y que retrata unos tiempos, unos lugares y unos personajes absolutamente apasionantes.