martes, 29 de junio de 2010

AUMENTANDO DISTANCIAS



Ayer fue un buen día, vamos una buena salida. Después de salir el sábado bajo una tormentilla de verano, ayer tocaba efectuar la primera salida de la semana, incrementando la distancia. Según el Google maps, diez kilómetros y trescientos metros es la distancia que, al menos durante un par de semanas me propongo realizar en cada salida.
Ayer la verdad es que fue una autentica gozada, la temperatura a las ocho y media de la tarde era muy agradable, creo que alrededor de los veintitrés o veinticuatro grados, con una brisa fresca procedente del norte que hacía que la sensación fuera muy agradable al correr. De forma tranquila inicie el entreno tratando de dosificar el ritmo para no terminar excesivamente fundido, pues aún tenía en mente la experiencia de la semana pasada.Inicio el recorrido por un tramo de unos dos kilómetros aproximadamente de llano e incluso con un pequeño descenso, practicamente inapreciable pero que facilita mucho el comienzo de la salida ir cogiendo ese ritmo cómodo el cual, una vez alcanzado te permite recorrer largas distancias. Finalizada esa recta a continuación bordeo el Palacio de los deportes y me dirijo tras un tramo corto pero de cuesta pronunciada hacia un parque que bordeo dos veces. Por este parque, da gusto correr a estas horas. Mucha gente todavía aprovecha para tomar el sol tumbados en el césped, los niños jugando, personas mayores pasando la tarde y varios corredores transitando por el mismo. Tras rodearlo me dirijo hacia una zona nueva de la ciudad por la que transito en un continuo sube y baja por las nuevas calles y por las cercanías de la mole inmensa de nuestro nuevo Hospital Central. A partir de ese punto inicio tranquilamente el retorno hacia casa através de un populoso barrio y por aceras por las que se desparraman las terrazas de diversas sidrerías. La verdad es que cuando corro por esa zona siempre viene a mi mente el mismo pensamiento. ¿Cuanto mejor estarían muchas de esas personas que, en esas mesas abarrotadas de botellas de sidra ya vacias y a pesar de la crisis llenan esos establecimientos, haciendo algo de deporte?. Y este pensamiento siempre me asalta por que tengo la sensación de que cierta sorna y displicencia suelen asomar a los rostros de los mismos cuando alguien como yo, o como cualquier otro corredor pasa por la zona.
Continuo por otra larga avenida que pica un poquito hacia arriba hasta hacer un giro de casi ciento ochenta grados y enfrentarme a un tramo muy corto pero con bastante inclinación que me lleva hasta el viejo cuartel hoy reconvertido en Facultad universitaria. En sus inmediaciones hay un parque en el que la colonia sudamericana pasa la tarde y en el que hay un pequeña fuente en la que intento rehidratarme para llegar al final. Continuo callejeando por zonas con pequeñas subidas y bajadas y alguna recta larga, hasta que definitivamente vuelvo a transitar cerca de mi casa, subiendo como guinda del pastel la cuesta de la fuente callada que en un tramo de unos doscientos metros supone ese último esfuerzo agonico antes de dar por finalizado el recorrido. Coronada la cuesta el resto ya es fácil y corto. Un pequeño llano y un pequeño descenso hasta el parque que hay cerca de mi casa. Llego sudando, con calor pero miro el reloj y han sido cincuenta y seis minutos. No ha estado mal. He disfrutado. Realizo los estiramientos de rigor y sobre las diez menos cuarto, me dirijo a casa. Un día más de entrenamiento y unos cuantos kilómetros mas al zurrón. El miércoles mas.

jueves, 24 de junio de 2010

CALOR



Día a día, la continuidad en mis entrenos va volviendo, dejando atrás ese caos que me generó ese período de lluvias que nos ha acompañado. El viernes realicé la salida larga, pues el fin de semana, tenía una serie de compromisos que me obligaron a modificar un poco el plan previsto. La verdad es que fue un entrenamiento muy placentero. Decidí tomarlo con calma y disfrutar de la tarde, haciendo un circuito por el que hacía mucho tiempo que no corría. Es un circuito que combina tramos urbanos con tramos en los alrededores de la ciudad, con subidas muy continuas aunque no excesivamente pendientes, tramos llanos, largas rectas, algún que otro descenso largo conformando un circuito que entiendo es bastante completo y con un cierto nivel de exigencia al combinar todos los elementos antedichos. La tarde era muy agradable, despejada y con una temperatura perfecta para correr. Mucha gente corriendo y al final fueron casi catorce kilómetros en una hora y diez minutos. Casi terminando el entreno unos pequeños pinchazos en la rodilla derecha me alarmaron un poco, pero aún así terminé. Descansé el sábado y el domingo hice una salida cortita de unos cinco o seis kilómetros, salida en la que al inició se reprodujeron esos pinchazos para desaparecer posteriormente de forma definitiva. El lunes toco descanso y sufrimiento con el partido de fútbol y ayer nueva salida. Salida con calor, mucho calor y bastante humedad. Salida en la que las sensaciones no fueron buenas. Me sentía cansado, con falta de energía. Sudando mucho y corriendo de una forma agonística. Mucha sed. La boca y la garganta reseca. Los distintos tramos del recorrido se hacían eternos, casi casi inalcanzables. Tuve que parar en una fuente a beber y aún así, la sensación de estar fundido no despareció. Creo que todavía mi cuerpo no se ha adaptado a estos calores y eso que salgo a correr sobre las ocho y media de la tarde. Al final decidí que lo único que importaba era terminar el entreno previsto, sin recortar la distancia. Ir acostumbrando el cuerpo poco a poco el cuerpo a estos calores. El alivio llegaba en algún tramo en el que la brisa refrescaba un poco el ambiente. Al final fueron nueve kilómetros en una hora y cinco minutos. Conclusión: No fué uno de mis mejores entrenamientos. Me sentí absolutamente desfondado, sin fuerzas, pero había hecho el recorrido completo. Supongo que poco a poco me adaptaré al estío y mis sensaciones serán mejores.

Al final, lo mejor de todo, la ducha reconfortante y el disfrute de la noche de San Juan. Hoy descanso y mañana veremos como vamos.

jueves, 17 de junio de 2010

RECUERDOS......

....son lo que he tenido tras, haciendo caso al consejo de Tortuga, haber leído un post de un blogero, Manuel, que como a ella, a mi también me ha hecho recordar.
Me ha hecho recordar el porqué hace ya mas dos años me decidí a esto de correr, dejando atrás definitivamente creo, las cuatro paredes agobiantes del gimnasio al que regularmente acudía.
Y la verdad es que a fecha de hoy, no encuentro respuesta a esa pregunta. Quizás dicha decisión fue debida a un impulso, a la necesidad de tratar de enfrentarme a algún pequeño reto. Respirar. La verdad es que a día de hoy y a ciencia cierta no lo se, pero de lo único que estoy seguro es que fue una decisión de la que no me arrepiento en absoluto.
No por las obvias consecuencias positivas que el hecho de correr me genera, las cuales son evidentes. Sino porque en el hecho de correr yo al menos encuentro ese pequeño refugio que, por un lado me hace olvidar, siquiera de forma momentánea los problemas de toda índole que a todos nos acucian en mayor o menor medida y por otro también acudo a esa soledad deseada y cómoda, en la que solo sientes tu cuerpo y vas respondiendo a sus exigencias conociéndote un poco mas a cada paso.
La verdad es que aún recuerdo aquellas primeras salidas, sin ropa técnica salvo unas zapatillas algo decentes. Los agobios para terminar los pequeños recorridos que realizaba inicialmente, las agujetas que se eliminaban con las del siguiente entreno. De como, poco a poco fui incrementando las salidas y los tiempos, hasta el nivel de hoy. Como se ha ido incrementando el placer de correr.
Nunca me he fijado una meta, salvo la de terminar cada concreta salida. Sin más. No he participado en ninguna carrera. Para mí cada salida es una carrera. Claro que tengo ilusiones y una muy grande, correr la Maraton de Nueva York. Pero si no puede ser, no pasa nada. No corro con pulsometros ni con otros gadgets similares y la medición que hago de la distancia, son referencias para valorar personalmente el esfuerzo realizado y ver el nivel de evolución. Quiero no ser prepotente. Leo muchos blogs y aprendo de todos ellos y de las experiencias de los corredores, aún cuando, también hay que reconocerlo pues de todo hay en la viña del señor, que hay algún "turbocorredor" que no puedo con él.
De todos ellos y de mi corta experiencia he sacado una conclusión: solo quiero disfrutar de cada salida, larga o corta. Activarme. Esforzarme. Solo quiero competir conmigo mismo, con mis debilidades y con mis miedos y limitaciones. Lo demás, si viene, será un regalo y consecuencia de todo lo anterior.
Solo aspiro a superar esos momentos en que tu cuerpo te pide parar y le regateas a base de decisión. Esa es mi pequeña victoria.
Huyo conscientemente de marcas, tiempos, ritmos, salvo la mirada al reloj para ver la hora que comienzo y la hora en la que termino, nada mas y nada menos.
En definitiva, solo quiero pasármelo bien.

PD.- Ya lo dije ayer. Tras el resultado del primer partido y leyendo o escuchando a los comentaristas deportivos, hemos pasado de un extremo al otro. No tenemos remedio.

miércoles, 16 de junio de 2010

QUE COMIENCE EL SHOW.....


Faltan un par de horas para que nuestra Selección Nacional de Fútbol inicie su andadura en el actual campeonato mundial. Como siempre, en éste país de extremos la euforia está absolutamente desatada. Afición, periodistas, etc. están o estamos contagiados de un optimismo absolutamente desbordado. ¡Que le vamos ha hacer si somos así.! No somos un país de términos medios, ponderados. No. Somos un país de bandazos en cualquier orden de la vida. O nos salimos por arriba o nos ahogamos irremediablemente en el fondo.
Supongo que es la esencia latina la que nos hace no poder mantener una cierta distancia, a poder ser equidistante de la realidad que nos rodea.
Pasamos de estar en la Champions League de la economía mundial a sentirnos como ese equipo de tercera regional al borde de la desaparición.
Pasamos de la mas rancia pacatería a ser país referente en materia de derechos civiles. Somos los máximos defensores del Estado del Bienestar o somos los máximos defensores del liberalismo económico más salvaje.
Pues lo mismo nos pasa con el fútbol. Hemos pasado de no superar nunca de cuartos de final en ninguna competición relevante, a creer ser lo máximo del mundo mundial. Hemos ido desde la angustia frente a cualquier competición de trascendencia, a ir de sobrados frente a las mismas.
Ni tanto ni tan calvo. Ni somos tan malos como pensamos, ni tan buenos como decimos ser.
En el medio está la virtud. Con tranquilidad, paciencia, buena táctica y un poco de suerte, se puede llegar.
Vamos, tanto en la vida como en el fútbol.
PD.- Por aquí, sigue lloviendo.

martes, 15 de junio de 2010

POR FIN



Por fin ayer pude salir a entrenar. Y eso que hasta el último momento, las dudas siempre estuvieron presentes, pues diez minutos antes de iniciar la salida el aguacero que azotó esta ciudad fue de muy alta intensidad.
Pero de repente, a eso de las ocho y media de la tarde, escampó dejandose ver a jirones un cielo azul intenso adornado de obscuras nubes grises. Sin dilación emprendí la salida en la confianza, o mejor dicho con la profesión de fe en que no se volviera a cerrar el cielo y apareciera de nuevo la presencia de la lluvia intensa. La temperatura perfecta, quizás con un punto de humedad algo elevado, pero que era consecuencia lógica de la intensa lluvia de estos días.
Enfrenté el recorrido con cierta calma, sin forzar en exceso, decisión consciente debida fundamentalmente al parón forzoso de la semana pasada. Poco a poco, tramo a tramo, la fuí incrementando en base a las buenas sensaciones que iba experimentando, pero sin llegar a forzar en momento alguno.
Mientras corría, comprobé que los runners somos como los caracoles. Basta con que la climatología nos acompañe un poco, para que salgamos de nuestras madriguerass de forma casi masiva y tomemos posesión de las aceras, parques, y caminos. Ayer y no es broma, me cruce con casi otros veinte corredores en distintos tramos. Cada uno a su ritmo, en su marcha, pero todos con caras de verdadero disfrute. Da gusto cruzarse con gente que corre.
En pleno recorrido, encontrándome bien de piernas y con buen ritmo, decidí sobre la marcha el incrementar la ruta, aún cuando no hubiera cumplido el plan que correspondía a la semana pasada.
Dicho y hecho, añadí otro medio kilómetro a la salida, haciendo una especie de bucle por una de las zonas del recorrido.
Al final fueron diez kilómetros y trescientos metros en un tiempo de cincuenta y siete minutos que se hicieron muy disfrutones.
Al terminar y sin que hiciera aparición la temida lluvia, los estiramientos de rigor en el parque que tengo al lado de mi casa, rodeado de perros y sus dueños.
Hoy toca descanso. En el momento de escribir estas lineas, esta lloviendo con gran intensidad. Lo hace de una forma tempetuosa, intensa. Al igual que los aguaceros que de forma intermitente e intensa se han producido a lo largo del día de hoy, en alternancia con esos momentos en que ha lucido el sol de esa forma igualmente intensa y picajosa que precede a las tormentas de verano.
Por contra de la afirmado por los meteoróogos, la temperatura no ha bajado, creo que antes al contrario ha subido, asemejándose gracias a la humedad reinante en los momentos en los que lucía el sol a un clima tropical.
Hoy es seguro que me libro de la mojadura. Mañana, Dios y el tiempo dirán.
PD.- Aunque ya se lo he dicho, una vez más y públicamente felicidades Tortuga. Estas en la mejor edad. Besos.

lunes, 14 de junio de 2010

SEMANA EN BLANCO


Confirmado. La semana prácticamente en blanco. Salvo dos días, lunes y miércoles, el resto de las salidas programadas no han podido ser realizadas. Y lo peor de todo es que las previsiones para ésta no es que sean mucho mejores que la pasada. En esta Asturias del alma, ha habido de todo. Fallecidos desgraciadamente, inundaciones, corrimientos de tierras, desaparición de carreteras, playas.... La verdad es que no alcanza mi memoria para recordar una borrasca de tal intensidad.
La verdad es que, sin hacer comparaciones evidentemente odiosas con las desgracias anteriormente relatadas, para mi, la climatología ha sido una simple contrariedad, pues en esta semana, si hubiera cumplido con el programa previsto, tocaba incrementar la carga de kilómetros. He decidido postponerla hasta la próxima, en la confianza de que, con mejor o peor fortuna pueda realizar las salidas correspondientes a esta. Veremos a ver lo que ocurre.

sábado, 12 de junio de 2010

RESIGNACION



El radiodespertador sonó hoy sábado a las ocho y media. El sonido de la radio invadió la habitación de forma inmediata, haciendo que poco a poco volviese mi cerebro a la realidad, alejando las brumas cómodas del sueño.
Recobrada la conciencia, dejo transcurrir una media hora disfrutando de una agradable duermevela envuelto en la tibieza de las mantas oyendo la tertulia radiofónica mañanera, hasta que decido levantarme. Quiero salir a correr. Quiero realizar una salida larga y tratar de recuperar el entreno que ayer tarde no pude realizar como consecuencia de este temporal de lluvia que nos está azotando.
Me levanto de la cama y salgo de la habitación intentando no despertar a MJ, mientras albergo la esperanza de que hoy si pueda salir a correr.
Abro la puerta de la habitación, y cruzo el pasillo y el salón hasta llegar a la cocina. Subo la persiana y desgraciadamente observo como no solo no ha dejado de llover, sino que continua haciéndolo con intensidad. El cielo, gris plomizo no augura que escampe, pero aún así, no dejo de albergar la esperanza de que pueda hacer la salida. Todo es cuestión de que al menos la intensidad de la lluvia decrezca. Necesito salir a correr.
Me preparo el desayuno, dejando de ésta forma transcurrir el tiempo a la espera de que la lluvia amaine un poco y me permita entrenar.
El olor del café invade en un par de minutos la cocina. Me sirvo una taza que humeante me acerco a los labios y tomo un buen trago. El liquido caliente me termina de despejar definitivamente. Me tomo el acostumbrado yogurt con fibras después de haber preparado una tostada. Nuevamente miro a través de la ventana y no hay ninguna novedad. Sigue lloviendo incluso con mas intensidad que antes. Me sirvo otro café, en el momento en que MJ entra en la cocina. Ansisoso dirijo una vez mas mis ojos hacia la ventana con vana esperanza, que se dikuye definitivamente cuando confirmo que en el exterior, todo sigue igual. Sigue lloviendo con fuerza. Derrotadas mis esperanzas ante la contundencia y tozudez de la lluvia renuncio definitivamente a la carrera matutina y resignado esperaré a la tarde a ver si amaina y así salir a correr.
A veces no queda otro remedio que acudir a la resignación y esperar a refugio mejores tiempos.

viernes, 11 de junio de 2010

¿PENSAMOS LO QUE HACEMOS?


Sigue lloviendo, o mejor dicho diluviando. Por suerte ayer jueves tocaba descanso, por lo que las dudas e incertidumbres consustanciales a esta situación quedan relegadas para el entreno de hoy. Así que ayer, aproveché la ultima hora de la tarde para ponerme al día en el correo.
Entre cartas de clientes y compañeros, estaba pendiente de lectura una misiva proviniente del colegio profesional al que pertenezco y que se refería por un lado a la comunicación de la celebración próxima de la Fiesta Colegial y por otro la comunicación de un curso de formación respecto de una especialidad profesional.
Respecto de la primera de las actividades, la Fiesta Colegial, el programa de actos que se nos comunica, contempla una misa, una acto de entrega de insignias y una cena de media gala en un céntrico hotel de la ciudad al módico precio de 50 € por comensal colegiado y 70 € por comensal no colegiado. Cena en la que, tengo conocimiento de causa, la lista de invitados por protocolo (vamos de los que no pagan) suele ser notablemente extensa, corriendo ese coste a cargo de los presupuestos colegiales (en definitiva del dinero de todos los colegiados), mientras que los comensales de pago, van descendiendo exponencialmente en cada convocatoria.
La coincidencia de las dos comunicaciones en una misma carta, me hizo reflexionar en la melancólica y lluviosa tarde, sobre la actitud que, en estos tiempos dificiles para todos, mantienen estas entidades profesionales que se dicen llamadas a defender los intereses de sus integrantes.
En mi Colegio profesional, la gran mayoría de los profesionales no pertenecen a grandes Despachos ni se dedican a áreas exclusivas y exclusivistas de desarrollo profesional, como los concurso o las quiebras.
La gran mayoría somos pequeños despachos, o despachos individuales, fundamentalmente generalistas (se abarcan todas las ramas del derecho), y cuyas carteras de clientes, están conformadas fundamentalmente por clientes individuales, autónomos y pequeñas empresas, sectores todos ellos afectados de pleno por la crisis y cuyas dificultades se trasladan en mayor o menor medida a los Abogados, con la consiguiente afectación en sus rendimientos profesionales.
Dicho lo anterior, explico el porqué de mi reflexión. Los colegios profesionales y al menos el mio, son instituciones a las que obligatoriamente has de encuadrarte para poder ejercer la profesión. Hay que abonar mensualmente tu correspondiente cuota, así como el resto de cargas colegiales de carácter obligatorio, indepedientemente de otros costes necesariamente asociados al desarrollo de la actividad (seguridad social, suscripciones, alquileres, suministros, etc.). Vamos exactamente igual que cualquier otro autónomo. Ni más ni menos.
Supuestamente, y lo digo sin eufemismos, entre las finalidades esenciales del Colegio está la de la formación de los colegiados, formación continua que siempre redundará en beneficio del profesional y en definitiva de sus clientes.
No cabe duda que un profesional preparado, siempre podrá ejercer su profesión con mayor y mejor garantía para sus clientes.
Pero lo que no se puede hacer desde la institución es pretender hacer negocio con la formación de tus colegiados y a costa exclusiva de los mismos, mediante el mecanismo simple de hacer traslación directa del coste de la actividad, para su asunción por parte del colegiado, que ya paga mensualmente las cuotas derivadas de su obligatoria colegiación.
Se opta por lo fácil, por lo menos imaginativo, por lo menos comprometido. Y esa actitud no vale.
No vale, cuando en tiempos de crisis, esa institución, lejos de asumir actitudes de austeridad, desarrollo de ideas, control y minimización del gasto corriente y extraordinario y cumplir escrupulosamente su presupuesto, opta por todo los contrario, mayor contratación de personal, incremento de servicios innecesarios, falta de racionalidad en la inversiones, creación de gabinetes de comunicación, y así una larga retahíla de actuaciones que atentan gravemente a la racionalidad, y lo que es mas grave, al sentido común y al sentir generalizado del colectivo.
Quizás, si se hubieran evitado actos lúdicos costosisimos, actividades improductivas y completamente alejadas de las reales inquietudes y preocupaciones del colegiado, quizás no se habría hecho necesario cobrar 700 euros por un curso de 36 horas, por muy cualificados que sean los docentes del mismo.
A veces estoy convencido de que la respuesta a la pregunta que encabeza este post es un NO escrito con mayúsculas.
Lo mejor de todo, hoy por la tarde, vuelvo a correr, al menos por eso no cobran.

jueves, 10 de junio de 2010

RUNNING IN THE RAIN



Las dudas quedaron disipadas y cual Gene Kelly runnero, de forma voluntaria, consciente y decidida, la salida de ayer fue bajo una intensa lluvia.
Lluvia que llevamos padeciendo o disfrutando desde hace casi cuarenta y ocho horas. Lluvia que cae por momentos como si la derramasen de cubos. Lluvia que moja. Mejor dicho, mas que mojar empapa. Así acabé ayer el entreno, total y absolutamente empapado. A pesar de salir con el chubasquero, al llegar al punto final, el agua salía por las mangas de la prenda que, supuestamente está diseñada para protegernos del liquido elemento. Cierto es también que no es lo mismo una ligera lluvia que un chubasco intenso y continuo.
Ni que decir tiene que, durante el recorrido en el que en otras ocasiones me cruzo con bastantes corredores, en esta ocasión no fue así. Solo uno. Un veterano que a su paso tranquilo, disfrutaba de la salida.
A mi se me hizo el entrenamiento un poco agobiante, debo de reconocerlo. Por un lado, el hecho de llevar gafas hace que la carrera se me complique un poco por la perdida de visión que el impacto de las gotas de lluvia sobre los cristales de las mismas genera, lo que unido al estado resbaladizo de las aceras hizo que el ritmo fuera prudente, a fin de evitar resbalones imprevistos.
Por otro lado, no siendo las temperaturas a pesar del descenso térmico, excesivamente bajas, el hecho de llevar el chubasquero, que por muy técnico que sea siempre limita la capacidad de transpiración, unido a la lluvia generaba en mi una desagradable sensación de humedad, producto tanto del agua de lluvia como de mi propio sudor, no excesivamente agradable. Y finalmente el hecho de llevar ajustada la capucha del chubasquero en la cabeza agudizaba la sensación de incomodidad.
A pesar de todos los inconvenientes, completé el recorrido disfrutando del mismo a pesar de las inclemencias meteorológicas, pues al final ya me daba igual lo que cayese. Una vez mojado, ya no me podía mojar mas.
¿Lo mejor de todo?. Como siempre, pero en ésta ocasión más, la ducha caliente al final.

miércoles, 9 de junio de 2010

EL TIEMPO ESTA LOCO



Eso es lo que parece. Tras un estupendo fin de semana y un lunes con un punto no excesivo de calor, que determino un autentico disfrute en la salida prevista, cuando mentalmente ya te vas acomodando a ese ambiente cuasi veraniego, entre ayer martes y hoy miércoles se ha producido un cambio tan inesperado como brusco que ha determinado el que la lluvia, el viento y el descenso térmico sean los protagonistas y como consecuencia de ello, te obligan a readaptarte tanto física como mentalmente a las nuevas circunstancias. ¿Salgo a correr con el chubasquero o lo dejo en casa?. ¿Me pongo el pantalón corto o las mallas?. ¿Lloverá o no durante el entreno?.Dudas que surgen al momento de salir. Yo personalmente disfruto corriendo con frío, pero claro, eso durante los meses de invierno. A estas alturas de la primavera parece que ya es mas apetecible disfrutar de esas salidas con el tiempo agradable, ir más ligero de ropa sin el chubasquero o las mallas largas que se vuelven siempre agobiantes cuando sube un poco la temperatura.
Apetece ya un poco de calorcito e ir disfrutando durante la carrera de ese olor de la hierba que proviene de los prados y la brisa que a veces lo acompaña. Ese olor al que yo siempre he calificado como "olor a exámenes", pues en mi época de estudiante impregnaba en ésta época del año en la que tenía uno que que enfrentarse a los exámenes finales, el ambiente de esta vetusta y universitaria ciudad, tan rodeada de verde y de prados, .
Pero claro, con estos giros meteorológicos tan radicales uno no sabe que hacer. Ahora mismo esta lloviendo con intensidad y tiene toda la pinta de continuar haciéndolo durante la tarde, situación que según los hombres y mujeres del tiempo continuará así hasta el fin de semana, con notables descensos del mercurio en los termómetros.
Hemos pasado de los 24 o 25 grados (celsius por supuesto y de acuerdo con la normativa metrologica) a no pasar de los 15.
¿Cual es la conclusión?. Pues como dice el refrán "si es niño San Antón y si no la Purísima Concepción". Ya veremos cuando se acerque la hora del entreno y ese será el momento de decidir. Pero, mientras tanto, no puedo dejar de pensar en aquella máxima que mantenía mi abuela, buena mujer de campo, desde que el hombre fue a la luna, hazaña sobre la que tenía serias dudas: el tiempo esta loco, loco, loco.

lunes, 7 de junio de 2010

SEMANA EXTRAÑA......


....pero al final, semana con un final extraordinario.Y eso que al principio se presentaba como bastante complicada, tanto por cuestiones profesionales como personales, pues a mediados de la misma debíamos de trasladarnos a La Coruña, a efectuar a visita al neurólogo de mi hija y ver como avanza y evoluciona el tratamiento que desde hace unos tres meses apróximadamente se le está aplicando. Eso hizo que las salidas digamos que "serias" quedasen limitadas a dos días, el lunes y el jueves, salidas en las que continué con la carga de kilómetros habitual. Pero el Sábado fue glorioso. Convencí y anime a mi hija a salir a correr conmigo. Y lo hizo.
Como en alguna ocasión he comentado en éste blog, es una estupenda esquiadora pero quizás esa sea, unida a la equitación terapéutica y al menos hasta ahora, su única actividad deportiva. Es una sedentaria nata, quizás debida a una cierta torpeza motora que es habitual en los Asperger.
Llevaba yo tiempo pensando en convencerla para salir a correr. Con calma y poco a poco, pues siempre he notado que cuando hacía alguna actividad física, se producía en ella una cierta activación, lo que determinaba una mayor rapidez en la ejecución de las actividades. Lo comenté con su neurólogo y éste me dijo que si, que lo intentara pues efectivamente ello podía suponer un elemento activador mas favorecedor de la autonomía personal y sobre todo de su autoestima.
Pues bien, tras dos días de preparación y de ardua labor de convencimiento (es muy difícil proponer a estos chicos cualquier actividad novedosa que salga de la rutina habitual y más si es física), el sábado pasado a las diez y media de la mañana salimos a "caminar deprisa" pues ese fue el término que utilicé para deshacer sus reticencias.
Mi idea era ir alternando un par de minutos trotando tranquilamente y otro par de minutos andando, así hasta completar una media hora aproximadamente.
Y así lo hice, estirando poco a poco los tiempos de carrera pero sin excesos. Y mi hija respondía. Iba evolucionando de unos inicios torpes, más que correr daba saltitos, a una carrera mucho mas coordinada, respetando los espacios, con un balanceo de los brazos bastante correcto y sin queja alguna.
Así llegamos a los cuarenta minutos y unos cinco kilómetros recorrido, mas o menos, entre sonrisas y ánimos pero sin una queja o rechazo a la actividad. Solo algún "jo papa cuanto sudo" y poco más.
Alcanzamos el destino final. Había que ver la cara de Alejandra. Colorada por el esfuerzo, sudorosa, pero irradiando verdadera satisfacción por haberlo conseguido, satisfacción que también se reflejaba en mi cara. Practicamos unos estiramientos y a casa a la ducha. Satisfechos y contentos. Un paso más. Una actividad mas y el sábado próximo otra carrerita. En definitiva y para resumir, una semana extraordinaria.