jueves, 15 de enero de 2009

CONTROL BETREN, CONTROL

Ayer realice mi segunda salida. Como es mi práctica habitual en estos primeros días del año, nuevamente salí al anochecer, bueno mejor dicho, salí en noche cerrada, pues cuando me puse en marcha las manecillas de mi reloj marcaban las ocho y veinticinco de la tarde y al menos en esta vetusta ciudad a esas horas la oscuridad ya es total.
Era mi intención repetir el circuito del primer día, siguiendo esta primera fase de rodaje y por lo tanto me dispuse a realizar los siete kilómetros del mismo, pero eso sí, con la intención de ir controlando el ritmo y tratar de emplear en el recorrido un tiempo aproximado que pudiera estar comprendido entre los cuarenta o cuarenta y cinco minutos. En definitiva una salida a ritmo mas o menos cochinero con la única intención de acumular kilómetros.
Inicié la marcha dejándome llevar por las buenas sensaciones que iba experimentando, sin forzar y tratando de acompasar la respiración e intentando disfrutar de la salida.
En esas íbamos, cuando aproximadamente superada la mitad de la distancia programada para el día de ayer, comencé a sentir unas ligeras molestias en la planta del pie, mas concretamente en la parte delantera, justo ahí, donde nacen los dedos. No era nada insoportable, pero si eran unas molestias significativamente perturbadoras.
Total, que en esas circunstancias y no tratando o al menos eso pensaba yo, de forzar en exceso, llegué al final del recorrido y cuando miro el reloj, veo que eran las nueve de la noche. Había invertido 35 minutos en realizar el recorrido. La verdad es que me sorprendí grandemente, pues en ningún momento tuve la sensación de forzar o ir sobrepasado, antes al contrario, mentalmente creo que me iba controlando y en ningún momento tuve esa sensación de llegar a un cierto límite. No se que pasó. Creo que es una de las veces en las que más rápido he corrido, aún cuando en modo alguno esa era mi intención y espero que no fuera un supuesto de disociación entre mi mente y mi cuerpo lo cual me preocuparía. Confío en que simplemente mi cuerpo, éste respondía bien a la marcha y al esfuerzo.
En cualquier caso, creo que el ritmo que mantuve ayer, teniendo en cuenta el parón de estos días, fue un poco excesivo y me voy a tener que aplicar la misma receta que aplico a Alejandra.
No se si sabéis, pero en algunas ocasiones las personas que como Ale presentan el sindrome de Asperger (www. asperger.es), fundamentalmente cuando pasan por alguna situación estresante, (reuniones con mucha gente, acontecimientos inesperados, exámenes, etc.) manifiestan algún tipo de reacción gestual, estereotipas que suelen decir los profesionales y que en muchas ocasiones les sirve como una válvula de escape para liberar tensión o ansiedad. Suelen ser aleteos con las manos, balanceos, saltos, movimientos con la cabeza, etc.
Alejandra, que ya es toda una señorita, hace tiempo que tiene controlados muchas de esas estereotipas pero de vez en cuando, se dirige a su habitación y cuando está completamente sola , se dedica a pegar saltos. Así está un par de minutos y vuelve absolutamente relajada.
Pues bien, en ocasiones cuando era un poco más pequeña y con el objeto de impedir digamos una calcificación de esos ritos sobre todo cuando estaba en público o con personas no allegadas y que pudieran conocer poco las circunstancias de la niña, establecimos una especie de código que no era otro que decirle "Ale control". Ella inmediatamente respondía, "vale" y abandona la ejecución de la estereotipa.
Pues a la vista de las circunstancias, hoy soy yo el que me tengo que tomar una buena dosis de la misma medicina. Esto es, una buena dosis de control y no lanzarme en la forma en que lo hice ayer. Tengo que tener claro que en estos primeros días, no es cuestión de ir rápido, sino fundamentalmente de tiempo. Son un par de semanas en las que lo que me tiene que preocupar es ir cogiendo fondo y resistencia.
Lo desagradable del día de ayer, es que tras los estiramientos y la ducha, si me molestaba mucho el pie de tal forma que casi no lo podía apoyar.
Hoy , está bastante mejor gracias a unos antiinflamatorios aún cuando siento alguna molestia al caminar. Espero que vaya desapareciendo y como hasta mañana no tengo que volver a correr, confío en que se eliminen definitivamente y no tener que romper la rutina de entrenamiento.
Eso sí, me iré repitiendo constantemente la frase de la semana : "Control Betren, control".


Miercoles 14/01/09 7,000 Km 35 minutos

3 comentarios:

Nombre dijo...

En mi caso, al empezar a sumar kms es cuando empecé a tener problemas (no sé si será tu caso). A mí me vino bien ir a la consulta de un podólogo deportivo para saber cómo piso y recibir consejo sobre zapatillas (plantillas quizá) y ejercicios de gimnasia específicos que complementen la carrera contínua.

En la web de la Asociación Española de Podología Deportiva (www.aepode.org/profesionales.html) tienes una lista (no aparece Asturias, pero quizá puedas desplazarte).

Syl dijo...

Muy buena la asociación de "ale control" con nuestra afición...que si nos dejamos llevar, hacemos las cosas mal hechas.

Cuidate ese pie!!!

besitos.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Hay que tener cuidado con las molestias y no forzar pues terminan derivándose en una lesión. Cautela y a continuar con la marcha cuando se pueda.